Balón aéreo dividido durante el partido en Anduva. LOF
Opinión Granada CF

Sentido común y suerte

El 'doce' ·

Bastó hacer gol en una de las dos llegadas con peligro a la meta rival para sumar de tres

Eduardo Zurita

Granada

Domingo, 6 de octubre 2024, 16:30

Segunda victoria del Granada en la temporada, nuevamente fuera de casa. Un solitario gol en Ferrol y otro en Miranda de Ebro, manteniendo inmaculada la ... portería propia, han propiciado seis puntos, más de la mitad de todo lo recaudado en lo que va de campeonato. En ambos casos el fútbol desarrollado no fue brillante, y el resultado devino en óptimo por la pericia en la contención defensiva.

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Se han reducido las jugadas de peligro en contra desde la llegada de Escribá al banquillo. Ante el Burgos, un despiste propio y un golazo del rival evitaron la victoria, pero ante el Mirandés bastó hacer gol en una de las dos llegadas con peligro a la meta rival para sumar de tres, con un buen ejercicio posterior de solidaridad defensiva y una actuación destacable de Mariño.

El Granada no jugó bien ante el Mirandés. Y la suerte estuvo de su lado, tanto en la jugada del gol, precedida de una acción en el área del Granada que bien pudo acabar en señalización de penalti por mano de Ricard –cada vez son menos claros los criterios que rigen en la apreciación de estas infracciones– como en otra jugada dudosa en un saque de esquina donde el mismo Ricard contactó con un rival cayendo ambos al suelo. Las decisiones del árbitro y la sala VOR cayeron del lado granadinista, y propiciaron la victoria final en Anduva.

El cuadro de Escribá empieza a ser capaz de competir, pero le falta un mundo para ser un conjunto dominador. Es necesario mejorar la capacidad de control del juego, y que algunos de los miembros de la plantilla llamados a ser diferenciales, mejoren su rendimiento. Desde que llegó Escribá, Gonzalo Villar ha ido a más en su capacidad de dirigir a los suyos, pero existen futbolistas lejos de su mejor versión. Tsitaishvili es cada vez menos determinante, Trigueros está lejos del gran distribuidor que se esperaba, Boyé sigue enredado sin resultado y Uzuni no muestra la eficacia de hace dos temporadas. Otros no salen de su perpetua mediocridad, como Weissman, a pesar del gol marcado en Miranda, con pérdidas absurdas que pudieron costar caras ante el Mirandés, o Corbeanu, que más que un revulsivo para los suyos pareció empeñado en otorgar oportunidades al rival.

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El sentido común de posicionar correctamente a los suyos por parte de Escribá, evitando debacles en el equipo con los cambios que decide, ha bastado, con el acompañamiento de la suerte, para obtener cuatro puntos en dos salidas a campos complicados. Confiemos en que la sensatez mostrada por el nuevo entrenador se acompañe de una progresiva mejora de rendimiento de todo el plantel para colocar al Granada en la senda que todos deseamos.

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