Diez partidos para lograr una permanencia milagrosa

Más allá de lo que hagan los demás y las estimaciones de cierre de otras temporadas, el primer análisis pasa por ver qué le queda a los nazaríes por delante para intentar esa media docena de victorias en apenas diez encuentros. Suena quimérico, sobre todo vista su escasa fiabilidad a domicilio y sus quebrantos en cuanto desaparece algunos de los considerados titulares de sus alineaciones. Pero se puede echar un vistazo al menos.

La primera piedra de toque tras el parón tiene el tamaño de un menhir de Obelix. Es el Barcelona, que aunque acuda sin Messi, sigue teniendo una dificultad mayúscula. Los azulgranas son de esas escuadras que se debilitan por las convocatorias internacionales, pero el Granada tampoco se libra de ello. El encuentro es el domingo 2 de abril, a las 20.45 horas. A Alcaraz le gustará evocar a aquel triunfo por 1-0, obra de Brahimi, que le dio energía para sobrevivir en su última campaña como rojiblanco de su etapa anterior.

Pase lo que pase, no habrá tiempo de celebraciones y para lamerse las heridas, en caso de derrota. El miércoles aparece una nueva oportunidad de renacer o terminar de hundirse en Riazor. El miércoles 5, a las 20.30 horas, el Granada acude al campo del Deportivo con el afán de acercarse a uno de los que están próximos en la clasificación. Será el día de demostrar si fuera de su estadio, y ante otro contrincante directo, cabe la esperanza o se asume el fracaso.

Tras el actual campeón y el rival directo, aparece una secuencia doble en Los Cármenes. Encuentros ante el Valencia, el domingo 9 de abril a las 12; y el Celta, el domingo 16 de abril a las 20.45 horas, adversario que está entretenido con su participación en la Europa League.

Sin duda, dos muescas que entrarían en cualquier previsión. Pues el viernes siguiente el Granada irá al Sánchez Pizjuán (20.45 horas). Aunque los de Sampaoli se han desinflado algo, en su feudo siguen siendo fortísimos.

Tras un derbi, otro. El Málaga llega a tierras nazaríes, en un 'clásico' que puede tener bastante tensión competitiva. Todavía no tiene horario, pero parece claro que los blanquiazules también estarán buscando distanciarse de la zona crítica.

Anoeta, lugar que gusta

Después de esta nueva jornada intersemanal, los rojiblancos vuelan a un destino donde han sacado bastantes puntos en este periplo en Primera división. De hecho, Anoeta formó parte de aquella racha impresionante de José Ramón Sandoval al frente, cuando nadie daba ya un euro por el conjunto. Un 0-3 que catapultó las opciones de seguir en la élite, si bien el año pasado le tocó morder el polvo al técnico de Humanes.

El actual líder de LaLiga aparece en el horizonte de mayo, a tres jornadas de la conclusión del campeonato. Tal y como están las cosas, parece que estará disputando el título, por lo que recrudece la empresa de repetir aquella proeza de hace unos años, en el debut de Alcaraz en Primera con el equipo. Un 1-0, con tanto en propia puerta de Cristiano Ronaldo, nada menos.

Si el Granada sigue penando como forastero, tal vez pueda hacer algo en el campo de un equipo que ya ha dado por derramada la campaña. Se trata del Osasuna. En la jornada 37 acuden los rojiblancos al Sadar.

El final será en Los Cármenes, ante un Espanyol que en estos momentos apura sus opciones de clasificarse para competiciones europeas, aunque habrá que vislumbrar su objetivo entonces.

Las conjeturas están al alcance de cualquiera y en las ecuaciones hay que introducir, inevitablemente, a otros muchos actores en liza, con calendarios muy diferentes y pugnas también entre ellos, que pueden agrandar o a achicar los espacios que separan a unos de otros.

Resignarse puede ser una posición obvia. Sobre todo, si pasan las semanas sin progresión ni recorte. Pero quizás aparezca ese rayo de esperanza que de repente saque a la hinchada de la tristeza y le haga rememorar alguna hazaña tardía. Parece más complicado que nunca. Seis victorias en diez partidos sólo parece al alcance de los llamados 'grandes'. En unos meses sabremos si con 37, la suma, habría bastado o no.