Juego directo para seguir dando guerra
El Eibar busca sellar la permanencia desarrollando un fútbol poco elaborado y agobiando al rival en la construcción de la jugada
Chema Ruiz ESPAÑA
GRANADA
Domingo, 28 de junio 2020, 00:56
El gen guerrero le viene dado al Eibar por su historia. Nacido en tierra de industrias metalúrgicas y fábricas de armas, recibió el nombre de ... conjunto armero, al que José Luis Mendilibar hace honores sobre el césped. El técnico de Zaldibar ha construido durante cinco temporadas un equipo aguerrido, intenso y reconocible, que no se arruga en la batalla, independientemente del contrincante. Se acostumbró a navegar por aguas mansas tras el susto de su estreno en Primera, cuando sólo el descenso administrativo del Elche evitó que volviera a Segunda, pero en esta campaña ha vuelto a la pugna en la zona baja. Goza de un colchón de seis puntos que le permite respirar, al menos una jornada más tras la derrota del Mallorca, pero su guerra por la permanencia aún continúa, y la de hoy es una de las refriegas subrayadas en el calendario.
Publicidad
Con 32 puntos, el cuadro armero es decimoséptimo. Ante el Valencia logró su primer triunfo en la reanudación del campeonato, tras encadenar una derrota y dos empates, desplegando el fútbol que caracteriza a la escuadra eibarresa. El de Mendilibar es un equipo que desarrolla un juego muy directo y poco elaborado, siempre con la idea de llevar cuanto antes el balón a las dependencias del guardameta rival. Huye de construcciones complejas y desplaza el esférico en largo con frecuencia.
Dibuja un 4–4–2 muy ordenado y estático que sitúa a dos puntas natos en la posición más adelantada. Ellos son el objetivo tanto de los desplazamientos desde la defensa como de los numerosos centros que llueven desde los costados, procedentes principalmente de los laterales armeros, donde recae la mayor parte del peso ofensivo eibarrés. Los extremos, aunque con la misma premisa de bombardear la testa de los delanteros, se permiten más licencias. Buscan asiduamente el desborde y el golpeo desde la frontal. En el centro del campo, el técnico de Zaldibar reúne a dos perros de presa, muy físicos y con capacidad de pisar área, que imprimen intensidad al juego.
Sin balón, su trabajo está estrechamente relacionado con la vocación de ataque rápido y directo que caracteriza al Eibar. Adelanta mucho la línea defensiva, casi hasta el centro del campo, y lleva la primera franja de presión a la zona de construcción rival. Aquítrata de asfixiar a su contrincante para robar y, cuanto antes, encontrar una situación de remate. Por el contrario, esta disposición genera a la espalda de la zaga un espacio que le supone un problema en situaciones de transición.
A efectos numéricos, el sistema es poco efectivo. El Eibar es el séptimo equipo que menos marca, con 32 tantos en su casillero, y el cuarto que más encaja, con 47 goles recibidos. Su máximo goleador, así como su máximo asistente, es el exrojiblanco Orellana, que ha festejado ocho dianas y ha repartido otras seis. Le siguen en el ránking de artilleros Charles, con seis muescas y Kike García, con cuatro.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión