Luis Milla Manzanares y Luis Milla Aspas, en una imagen reciente de ambos. R. I.
Granada CF

Luis Milla: «Mi hijo ha llegado a Primera en el momento y con el club adecuados»

ENTREVISTA ·

El exfutbolista, técnico y comentarista turolense habla con IDEAL sobre la adaptación de su hijo, Luis Milla Manzanares, al Granada: «Quiere crecer aún más, y hacerlo con esta compañía»

Domingo, 15 de noviembre 2020, 00:19

Luis Milla sénior (Teruel, 1966) inauguró el nuevo Los Cármenes. Lo hizo con el Real Madrid en 1995, contra el Bayer Leverkusen. Ahora, 25 ... años después, habla con cariño sobre su hijo, quien para entonces no había soplado aún su primera vela, y su adaptación al Granada. De centrocampista a centrocampista, el exjugador de FC Barcelona, Real Madrid y Valencia y ahora entrenador y comentarista entiende que ha recalado en el mejor equipo posible, junto al técnico revelación de LaLiga de un tiempo a esta parte. En verano vio cómo su hijo se convertía en el entonces fichaje más caro en la historia –5 millones por su cláusula– de un club al que sólo llegó a enfrentarse con el filial del FC Barcelona en Segunda división (1987/88) pero que ahora vive su mejor momento en casi noventa años de existencia, compitiendo por Europa. «Cuidádmelo, por favor», ruega a IDEAL al despedirse.

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–¿Cómo está viendo a su hijo durante sus primeros meses en Granada?

–Le veo muy bien, muy mentalizado. Viene dando unos pasos en su carrera que creo que son muy correctos, tras su experiencia anterior en el Tenerife. Ha llegado muy maduro a un club en el que tiene la sensación de que las cosas se hacen de forma muy profesional, muy seria. Con la mentalidad que tiene, tan madura y profesional, ha conectado muy bien con el club. Ve que se trabaja bajo el criterio de que el futbolista rinda.

–¿Pudo venir a verle?

–Fuimos a visitarle hace tiempo, pero tal y como están las cosas con la pandemia mantiene mucho cuidado para prevenir contagios. Intenta relacionarse lo menos posible, pero está encantado y feliz, alojado en una casa grande con su perro. Ya vivió dos años fuera en Tenerife y antes en Guijuelo y no tuvo ningún problema para adaptarse. Estuvimos cinco días con él en Granada y le encanta la ciudad. Está muy centrado en el día a día de su equipo para mantener la dinámica tan buena que lleva.

–Hay quien piensa que Luis debió llegar a Primera antes.

–Al final lo importante es que los pasos se den firmes para ganar madurez. La Segunda división es muy complicada y difícil, tiene mucha competencia y los equipos que ascienden cada vez hacen mejores papeles, y con los futbolistas pasa igual. Luis estuvo a muy buen nivel en Tenerife, de hecho el Granada preguntó antes por él, pero la cláusula era demasiado alta. Ha llegado a Primera en el momento y con el club adecuados. Es un chico que le pone muchísimo interés y que tiene margen de mejora. Quiere crecer aún más y quiere hacerlo con la compañía del Granada.

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–Vivió un debut de ensueño, con gol y victoria frente al Athletic Club de Bilbao, como usted con el FC Barcelona en 1986.

–Lo recordará toda la vida. Hizo un gran partido y el equipo ganó, que es lo más importante, porque el colectivo es fundamental. Además, la sensación que da el Granada a quienes lo vemos desde fuera es que todo el mundo arrima el hombro y trabaja por lo mismo, y ese partido contra el Athletic fue una buena muestra.

–Está demostrando personalidad.

–Cuando un jugador y sobre todo un centrocampista da el paso a Primera debe tenerla. Luis es un futbolista moderno con condiciones con las que, por cómo se mueve el Granada con sus tres medios, puede hacer de '5', de '6', de '8' y hasta de '10'. Si no está Gonalons, puede jugar donde lo hace él. Lo más importante es que Luis entiende muy bien su rol y respeta mucho las jerarquías y la mayor experiencia de otros compañeros. Desde el respeto, aporta su grano de arena y su trabajo con sus propias capacidades.

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–Es parte de un centro del campo muy interesante.

–El Granada tiene una combinación muy buena ahí porque todos tienen buenas condiciones y se adaptan a diferentes registros, camaleónicos como quiere su entrenador y con un ojo en el rival. Diego Martínez maneja a los centrocampistas a su antojo. Luis puede hacer de Montoro, conectando entre la defensa y el ataque, pero también tiene cosas de Gonalons e incluso de Yangel Herrera, con esa llegada desde segunda línea, algo que hace de forma extraordinaria y que le convierte en el más ofensivo de todos. Si tuviese que jugar con doble pivote, también se manejaría. Lo más importante además de la buena asociación entre todos es que sean inteligentes y Luis lo es.

