Otra ocasión para acabar con la bipolaridad

Imbatible en el Zaidín, el pobre rendimiento del Granada como forastero cuestiona la labor del entrenador, a los mandos de un proyecto diseñado para el ascenso directo a Primera división. Pese a la mejoría de Ponferrada, donde con todo no se pasó del empate a nada, la nueva derrota en Tenerife volvió a sembrar las dudas sobre un equipo que ya ha sufrido cuatro varapalos lejos de su estadio y no puede permitirse muchos más. La apurada victoria contra el Zaragoza no tranquilizó demasiado. El Cartagonova, con más de 500 rojiblancos en las gradas, se erige nuevo juez de Aitor Karanka.

Mientras tanto, el oculto parte médico del equipo no da respiro. El técnico tendrá hasta última hora las dudas de Ricard Sánchez y Quini, los dos laterales titulares del equipo, algo que le invita a plantearse un cambio de sistema con tres centrales tal y como reconoció en su comparecencia de prensa previa. Todo apunta a que Ricard podrá jugar, pero las dificultades que arrastra Quini en su rodilla derecha sí podrían ocasionar que sea el catalán quien actúe a pierna cambiada en la zurda con una solución improvisada en la derecha. Con Ignasi Miquel recuperado a las puertas de la titularidad que ostentó en el arranque del ejercicio, lo más salomónico sería que el capitán Víctor Díaz volviese a la banda para que el zurdo se incrustase junto a Miguel Rubio en la zaga. No obstante, también tiene opciones el canterano Pepe tras su solvente participación ante el Zaragoza e incluso Antonio Puertas y Bryan Zaragoza podrían adaptarse a un rol más defensivo.

Sin margen para demasiados experimentos, lo más normal es que Aitor Karanka confíe en la fórmula de la que más convencido está. Algo que pasa ineludiblemente por Óscar Melendo en la mediapunta, aparentemente liberado al fin de la fragilidad muscular que le perseguía. Por detrás, el vasco pretende recuperar la pareja que forman Njegos Petrovic y Yann Bodiger, la que mayor presencia física le otorga para presionar alto y jugar más tiempo en campo rival que en el propio. El galo se reencontrará con sus excompañeros del curso pasado, protagonista en el salto de calidad del Cartagena con Luis Carrión.

Ambos equipos están igualados a puntos pese a tratarse de dos proyectos muy distintos, con un calcado balance de seis victorias, dos empates y cuatro derrotas. Los murcianos, sin presión alguna, disfrutan de cada partido hasta donde el campeonato les lleve, con un fútbol alegre del que ahora ejerce de motor Mikel Rico al frente de toda una pléyade de exrojiblancos como Aarón Escandell, felizmente dueño de la titularidad bajo palos tras iniciar la campaña como suplente. Al Granada, por su parte, le persigue la amenaza de que cada salida se convierta en un trauma. Es responsabilidad de Aitor Karanka que los suyos jueguen como saben también lejos de Los Cármenes sin olvidar la responsabilidad que les acompaña.

El Cartagena era el segundo conjunto más goleador de la categoría antes del inicio de la presente jornada, con una diana más que los rojiblancos, pero no es especialmente fiable en su estadio. En los ataques de ambos contendientes se encontrarán dos albaneses compañeros de selección. Myrto Uzuni, pichichi de la categoría con sus ocho tantos, podrá saludar a Armando Sadiku, que lleva cinco. El granadinista volverá a actuar en la banda izquierda y querrá celebrar su renovación con nuevas dianas, aunque a su equipo le conviene no fomentar la dependencia que le tiene. En principio, Antonio Puertas estará en la derecha y José Callejón actuará como referencia, con una férula en su mano derecha por el corte que le ocasionó el plantillazo de Lluís López en Los Cármenes nueve días atrás.

Todo el granadinismo desplazado espera asistir a un golpe sobre la mesa de su equipo. A una victoria que deje claro que los suyos aspiran al ascenso directo como corresponde a la plantilla que forman. Después de cuatro derrotas y un empate, los rojiblancos quieren volver a sumar los tres puntos fuera del Zaidín antes de otro 'Tourmalet' con la visita del Levante el jueves –primer duelo con otro recién descendido– y otra salida a Oviedo el domingo. Aitor Karanka no duda de su método y lo compartió durante la semana. Ahora toca que se muestre efectivo también lejos de casa. No le faltará el cariño de su afición.