Presidente
El 'doce' ·
«Dios bendiga a este equipo, a su entrenador y sus gestores. Hace falta que también ilumine a su Presidente oriental, y que este apueste de manera decidida para que el proyecto siga creciendo»EDUARDO ZURITA
GRANADA
Jueves, 21 de enero 2021, 13:42
El 20 de enero de cada cuatro años, el dirigente que ocupará el sillón presidencial de los Estados Unidos de América toma posesión de su ... cargo en un acto solemne donde pronuncia un discurso dirigido a toda la nación que concluye con el famoso 'Dios bendiga a América'. En esa misma fecha, un brasileño de apellido con sonoridad presidencial, Kenedy, soltó un zapatazo desde treinta metros ante el que Asenjo nada pudo hacer, e impartió justicia en un partido que el Granada no mereció jamás perder, a pesar de los ímprobos esfuerzos puestos en ello por el colegiado De Burgos -el de la mano no apreciada de Busquets- desde la sala VOR, asistiendo a su colega Pizarro.
Se enfrentó el equipo de Diego Martínez a uno de los conjuntos que practica un fútbol más brillante de toda la Liga. Cuenta con unos medios centros y unas bandas que acarician y desplazan con elegancia el balón, procurando un fútbol fluido, donde Parejo, Trigueros, Moi Gómez, Peña o Pedraza, entre otros, tienen calidad a raudales. Además, este año el equipo amarillo da muestras de fortaleza defensiva con el veterano Albiol y el brillante Pau Torres en su centro. Delante tiene un estilete excepcional en Gerard Moreno, que para suerte rojiblanca estuvo ausente en el partido liguero, suplido por Fer Niño. A pesar de su indudable nivel y profundidad de banquillo, con Alcácer o Bacca, entre otros, el equipo de Emery solo creó peligro en las pocas ocasiones que le dejó un Granada ordenadísimo, muy concentrado, competitivo como siempre y rocoso, a pesar de los dos goles encajados.
Ni la remontada local al gran gol inicial de Soldado, propiciada por un VAR tiquismiquis y tardío que revisó como penalti el leve contacto de Foulquier sobre el pie retrasado de Pedraza, pudo tumbar al Granada. Apareció Kenedy y, tras una meritoria recuperación de Yangel, elevó una jugada individual a la categoría de arte, con un zurdazo estratosférico. El último intento desde la sala VOR de inclinar la balanza a favor de los locales, en una jugada donde hubo más de piscinazo de Yéremi Pino que falta de Eteki -el levísimo contacto es claramente insuficiente-, lo frustó Rui Silva, un cancerbero que dejará una huella inolvidable en Granada.
El mérito de este conjunto es inmenso. El empate en La Cerámica ha llevado a obtener la mejor puntuación de una primera vuelta en Primera para los rojiblancos. El límite no se otea aún. Viendo la capacidad de confrontar al Villarreal se pueden tener esperanzas fundadas de seguir navegando en Copa y de luchar ante el todopoderoso Nápoles en la UEL. Dios bendiga a este equipo, a su entrenador y sus gestores. Hace falta que también ilumine a su Presidente oriental, y que este apueste de manera decidida para que el proyecto siga creciendo.
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