–¿Qué cree que puede aprender de ellos?

–Debe fijarse en el día a día y escucharles mucho, sobre todo. Gonalons y Montoro tienen mucha experiencia y debe acercarse para coger lo mejor. Luis tiene que procurar seguir creciendo a nivel profesional y personal y apoyarles como compañero.

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–¿En qué cree que se diferencia el juego de su hijo del suyo?

–Creo que tiene cosas mías pero es cierto que el fútbol ha cambiado mucho en 25, 30 años. Yo era un mediocentro más posicional, me movía en una zona más concreta, y él tiene mucha movilidad y es un centrocampista moderno, con ida y vuelta y fuerte físicamente. Su padre también hacía buen juego (risas) y existen similitudes, pero el fútbol de ahora te exige esa movilidad. Luis es un centrocampista bastante completo, para mí.

Milla sénior, junto a su hijo cuando vestía la camiseta del Valencia. r. i.

–¿Cómo fueron sus inicios?

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–Era un crío que no pensaba en jugar a otra cosa que no tuviese que ver con el fútbol o el deporte, hasta en la consola. No pensaba en otro juego. Le gustaba la competición, lo llevaba en la sangre. Luego pasó por momentos no tan buenos y de frustración durante diferentes etapas; su físico fue un problema porque llevaba dos años de retraso con respecto al resto y no podía competir al mismo ritmo. Pero siempre fue un niño muy maduro y centrado ya de crío y siempre sacaba cosas positivas. Con esa personalidad salió adelante.

–¿Hablan mucho de fútbol?

–Siempre he querido darle mucha naturalidad a mi relación con él, dándole libertad y sin presionarle para que se tomara el fútbol como un juego, algo natural que le divirtiese. Desde que es profesional comentamos y analizamos juntos los partidos, al equipo y a él mismo. Me pregunta y yo le doy mi opinión. Luis tiene una visión bastante clara de lo que ocurre en los encuentros y además se preocupa de por qué pasan las cosas, por entender las situaciones del juego.

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–¿Qué le cuenta sobre Diego Martínez?

–Me dice que es un entrenador que maneja distintos registros pero que sobre todo da mucha importancia a lo psicológico. Me incidió mucho en ese aspecto y me llamó la atención. Habla con los futbolistas y tiene una muy buena preparación sobre lo que supone cada partido y cada situación del juego. Tienen una buena relación los dos.

–¿Qué le transmite el club?

–Ha sido importante que haya tenido continuidad. No hubo ninguna duda tras el ascenso y viene acertando con los futbolistas idóneos para su entrenador. Luego, estos le creen al 100%. Hay una conexión buena entre la gestión del club y lo deportivo, porque todo tiene mucho que ver con el sentido común y a la larga aparecen los resultados. Existe un buen manejo del vestuario, desde el convencimiento de la idea, para que exista armonía. Ahora, en tres competiciones, debe estar preparado para cuando venga alguna racha no tan buena.

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–Como analista, ¿cuáles cree que son las claves futbolísticas del equipo?

–Para hablar sobre un equipo hay que tocar muchas facetas; no se trata solamente de jugar con la pelotita, sino de otros aspectos como el plano táctico, la organización defensiva o la velocidad en las transiciones. El Granada es un equipo a expensas del rival en determinados momentos y así juega con unos futbolistas u otros. Es capaz de adaptarse a todo. Esto precisa una buena elección de plantilla y un entrenador que entienda el juego. Todo lo que hace tiene mucha lógica. Hace un fútbol de transición y moderno que por momentos busca manejar el partido y en otros deja que proponga el rival. Hace muchas cosas bien, como la defensa en bloque. Tiene un centro del campo que puede ser más rocoso o más creativo según el partido, sabe jugar entre líneas y ataca muy bien las profundidades con extremos que a su vez son capaces de ayudar a sus laterales. Además, tiene tres delanteros diferentes para jugar de diferentes formas. Pero lo más importante es que todos conocen muy bien su rol, están comprometidos y trabajan con y sin balón por el equipo; son solidarios, y eso no es fácil. El Granada maneja diferentes registros y consigue resultados por la vía que sea.

–¿Qué metas tiene por delante su hijo?

–Tiene una ambición positiva por mejorar porque tiene margen de mejora además. Un futbolista no debe estancarse nunca. Cuando aterrizas en Primera división siempre te dicen que lo importante no es llegar sino mantenerse y hacer una carrera larga, que es lo complicado, y ese es su objetivo, no llegar sino hacer carrera. Pero ahora lo principal es que aporte toda su capacidad, que es muy alta, para ayudar a conseguir las metas de su equipo.

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