El momento feliz de La Romareda
La victoria del Granada ante el Real Zaragoza en la primera vuelta ha sido una de las cumbres del equipo rojiblanco esta temporada
Manuel Pedreira
GRANADA
Jueves, 7 de marzo 2019, 00:34
El partido que enfrentó al Granada con el Real Zaragoza –rival el domingo en Los Cármenes– en la primera vuelta marca una de las cumbres ... del equipo de Diego Martínez esta temporada. No solo porque se llevó los tres puntos de La Romareda (0-2) sino porque en aquel choque se exhibieron todas las virtudes que han llevado al equipo rojiblanco a los primeros puestos de la tabla. Ya lo estaba entonces –salió líder de aquella duodécima jornada– y ahí sigue instalado dieciséis jornadas después, a un punto del primero.
'El Granada se viene arriba', tituló en portada la edición de papel de este periódico, con una fotografía de Vadillo y Rodri abrazándose. En páginas interiores se subrayó el «liderazgo incontestable», del conjunto de Diego Martínez, gracias a «un dominio abrumador, como no se recuerda. Toque, movimiento, presión, pases, disparos. Una oda a este deporte», resumió el cronista.
La visita el domingo del Real Zaragoza convoca, por tanto, uno de los mejores recuerdos del presente curso. Es cierto que el Granada ya se había mostrado como un equipo tan fiable como ambicioso en las primeras once jornadas, con siete victorias, dos empates y derrotas en las visitas a La Coruña y Alcorcón, pero el despliegue de los rojiblancos en La Romareda, en especial en la primera parte, desbordó las previsiones más optimistas.
Diego Martínez alineó aquel domingo a Rui Silva en la portería; una defensa formada por Víctor Díaz, Martínez, Germán, y Álex Martínez; San Emeterio, Montoro, Pozo, Vadillo en el medio; y Fede Vico por detrás de Rodri. Se trata de un once tipo muy utilizado –con pocas variantes– en todo el curso y que apenas difiere en un par de nombres del que ganó el pasado domingo al Rayo Majadahonda. Ojeda y Quini por Pozo y Álex Martínez, ambos lesionados.
Cuatro meses después, el dibujo del Granada se mantiene, al igual que el compromiso de sus jugadores y la confianza en sus posibilidades, una determinación que recibió un espaldarazo en La Romareda y que se asemeja a la que ahora inspira el Granada tras las victorias en El Arcángel y el Cerro del Espino.
El Real Zaragoza comenzó la temporada con muchas dudas y después de cambiar dos veces de entrenador la situación no ha mejorado mucho, aunque se mantiene con una distancia más o menos holgada sobre los puestos de descenso. El primer técnico en caer fue Imanol Idiákez, destituido tras seis jornadas sin ganar y que dejó al equipo a cuatro puntos de los 'play off', a diez del ascenso directo y dos sobre el descenso.
El fiasco de Alcaraz
El elegido para sustituirlo fue el granadino Lucas Alcaraz, que debutó con derrota en Elche y una semana después se llevó un repaso de su Granada del alma. La situación del conjunto maño no solo no se enderezó con Alcaraz a los mandos sino que empeoró. Sus números fueron desoladores. Cinco puntos de 24. Una victoria, dos empates y cinco derrotas. A mediados de diciembre fue destituido. En su lugar, una cara conocida, la de Víctor Fernández, el entrenador que llevó a los maños a ganar una Recopa de Europa hace casi un cuarto de siglo.
El nuevo viejo técnico del Real Zaragoza ha variado mucho el once tipo respecto al habitual en el primer tramo de la competición. El pasado domingo, por ejemplo, solo jugaron seis de los titulares ante el Granada, con un resultado parecido pues los maños cayeron en casa ante el Almería (1-2). En el mercado invernal hicieron tres fichajes, dos centrales (Guitián y Dorado) y un delantero (Linares). Los dos últimos fueron titulares el domingo en La Romareda.
Y un último apunte. Las dos últimas victorias del Granada (Córdoba y Rayo Majadahonda) se han producido ante equipos a los que ya ganó con claridad en la primera vuelta. Y el refrán dice que no hay dos sin tres.
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