Carrasco destroza a un Granada bisoño y que se deja llevar
El Atlético de Madrid goleó sin piedad a un equipo serio durante la primera media hora pero extremadamente frágil defensiva y psicológicamente tras encajar el primer gol
Antonio Navarro
Sábado, 15 de octubre 2016, 19:03
Lucas Alcaraz no tuvo su reestreno soñado en su primer partido al frente del Granada CF que lidera Jiang Lizhang. Más bien al contrario. Su ... equipo repitió algunos de los vicios que condujeron al cese de Paco Jémez y, tras una primera media hora bastante aceptable, comenzó a repartir regalos en defensa que un rival como el Atlético de Madrid no suele desaprovechar.
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El Granada demostró ser un conjunto excesivamente frágil tanto defensiva como psicológicamente, por lo que cabe preguntarse si a estos jugadores les resulta más necesario entrenar más mecanismos defensivos para no hacer el ridículo en citas posteriores o el problema es mental. De desconcentración, de desorden, de desanimo. Más que un entrenador, el equipo nazarí parece estar necesitado de un chamán que espante los malos espíritus que partido tras partido se aparecen sobre la portería de Memo Ochoa, que no estuvo especialmente inspirado en el Vicente Calderón.
El Atlético llevo la manija del choque desde el inicio pero el Granada mantuvo la compostura durante los primeros instantes y un golazo por la escuadra de Isaac Cuenca (m.17) adelantó a un equipo visitante esperanzado en dar la sorpresa de la jornada. Al conjunto colchonero le siguió costando arrimarse a la portería de Ochoa durante varios minutos pero tras el 1-1 logrado por Carrasco se desató la tormenta. O el tsunami más bien. El gol del empate, que cambió radicalmente el curso del partido, llegó precedido por un cabezazo de Griezmann que Ochoa rechazó débilmente y Lombán despejó hacia el centro, lugar de despeje prohibido para cualquier futbolista desde categoría benjamín. El balón regresó al área y allí Carrasco no perdonó. Igual que tampoco lo hizo cuando recibió en la frontal del área a un minuto del descanso y chutó con la fortuna de que el balón rebotó en Tito y despistó a Ochoa (2-1). Pudo hacer mucho más el meta mexicano.
Con el resultado en contra y el centro del campo perdido, el ataque del Granada en la segunda mitad estuvo prácticamente desaparecido y Carrasco completó su hat-trick con un nuevo tanto a pase de Griezmann ante una pareja de centrales granadista demasiado ocupada en vigilar a Gameiro como para ocuparse del jugador que llegaba desde atrás (3-1). Nico Gaitán puso el 4-1 en el marcador tan solo un minuto después y el Granada bajó los brazos. Si el equipo andaluz va colista no es casualidad y es que Alcaraz puede trabajar el orden, la táctica y diez mil cosas más pero no ha sido contratado para explicarle a jugadores de Primera División que deben sudar la camiseta. O al menos eso se supone.
La fiesta colchonera se prolongó hasta que De Burgos Bengoetxea decidió acabar con el calvario que padeció la escuadra nazarí durante el último tramo del encuentro. Gaitán, que había entrado en el minuto 60, marcó su segundo gol de la tarde, Correa aprovechó un mal control de Vezo para robarle la cartera y marcar el 6-1 desde la frontal del área y Tiago fue el encargado de cerrar el marcador al aprovechar en el interior del área una jugada colectiva que la defensa del Granada se vio incapaz de frenar. Tras la debacle, los granadinos recibirán en casa al Sporting. La situación se agrava por momentos por lo que los pupilos de Alcaraz deberán demostrar compromiso además de un mayor orden atrás y a la hora de sacar el balón jugado para poder ilusionar a su hinchada de que lograr la permanencia es una realidad posible y no un cuento de ciencia ficción.
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