Valladolid - Granada | La contracrónica
Lo de Pascual es la lecheMarcar al fin en Liga tras el doblete en la Copa del Rey no permite al delantero almeriense darle una victoria al Granada y termina aparentemente amonestado durante el tiempo añadido incluso por pedir un penalti que hasta pudo ser
Marcar al fin en Liga no permitió a Jorge Pascual brindarle una victoria al Granada, que rompió su racha de tres empates a cero consecutivos ... viéndose remontado en Valladolid. El delantero almeriense adelantó a los rojiblancos tras su doblete al Roda en la Copa del Rey, pero terminó aparentemente amonestado durante el tiempo añadido incluso por pedir un penalti que hasta pudo ser. La leche. Pascual no era el único problema, claro.
Pascual tenía que demostrar que lo de la Copa no había sido casualidad, y en Zorrilla se le vio más tranquilo que nunca antes. El punta volvía a regodearse con el balón cuando lo recibía fuera del área, demasiado lento en ocasiones para descargarlo a banda y acudir al área, pero Souleymane Faye se propuso que se estrenara también en el campeonato regular. El extremo pareció tomarse la fortuna de su compañero como algo personal y ya le brindó una asistencia fantástica a los veinte minutos para un gol que no subió al marcador por medio metro en el desmarque del propio senegalés.
Henchido de confianza, Pascual se atrevió a continuación hasta con una chilena fallida al estilo de las que intentaba Cristiano Ronaldo antes de que le saliera la de la Juventus. Tampoco se pensó mucho un latigazo desde fuera del área que repelió bien el portero del Valladolid, quien no pudo hacer nada ya a los cinco minutos cuando Faye volvió a encontrar al '9' para que ya definiera al primer palo con un zurdazo inapelable. Lo predijo la semana pasada el cómico granadino Christian García como último protagonista de los encuentros 'Suena Granada' que IDEAL organiza con el patrocinio de la Fundación Unicaja; y es que clavó hasta el asistente.
Algo paranormal debía unir a Pascual y Faye en Pucela, porque el extremo habilitó una vez más al delantero poco después para que en esa ocasión se topara con el larguero. Al Granada, sin embargo, le iba a tocar defender esos últimos minutos previos al descanso con el propio punta implicado en la protección de su gol. A la vuelta de vestuarios le pasó por encima el capitán Juric como por orden de su entrenador. El árbitro no le cobró más tarde un recorte innecesario en pleno contragolpe, de vuelta a las andadas al demorarse por el último pase.
Tan bien parecían pintarle las cosas al Granada en Valladolid, con el gol de Pascual, que solamente se le podían torcer. Quizás por complacencia, los rojiblancos no recuperaron ya el nivel de la primera media hora y el enmascarado Amath Ndiaye lo castigó. Tampoco Faye era ya el mismo, ni sintonizaba como antes con su compañero en punta. Con el empate y la inercia en contra, Pacheta recurrió a dos de los hombres que vinieron a reivindicarse en la Copa –Manu Trigueros y Pablo Sáenz– como revulsivos.
Iba a ser de nuevo Pascual, mientras Faye rodaba por el césped tras una colleja de Iván Alejo, quien pusiera un balón de oro a Trigueros con la frente y tras centro de Sáenz pero en fuera de juego y con la anticipación de un central del Valladolid. A ellos les siguieron Diego Hormigo por el acalambrado Baïla Diallo y Luka Gagnidze –con la melena del 'Pibe' Valderrama– por Pedro Alemañ. Un primer control orientado extraordinario del recambio en el lateral izquierdo bien pudo traer un mayor botín. Pascual trató de reencontrarse luego con Faye, sin éxito. Provocó una falta sobre la frontal y se la pidió Sáenz, también sin tino. La mano de Manu Lama lo tiró todo por tierra; Pascual ya se escondía bajo la camiseta, y eso que todavía no sabía que Luca llegaría a tocar el balón de Chuki. El 'muñeco diabólico' de Pucela deparó un Halloween tardío.
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