Un histórico que quiere sacar a pasear la gabarra

Desde que Diego Martínez y sus pupilos cayeron en la nueva 'Catedral', ambos conjuntos han disputado trece encuentros, entre Liga y Copa. El Athletic ha sumado en este tiempo solamente tres triunfos, todos ellos en el torneo del KO, mientras que en el campeonato regular ha sumado cinco empates y tres derrotas. El paso del cuadro bilbaíno por las eliminatorias se saldó con dos victorias contundentes ante el Intercity y el Sestao River, ambos de Tercera división, y otro par de empates frente al Elche y el Tenerife. Sendos encuentros fueron resueltos en la tanda de penaltis, lo que permitió a los de Gaizka Garitano plantarse en cuartos de final. Un tanto en el descuento de Williams evitó la prórroga y avivó los sueños del conjunto vasco.

Este gol del delantero rojiblanco borró de un plumazo las sensaciones previas y perfundió en cada hincha del Athletic la idea de que están ante una oportunidad histórica. «Es nuestro momento de poder sacar en un futuro la gabarra», indicó entre lágrimas el propio Williams, ante las cámaras de Telecinco, justo tras el pitido final del encuentro. «Nos da igual quién nos toque, queremos estar en esa final», advirtió, unas declaraciones que reflejan la ambiciosa postura de los leones ante la semifinal.

Williams es el jugador referencia de un equipo que no ha variado demasiado desde la última vez que se cruzó con el Granada, a pesar de la retahíla de resultados negativos. Garitano dirige un conjunto aguerrido, fuerte atrás, agresivo sin balón y explosivo en ataque. El relevo generacional vivido en las últimas campañas en Bilbao ha concluido con la finalización de la etapa de crecimiento de los cachorros de Lezama. El citado delantero es probablemente el mejor ejemplo de ello. Reúne las cualidades que caracterizan al Athletic, aunque destaca principalmente por su velocidad. Es, con ocho tantos entre Liga y Copa, el máximo goleador del conjunto vasco, argumentos con los que fundamenta su candidatura a la selección española.

El atacante bilbaíno ha vuelto a jugar en punta, favorecido por la recuperación de Muniain y el cambio de sistema que ha sufrido el plantel de Garitano. Como el Granada se recompone durante sus encuentros, el Athletic actúa habitualmente con una línea de tres centrales, compuesta por Íñigo Martínez, Yeray y Unai Núñez. Quedan así liberados por los costados Yuri y Ander Capa, dos puñales que ocupan la totalidad de los carriles, apoyados siempre por la caída de los futbolistas de ataque. Dani García y Unai López llevan la manija en el centro del campo, con el citado Muniain y el veterano Raúl García actuando como enganches. El primero de ellos, que estará pese a su expulsión en Liga, suma cuatro tantos, mientras que el último, de infausto recuerdo para los nazaríes, lleva seis. El recuperado Aduriz, Ibai Gómez y Asier Villalibre, entre otros, ofrecen alternativas para el técnico bilbaíno.

La alteración del dibujo, sin embargo, no ha cambiado la forma de jugar del conjunto rojiblanco. El peso ofensivo del Athletic continúa recayendo principalmente sobre las bandas, ahora con más profundidad debido a la libertad de acción de Yuri y Capa, que juegan un papel muy relevante en el equipo. El que fuera jugador de la Real Sociedad y el Paris Saint–Germain ha anotado cinco goles entre Liga y Copa, uno de ellos al Granada, cifra a la que hay que añadir una asistencia. El último de ellos, por su parte, lleva sólo dos tantos, pero ha repartido cinco pases de gol. Por dentro, el Athletic reúne principalmente calidad, con los centrocampistas mencionados previamente, a los que se unen Beñat, bien conocido en la categoría, y ocasionalmente Vesga.

En la faceta defensiva, el Athletic es un equipo muy intenso. Lleva arriba la línea de presión y confía en la solvencia de sus tres centrales frente a la meta de Unai Simón, otro de los que llaman a la puerta de 'La Roja'. El balón aéreo es su especialidad y no generan dudas con el esférico en los pies. La premisa habitualmente es robar y emprender una transición rápida y letal.