Doucouré se los come a todos
El entrenador varía sin embargo su pareja sin que quede claro quién tiene galones de titular entre Rico, Krhin y Rubén Pérez
Rafael Lamelas
Sábado, 5 de marzo 2016, 11:49
1. Superado el minuto 90 y con una ventaja mínima en el marcador, a cualquier futbolista le pueden temblar las piernas, agarrotadas por el cansancio ... y la precaución de velar por un resultado incierto. Agonizaba el partido el jueves, con el Sporting intentando salir del bloqueo y un Granada ya con cautelas, cuando el visitante Ndi, con perfil ofensivo, recibió un balón de espaldas a unos metros de su área. Un futbolista local salió como una exhalación a por él, presionándole lo justo para arrebatarle el balón y componer una jugada que rubricó, con algo de fortuna, Success.
2. Fue la primera intervención en una acción de gol de Abdoulayé Doucouré, aunque es probable que no sea la última. El mediocentro francés se ha convertido en un intocable para el nuevo técnico, José González. Se ha amoldado a su sistema y modelo a la perfección. Si alguien tenía dudas por su adaptación, han quedado disipadas de un plumazo.
3. Doucs, como prefiere que se le denomine con esta grafía es un futbolista que asombra por la metamorfosis que emprende sobre el césped. Si en algunos entrenamientos se le ve algo reservado, aunque chapurrea español, cuando sale a competir se le caen los dientes de leche y le sobresalen los colmillos sedientos de sangre. Doucouré es un portento, pero modera perfectamente la agresividad. Gana disputas, ofrece siempre alternativas de salida a sus compañeros y selecciona bien los pases, tanto los aparentemente sencillos y de rigor, como los que le permiten una triangulación con la que ganar metros en avanzada.
4. El galo asume que fue titular en el primer partido de José González, en Riazor, por una carambola. Fran Rico tuvo fiebre y eso le dio la alternativa. Ahora nadie se atreve a cuestionar su titularidad. Para un centro del campo no tan conectado como cuando tenía tres volantes, la presencia de Doucs flexibiliza las posibilidades de construcción del Granada. Ahora mismo, el sector neurálgico corresponde a él y uno más. La cuestión, precisamente, es discernir su acompañante.
5. Por lo visto en los apenas 180 minutos en los que ha gobernado el nuevo preparador, las alternativas se le abren todavía en la otra plaza de pivote. Si en tierras gallegas se decantó por Rene Krhin, que estuvo pulcro en las labores de contención y despeje aéreo, para el encuentro en casa José González prefirió a Fran Rico, con intención de mejorar las ramificaciones.
6. El gallego mantuvo cierto criterio en el primer tiempo, pero le faltó meter una marcha más para convertir sus filtraciones en opciones de peligro. Con el paso de la segunda parte se fue diluyendo. Fue entonces cuando González sorprendió con su relevo. Fue Rubén Pérez, quien había sido baja por acumulación de amarillas.
7. El sevillano sí aportó la mejora necesaria para la parcela meridiana, con mejores piernas y rapidez para orientar el esférico de lado a lado. Rubén Pérez llevaba varias jornadas muy por debajo de su verdadero nivel. Esto se pagó en la parte final de la etapa de José Ramón Sandoval. El hecho de observar competencia puede haberle servido de acicate.
8. Si hay posiciones que parecen más o menos determinadas en la alineación y que por ahora sólo se romperían por lesiones o sanciones, en lo que respecta a los mediocentros hay una disputa intensa por ganarse la confianza del míster, de cara a acompañar al omnipresente Doucouré.
9. Otros futbolistas se están encontrando más incómodos bajo el nuevo dictado. Sobre todo es Rochina, quien se ha tenido que adaptar por exigencias del guion a la orilla derecha. El de Sagunto no es feliz ahí y se notó en la tendencia a desatarse para estar más cerca del carril de paso de la pelota. Esto, en caso de pérdida, le obliga a un retroceso para fajarse en defensa que le va quitando brillo. Si algo quedó claro durante la gestión del anterior entrenador es que Rochina puede llegar a fascinar como mediapunta. En el costado le cuesta más.
10. Otro que alterna entre nubes y claros es Peñaranda. No estuvo vivo ante el Sporting, al contrario que Barral. Hoy se irá viendo si el punta gaditano convence al fin a su paisano para ser de la partida.
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