Polivalencia para hacer frente al reto de Primera

El máximo exponente de la versatilidad en el conjunto rojiblanco es, de nuevo, Quini. El cordobés oposita a convertirse por segundo año consecutivo en el comodín del técnico vigués para las cuatro posiciones que ofrecen los flancos, algo que ya trabaja en los entrenamientos y que quedó reflejado en el duelo de presentación frente al Sevilla. En este, y ante la baja de Álex Martínez, comenzó actuando como lateral izquierdo, donde jugó la mayor parte del curso pasado, pero terminó situado en el extremo derecho. Esta plaza tampoco le resulta nueva, pues partió desde ella en el amistoso frente al Alcorcón.

Con la negociación por Luna todavía abierta y la permanencia de Alejandro Pozo en el Sevilla, Quini se convierte en una alternativa real para ambas posiciones, sin olvidar su hábitat natural, que es el lateral derecho. Su capacidad para adaptarse a otras posiciones permite además a la dirección deportiva concentrar sus esfuerzos en buscar refuerzos para distintas plazas que, de momento, no presentan más opciones en la plantilla.

No obstante, el cordobés no es la única opción adaptable a varias plazas con la que cuenta la plantilla rojiblanca. Sin ir más lejos, el otro lateral diestro, Víctor Díaz, puede desplazarse al centro de la zaga sin evidenciar dificultades. Ya lo hizo al comienzo del curso pasado, hasta la irrupción de José Antonio Martínez en el once titular, aunque acabó regresando a su posición natural.

Tras el regreso del central onubense al conjunto granadino, y a la espera de que se resuelva el futuro de Bernardo, Diego Martínez tiene cinco centrales a su disposición, lo que en principio debería evitar la readaptación de Víctor Díaz. En cualquier caso, supone una alternativa fiable para solucionar una situación de apuro o, tal vez, ofrecer una posibilidad de cambio de sistema durante algún encuentro.

Entre estos cinco efectivos con los que cuenta el plantel nazarí para el centro de la zaga se encuentra otra de las bazas con las que cuenta el técnico vigués para solventar situaciones delicadas. Se trata del recién incorporado Neyder Lozano, cuya velocidad al corte le permite jugar en el lateral zurdo, la zona del campo que más quebraderos de cabeza puede generar este curso. Así lo hizo en el amistoso frente al Valladolid y en distintas fases de otros encuentros de preparación nazarí, aunque el resultado, al menos de momento, parece menos satisfactorio que los ofrecidos por sus dos compañeros en la retaguardia.

Más adelante, las opciones son más reducidas. El equipo no cuenta con un jugador que sea capaz de adoptar el rol organizador de Montoro, más allá del propio centrocampista valenciano, y el resto de alternativas ofrecen menos versatilidad. Yangel Herrera, a priori, podría desenvolverse tanto en la destrucción del juego como en la elaboración del mismo, aunque de momento no ha tenido continuidad sobre el verde.

Ramón Azeez es, en principio, el mediocampista que más campo puede abarcar en la plantilla. El nigeriano, además de su plaza en el centro, puede adelantar su posición e, incluso, se puede adaptar al flanco derecho de la zaga, algo que, de hecho, ya ocurrió en la última jornada de la pasada Liga. Sin embargo, estas posibilidades no parecen barajarse más que en caso de emergencia.

Todo lo contrario sucede en la parcela ofensiva del esquema nazarí. A excepción de Ramos, Soldado y Rodri, delanteros natos, todos los jugadores de la vanguardia rojiblanca pueden actuar en varias de las posiciones que componen el frente de ataque del Granada, algo que, más allá de ofrecer múltiples opciones a la hora de esbozar una alineación, permite que la franja permanezca en constante movimiento durante los encuentros.

Álvaro Vadillo puede actuar en ambas bandas sin flaquear, si bien es en el extremo izquierdo donde mejor rinde. También es capaz de jugar en los dos flancos Fede Vico, que se encuentra plenamente adaptado ya a la media punta, donde el año pasado fue una pieza esencial para Diego Martínez. Puertas, por su parte, abarca todas las posiciones de ataque, incluyendo la punta de lanza. A ellos se une esta temporada Darwin Machís, reubicable a la plaza más adelantada de la vanguardia rojiblanca.

No parece una posibilidad que se quede en el primer equipo Carlos Neva, otra de las opciones polivalentes con las que cuenta el club granadino. A pesar de trabajar todo el verano a las órdenes del técnico vigués, el lateral izquierdo, condicionado por no ser sub-23, parece destinado a militar nuevamente en el filial. Cuestionado por ello tras el amistoso frente al Sevilla, el entrenador rojiblanco aseguró que «barajamos todas las posibilidades, pero independientemente de este caso, necesitamos refuerzos».

El director general del Granada, Antonio Fernández Monterrubio, se reunió ayer de nuevo con LaLiga para tratar de ampliar el margen económico con el que cuenta el club rojiblanco de cara al mercado de fichajes. Monterrubio acabó satisfecho con el resultado de este encuentro, en el que presentó una serie de ingresos –mayormente, los que deja en las arcas nazaríes el nuevo patrocinador principal– y recortes que se han producido en otras partidas. A priori, la entidad que organiza la competición estaría conforme con los datos presentados, lo que otorgaría más libertad al club granadino.