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Ínma Benavides y Thomas Butzke, padres de Adri, presumen orgullosos de su hijo en portada de IDEAL ayer en la cafetería que regentan en Maracena. RAMÓN L. PÉREZ
Granada CF

«Estamos muy orgullosos, Adri se lo merecía»

Historia de un canterano ·

Thomas e Inma celebran el 'hat-trick' de su hijo Butzke inmersos en las felicitaciones de los clientes de su cafetería

Miércoles, 1 de diciembre 2021, 19:24

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«¡Viva la madre que lo parió!», gritaban en la calle Generalife de Maracena a Inma desde que levantó la persiana de la cafetería K'Tomas a las siete de la mañana. Ella trajo al mundo al delantero Adri Butzke (Monachil, 1999), el canterano que debutó con el Granada en la primera ronda de la Copa del Rey frente al Laguna en Tenerife con un 'hat-trick'. Inma y Thomas, el padre que presta su apellido alemán a la criatura, no cabían en sí de orgullo. No pararon de recibir la enhorabuena de su clientela habitual, aunque ellos siguieran sirviendo cafés y tostadas como si fuese un día más, auténticos currantes. «Esto es lo más grande que nos podía pasar», admitían.

Inma, quien inculcó el amor por el fútbol y el Granada a sus tres hijos, dejó la cafetería antes de tiempo el martes para ver el partido en casa de su amiga María José, allí en Maracena. «Llegué ya con el primer gol y me estaba sentando todavía cuando marcó Adri. Fue un subidón muy grande, pegué un chillido y nos abrazamos todos. Cuando vi que se besó el escudo y se emocionó, lloré con él», rememora aún conmocionada. «Me crie en el Zaidín y soy del Granada de toda la vida gracias a mi padre. Adri ha cumplido el sueño de su abuelo, que era almeriense pero se enamoró de una granadina», comparte.

Para que ella pudiera ver el partido tranquila tuvo que quedarse al frente del negocio familiar su padre Thomas, que cambió Alemania por Andalucía en 1984 para luego instalarse en Monachil antes de abrir su cafetería en Maracena hace ya once años. Apenas conserva el acento germánico: «Lo justo y necesario. O sea, nada». «Lo vi desde el móvil de un cliente que tenía la aplicación de DAZN, con más de diez personas alrededor. Fue impresionante, se me pone el vello de punta todavía», cuenta. «El segundo de los tres goles fue de pillo, pero los otros dos fueron para enmarcarlos», se congratula. «Ni en mis mejores sueños lo habría imaginado, era muy complicado», reconoce.

Un cliente de la cafetería lee la portada de IDEAL con Adri Butzke mientras su padre, Thomas, le atiende. RAMÓN L. PÉREZ

«Adri se lo merecía porque le ha puesto al fútbol mucho esfuerzo y trabajo, es el premio a su constancia», comparten sus padres Thomas e Inma. «El momento le ha llegado cuando debía», celebran, testigos de la evolución de su hijo tras una temporada cedido en el Haro riojano de Segunda B. «Allí sufrió y nosotros sufrimos con él, pero volvió muy cambiado de aquella 'mili' y ahora está muy contento. Vio la suerte que tiene aquí y al volver dio un pisotón y fue a por lo que realmente quiere, que es ser futbolista del Granada. Le hizo mucho bien porque le faltaba madurez, y para nosotros, como padres, fue muy importante el cambio tan trascendente y positivo que vivió», apunta Inma.

«Allí se dio cuenta, entre otras cosas, de que el papel higiénico no crece solo en el baño, sino que hay que ir a comprarlo. Todos esos detalles le hicieron madurar», reseña Thomas. Adri Butzke compartió piso allí con otros tres compañeros del Haro: un malagueño, un finlandés y un japonés. «Hizo buena piña, pero lo pasó mal y nosotros no pudimos ir a verle por la pandemia. Al ser hosteleros, nos pegó muy fuerte y cuando tuvimos que cerrar nos quedamos en casa», lamenta Inma, que no dejó de ejercer de madre en la distancia. «Le aconsejaron que se fuera allí para madurar y le vino muy bien. En el club le apoyan muy buenas personas que ven algo en él y le aconsejan. De ahora en adelante se va a aferrar mucho a lo que tiene aquí, porque es lo que quiere», añade, feliz por tenerle de vuelta en casa aunque asume que se independizará pronto.

«Una sonrisa para todos»

La cafetería no es ajena para el futbolista, que suele ayudar a sus padres siempre que puede, como el verano pasado. «Nos echa una mano en la barra y de hecho tiene su propia hucha de propinas. Siempre lo hace con ganas y es espabilado, se le da muy bien. Aquí me tiene a todo el mundo revolucionado: a las personas mayores porque son mayores, a las niñas porque son niñas y a los bebés también, lo adoran. Es un niño cariñoso y buena gente, humilde, que se hace de querer. Siempre tiene una palabra amable y una sonrisa en la cara para todos», le describe Inma. Lo corroboran clientes habituales como Pepe y María José: «No podía aún con la bandeja y ya estaba ayudando. Es muy buen niño».

Inma muestra la hucha en la que Adri Butzke guarda sus propinas. RAMÓN L. PÉREZ

Cuando Adri Butzke se besó el escudo del Granada al celebrar su primer gol, a Inma le vinieron a la cabeza los recuerdos de tantos y tantos viajes en coche para llevarle a sus partidos desde que era un crío. «Desde que empezó a jugar como portero con dos años y medio», precisa. En su recorrido por la cantera se granjeó cierta fama de díscolo; ella le pedía que, por favor, se desahogase en el coche y no sobre el terreno de juego. «Siempre le pasó factura el pronto que tiene, pero luego se viene abajo y se arrepiente a los cinco segundos. Fue un niño sano pero inmaduro, todo el mundo lo decía. Tuvo una adolescencia tardía, pero como le puede pasar a cualquier chavea. No se le puede reprochar nada porque nunca hizo daño a nadie más que a sí mismo», le justifica su madre. «Todo ha sido un aprendizaje; nunca es tarde si la dicha se buena. Los tres goles en Tenerife compensan todos los berrinches», celebra ahora.

Aunque los clientes de la cafetería piden que Robert Moreno le dé más minutos en Liga, Thomas e Inma mantienen la prudencia. «Esto no es tan fácil», advierten. «Queremos que luche por sus sueños pero que no cambie y siga tan humilde como es. Veo difícil que en adelante pueda volver por la cafetería a tomarse una cerveza tranquilo, pero seguro que pasará de vez en cuando porque tenemos una clientela muy 'bonica'», proclama Inma. «Ya nos ocuparemos nosotros de que mantenga los pies en el suelo», asegura Thomas.

Adri Butzke posa ayer con el balón del partido por su 'hat-trick' junto a la hija de un cliente de la cafetería en la visita a sus padres. IDEAL
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