Kamil Józwiak y Kamil Piatkowski, antes del último entrenamiento del equipo. Ramó L. Pérez
Opinión

El Granada alimenta su fe

La otra mirada ·

Dos jornadas consecutivas sin perder, una de ellas ante el FC Barcelona, han hecho que el milagro de la salvación tome cuerpo y la afición se ilusione

Justo Ruiz

Granada

Sábado, 17 de febrero 2024, 23:55

El Granada estaba enterrado y bien enterrado hace tres jornadas. Penúltimo, descolgado y sin apenas latido en otro corazón que no fuera el de Alexander ... Medina. Ahora, el equipo granadino ve la luz inversa a la de la muerte, la de la vida, y la persigue aun consciente de las dificultades que todavía le esperan. Dos jornadas consecutivas sin perder, una de ellas ante el FC Barcelona, han hecho que el milagro de la salvación tome cuerpo y la afición se ilusione. Ni que decir tiene que el partido de hoy ante el Almería es a vida o muerte para afianzar este milagro. El Granada más homogéneo, creíble dentro de la moderación e incluso ofensivo, consiguió un punto de oro en el estadio de Montjuic. El conjunto de Medina acudió para reivindicar la dignidad en una situación tan delicada en la Liga como la de penúltimo y lo logró con honor y en no pocas ocasiones con fútbol inteligente.

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El conjunto rojiblanco ha decidido llevar los partidos al bosque y al pantano y allí, mimetizado entre sus limitaciones, salir de caza mayor para seguir en Primera división. Se ha convertido en un equipo muy físico, tácticamente mejorado y de corteza dura. Con esa facha, los rivales ya empiezan a tomarle respeto. El valioso empate en Barcelona ratifica que la plantilla, esta vez sí, cumplió con su promesa de no bajar los brazos y, sobre todo, señala a Medina, que sí ha sabido mantener la esperanza en que se podía revertir la situación y que ha contagiado ese espíritu a sus futbolistas. No ganó, pero en eso tuvo que ver el árbitro. En lo demás, en lo futbolístico, el Granada volvió a enganchar a su afición y, con esa unión tan reclamada por el técnico uruguayo, gritó a los cuatro vientos que el estadio de Los Cármenes sea decisivo en la permanencia. Los rojiblancos se dejaron el alma para lograr algo positivo y lo hicieron además de forma ordenada, siendo competitivos y serios.

Ahora toca ganar al Almería en el recinto deportivo del Zaidín, donde se espera una batalla épica en un campo que estará abarrotado. Sumar los tres puntos sería un golpe de efecto de un valor incalculable. Una derrota ante el colista sería un varapalo al proceso de crecimiento que lleva el equipo, cada vez más asentado en torno a la filosofía de su entrenador. Medina ha preparado a su equipo para el duro combate de esta tarde. Quiere un bloque batallador, lleno de espíritu, de valentía y de casta. Sabe que ante el rival de hoy no puede haber dudas ni claroscuros. Si además hay un poco más de fútbol que hasta ahora... Esta tarde tendrá el apoyo de toda su afición, de un estadio, queda dicho, lleno, presto para una guerra donde el Granada quiere encontrar una salida para la salvación y seguir alimentando su fe.

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