Los penaltis en contra, un lastre que el Granada no mejora
Al conjunto rojiblanco le han pitado dos en tres encuentros y por eso lidera el ránking de penas máximas en contra junto a Celta y Rayo Vallecano
Uno de los motivos que han llevado al Granada a ser el segundo equipo más goleado de LaLiga en este arranque liguero son los dos ... tantos que ha encajado de penalti, un problema que lastró al equipo rojiblanco la pasada campaña y que este curso de momento no ha arreglado, sino más bien lo contrario.
Las penas máximas que Antonio Puertas cometió sobre Gayá en el Granada-Valencia –y que dio lugar al 1-1 valencianista– y el que Duarte cometió sobre Nteka en el Rayo-Granada (el 2-0) han convertido al conjunto que dirige Robert Moreno en el que más penaltis en contra acumula en las tres primeras jornadas, igualado con el Celta y con el Rayo, que también vieron volar puntos en este arranque del campeonato después de haber lamentado dos penas máximas en su contra.
La pasada temporada este aspecto ya le pasó factura a los rojiblancos, puesto que el Granada no solo fue el equipo de Primera que más penaltis cometió (12) sino que se puede considerar el tercero de las grandes Ligas europeas con más penaltis en contra, tan solo por detrás del Udinese italiano (14) y del Metz francés (13).
Al margen de ellos, ningún otro equipo de la máxima categoría en Italia, Inglaterra, Alemania, España y Francia tuvo tantos despistes en el área propia. Ese motivo dificultó que los rojiblancos conservaran su portería a cero en muchos partidos y los alejó de las posiciones europeas, ya que esa docena de penas máximas en contra fue el doble de las que los árbitros le pitaron en la temporada 2019/20, en la que el Granada concluyó el curso en una séptima posición que le dio derecho a jugar la UEFA Europa League.
Rui Silva y su don
El curso pasado a estas alturas de LaLiga el Granada llevaba seis puntos y no había lamentado ningún penalti en contra. La acumulación de partidos de tres competiciones distintas, las rotaciones obligadas por el buen papel realizado en estas y por los casos de covid-19 que afectaron a la plantilla rojiblanca terminaron pesando mucho en el equipo y, por tanto, también en su rendimiento defensivo.
Desde que Isma Ruiz provocase el primer penalti en contra de los rojiblancos en el polémico Real Sociedad-Granada de la jornada 9, un partido que el equipo granadino afrontó con doce jugadores del filial porque LaLiga consideró que en la escuadra rojiblanca había un brote tras un viaje a Chipre en el que dieron positivo tanto Puertas como otros integrantes del 'staff' técnico, el Granada no dejó de acostumbrarse a tener que aguantar lanzamientos de jugadores contrarios desde los once metros. A favor del equipo nazarí jugó que el ahora bético Rui Silva, portero titular de los rojiblancos durante la pasada campaña, demostró tener un don para detener estas acciones y acabó el campeonato convertido en el cancerbero que más goles evitó desde el punto fatídico: cuatro.
Paró un penalti a Saúl en el Atlético-Granada (jornada 3), otro a Expósito en el Eibar-Granada (jornada 17), otro a Alcácer en el minuto 92 del Villarreal-Granada (jornada 19; 2-2 final) y otro más a Raúl García en el Athletic-Granada (jornada 26). Ángel Jiménez también detuvo un penalti en el Real Sociedad-Granada (jornada 9) y Rafa Mir falló el suyo en el Huesca-Granada (jornada 24), por lo que el equipo rojiblanco acabó encajando seis goles de doce posibles. De momento, esta temporada lleva dos tantos encajados en dos penaltis pitados. Si no cambia esta tendencia, el conjunto de Robert Moreno se verá abocado a sufrir mucho en los próximos meses.
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