Milla celebra junto a sus compañeros su primer tanto en la máxima categoría. /RAMÓN L. PÉREZ
Granada CF

Milla marca y deslumbra en su debut soñado en Primera

El mediocampista fue el único fichaje de este curso que se hizo un sitio en el once titular y tras unos primeros minutos discretos dio razones para pensar que el club no se ha equivocado con su contratación

Antonio Navarro

GRANADA

Domingo, 13 de septiembre 2020, 01:15

El 9 de septiembre de 1984 Luis Milla, jugador del FC Barcelona, marcaba su primer gol en Primera división en el partido que significaba su ... estreno en la elite: un Barça-Zaragoza.

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Veintiséis años después –el 12 de septiembre del 2020– otro Luis Milla, su hijo, debutaba de la misma manera: marcando su primer gol en la elite en el mismo partido en el que debutaba, el Granada-Athletic de ayer.

El formidable disparo del ex del Tenerife recorrió 18 metros a velocidad de vértigo antes de introducirse en la portería de Unai Simón y dejar herido de muerte al Athletic, que se había ido a la caseta con un 0-0 al descanso y se encontró con dos goles en contra en los ocho primeros minutos de la segunda mitad.

La ilusión de Milla se podía palpar en los minutos previos, en los que recibió un mensaje de su padre en el que le contaba que en la familia estaban nerviosos y pendientes de que empezara el partido, que al igual que toda la afición del Granada no pudieron presenciar en las gradas del Nuevo Los Cármenes por culpa del 'dichoso' coronavirus.

Milla no quería defraudar a nadie. Ni a su familia, ni a su nueva afición ni tampoco a un Granada que este verano pagó 5 millones de euros por tenerlo en sus filas. En los primeros minutos del duelo su participación fue discreta, pues ante un buen inicio del conjunto de Gaizka Garitano el mediocampista se centró en no perder su posición y facilitar así su labor de contención como escudero de Montoro y de Yangel Herrera. Poco a poco el madrileño fue demostrando que si algo no le falta es personalidad y, además de bajar cuando era necesario para ayudar a sus compañeros en la salida de balón, en el minuto 38 protagonizó una cabalgada en la que se recorrió más de medio campo con el balón en los pies, aunque finalmente errara en su intento de pase a Roberto Soldado. No se deprimió por este fallo y continuó ofreciéndose a sus compañeros para facilitar la construcción del juego.

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No obstante, su gran momento llegó en el ocho del segundo tiempo, cuando en un intento de contra del Athletic le robó la cartera a Dani García, se marchó con descaro a la frontal del área y soltó un zapatazo que se convirtió en el 2-0. Milla sonrió y aún tuvo tiempo de jugar unos minutos con Gonalons antes de que, en el 88 de partido, le tocase irse a descansar entre aplausos y dejar su sitio en el campo a Víctor Díaz.

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