Dos malagueños que hicieron la 'mili' en sendas cesiones

«Bryan es un jugador muy listo, de calle», lo define Luis Fradua, responsable del fútbol formativo en el Granada. Es diestro y el técnico del filial, Rubén Torrecilla, lo emplea en la izquierda. «Tiene muy buen uno contra uno», abunda. Natural del barrio de La Palmilla, amigo de Antoñín –hoy cedido en el Málaga–, fue captado por los rojiblancos en el modesto Conejito. «Le hicimos varias pruebas y nos gustó», subraya Fradua. Llegó en la temporada 19/20 al Juvenil de División de Honor y se salió del mapa, con muchos goles y asistencias. La siguiente campaña se fue en préstamo al El Ejido. Jugó 15 partidos, tres como titular, ejerciendo una labor de revulsivo por su rapidez y regate. Hizo un gol en su debut con la camiseta celeste. «Le veíamos nivel y no nos quisimos desprender de él. Salir les permite 'sufrir' el fútbol: no verse titulares, separarse de su entorno... Es un chaval que genera buenas situaciones que ha tenido que mejorar en los roles defensivos, pero que es muy disciplinado», detalla. La entidad ya tiene ultimada la renovación de este jugador de 20 años.

Cristian Gutiérrez, por su parte, llegó procedente del Marbella, con el que llegó a debutar en Segunda B con solo 17 años de la mano de un preparador granadino, Fernando Estévez. Se sumó al Juvenil A en el ejercicio 18/19, el de aquella camada histórica que se enfrentó al Barça juvenil de Ansu Fati. En la 19/20, Cristian se fue al Huétor Vega, entonces en Tercera división, aprovechando el acuerdo de filialidad que existía. Al curso siguiente le tocaría la vivencia en tierras valencianas. En el Atzeneta disputó 20 partidos, cinco como titular, y anotó tres goles.

Cristian es un delantero rápido y vertical, con buen disparo, que recuerda un poco al estilo de Dani Benítez. Torrecilla le emplea de punta, en la derecha y en la izquierda. «Es un chico tranquilo que vino con muchísimo nivel. Es un zurdo muy bueno, rápido, con buen golpeo», argumenta Fradua.

Aunque no fue titular en el último partido del Recreativo, si revolucionó la cita y abrió los ojos de Robert Moreno. «En el filial es normal alternar porque hay mucha competencia y se rota», explica Fradua. Cristian acaba contrato en 2022, con una opción por una campaña más.