Permanecer en silencio
Bajo control ·
Medina convirtió el juego de los suyos en La Cerámica en un laberinto donde nadie sabía dónde estaba ni donde debía estarJuan Torres Colomera
Granada
Miércoles, 6 de marzo 2024, 19:56
El estadio de la Cerámica es un recinto acogedor y tranquilo, cuyo público responde, en un porcentaje elevado, a familias villarrealenses que asisten a los ... partidos con todos sus miembros. Un campo idóneo para que un equipo inseguro y escasamente eficiente como el Granada hubiese podido resurgir de sus cenizas. Pero, una vez más, todo se redujo a la elocuencia escuchada en las ruedas de prensa prepartido. Exposiciones puramente teóricas que, en lugar de aparecer sobre el césped, se quedaron nuevamente dentro del vestuario.
Últimamente, a Alexander Medina le ha dado por cambiar de 'estructuras' según a qué adversario vaya a enfrentarse, siendo esa manera de jugar una de las causas que propició el cese del anterior entrenador. Aplicar sistemas distintos suele generar desbarajustes posicionales en las líneas, cuyas necesarias alternancias y movimientos son difícilmente interpretadas con perfección por los jugadores.
En Villarreal, Medina descompuso la solidez de su sistema defensivo al repetir lo que hizo en Barcelona y situar a Hongla como tercer central marcando línea de cinco para defender, sin tener en cuenta que en Montjuic y con ese mismo sistema encajó tres goles, que no son pocos. En La Cerámica renunció de nuevo al 4-4-2 que sostiene mejor al equipo y convirtió el juego de los suyos en un laberinto donde nadie sabía dónde estaba ni donde debía estar.
Los equipos que mantienen un mismo sistema y lo trabajan correctamente tienen más opciones de triunfar que los que cambian continuamente en función de cada partido, pues, salvo excepciones, tanto cambio termina por anular las capacidades innatas de los futbolistas y los arrastra a la confusión.
Tras lo presenciado en Villarreal y la imagen dada por el equipo, el jefe de prensa del Granada debió aconsejar a la expedición rojiblanca que utilizaran la metáfora de la culpabilidad. Tienen derecho a permanecer en silencio. Cualquier cosa que digan podría ser utilizada en su contra.
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