El jugador de equipo que todos quieren

«Cuando firma por el Leganés, yo estaba en el Toledo y ya lo quería», desvela Indias, que le seguía el paso desde sus tiempos en el Almería, ya que el dirigente estuvo también en el Roquetas. Con los madrileños «era un fijo. Era el segundo capitán con motivo. Como futbolista suele jugar en el doble pivote, tendiendo a ser el mediocentro más posicional. Guarda muy bien el sitio y da libertad al que le acompaña. Aquí lo hizo con Eraso, aunque también es compatible con un medio más defensivo, como Timor», expone Indias. Destaca su «equilibrio», y aunque asume que no es de esos futbolistas virtuosos con el balón, «tiene un primer pase de salida bueno, lo hace todo fácil. Es muy táctico y ocupa mucho campo», abunda.

Los mayores elogios llegan cuando se le pide que catalogue a la persona en sí. «Es un hombre de vestuario. Cuando juega, lo da todo; cuando no lo hace, no es problemático. Calla y espera su oportunidad. Puede estar sin actuar y cuando tiras de él, ahí lo tienes. Lo da todo en los entrenamientos. Para nosotros fue clave en el Leganés», sostiene su director deportivo.

Un deportista definido por su humildad y compromiso, que siempre «suma». «Todos quieren tener jugadores como él. Si ahora va a tener un mes por la lesión de Baena, seguro que lo va a aprovechar si no le pasa nada. Es muy fiable», extiende Indias, que subraya que «va a siempre a las disputas» y es «muy inteligente» en la toma de decisiones para adaptarse a los momentos del partido.

Tras cuatro años en el conjunto pepinero, concluyó su vinculación el pasado verano. En Primera perdió su condición de indispensable, aunque disputó la nada despreciable cifra de 16 partidos, 14 como titular. «En Primera es diferente porque los mediocentros tienen una mayor exigencia. Aun con ello, nos dio muchísima pena que se tuviera que marchar. Es de esos futbolistas que nos hicieron crecer y siempre los tendremos en nuestro recuerdo», apunta Indias. De hecho, Alberto Martín y Mantovani fueron los que vivieron los dos saltos de categoría. En el último también compartió caseta con otro actual granadinista como Víctor Díaz.

Martín dejó el equipo de su localidad, el Don Benito en Tercera, para irse muy joven al filial del Almería. «Destacaba mucho. Era batallador y siempre titular, aunque no le faltaba cierta vocación ofensiva». Quien habla es José Gabriel Gutiérrez, colaborador de IDEAL en la provincia vecina, fiel seguidor de las evoluciones del 'B'. Cuando la entidad del Mediterráneo adquirió una plaza en la 'división de bronce', Alberto Martín pudo dar un paso más, con el que llamó la atención. «En aquella última temporada aquí le dirigió Francisco, quien entrena hoy al Lugo», aporta Gutiérrez. De allí ya se fue al Leganés.

Se ha convertido en una pieza recurrente para Oltra, que le ha empleado mayoritariamente como refresco desde el banquillo en el centro del campo. En algunas situaciones ha hecho pareja con Raúl Baena. Fue el dúo que emplearon los nazaríes ante el Tenerife en el Heliodoro. En otras, él se ha encargado de la zona de salida. Así fue en Copa del Rey, ante el Zaragoza, y también en la zozobra de Tarragona. Martín necesitaba una actuación más convincente para ganar confianza y esta llegó en Los Pajaritos. La tempranera lesión de Baena le obligó a salir de improviso y se ancló junto a Montoro. Dio tranquilidad en la primera parte y luego sufrió como los demás en la segunda mitad, si bien siempre que intervino, el equipo adquirió algo de temple.

Ahora les espera aproximadamente un mes para dejar ver tus cualidades. Las internas ya se hacen notar, porque el plantel le nombró como segundo capitán durante este verano, justo detrás de Raúl Baena, precisamente. Además, en sus comparecencias ante los medios siempre demuestra un gran nivel en el análisis futbolístico, lejos de tópicos. Alguien que ha vivido tanto siempre tiene enseñanzas que dar.