El alumno se mide por primera vez a su maestro

Fue Monchi quien decidió en mayo de 2012 que Diego Martínez pasase a integrar el cuerpo técnico del primer equipo sevillista. El exfutbolista Javi Navarro había dejado vacante este lugar y el director deportivo pensó en aquel joven prometedor al que había pescado en 2009 del Motril, tras quedarse a las puertas del ascenso a Segunda B, y que pocos días antes había alzado la Copa de Campeones juvenil para el Sevilla por primera vez en su historia como máximo responsable del equipo. «Apostó por él porque pensó que trabajar en el primer equipo le iba a servir para su crecimiento personal, además de suponer una gran ayuda para el entrenador en ese momento, que era Míchel», explica a IDEAL una fuente de Nervión, bien informada de lo ocurrido.

El mito del Real Madrid, que había sustituido a Marcelino, no pudo clasificar al Sevilla para competiciones europeas y tampoco encauzó la marcha al curso siguiente. Fue en aquel invierno cuando a Monchi se le pasó por la cabeza por primera vez la idea de colocar a Diego Martínez al mando. Sin embargo, finalmente fue Unai Emery quien aterrizó en el Sánchez Pizjuán, en enero de 2013, acompañado por su séquito. En primera instancia vio al vigués como a un extraño, aunque no tardaron en hacerse inseparables. Lo explicó el propio Unai Emery a IDEAL en una entrevista hace justamente un año: «Monchi ya tenía el cuerpo técnico un poco estructurado con Diego Martínez como tercer ayudante de Míchel, entre otros. Me habló muy bien de él, le tenía en consideración. Traje a mi segundo entrenador (Juan Carlos Carcedo, ahora al frente del Ibiza) pero siguió de asistente. Me abrí a él y conectamos».

«Siempre fui transparente con él: le comenté que Monchi hasta había pensado en él para coger el primer equipo en su momento. De ahí que Diego valorara tanto la confianza que le deposité sabiendo todo aquello», admitió Unai Emery a IDEAL. «Surgió de manera natural. Me agradeció la oportunidad y bebimos el uno del otro. Teníamos largas conversaciones para decidir algo, porque siempre buscaba soluciones y me llenaba. Me aportaba cosas, era la realidad», comentó. «Era muy joven pero sentía el fútbol, transmitía y cogimos confianza. El fútbol es su motor principal. Lo siente todo, siempre le da vueltas. Diego ha hecho de su profesión una pasión. No es su día a día, es su hora a hora. Y todo esto lo traslada. Dedica mucho tiempo a preparar las respuestas y ejecutarlas, y las aplica con determinación. Arma sus conjuntos y fomenta los valores de un vestuario. Respeta a los rivales y, en función de ello, prepara los encuentros, sabiendo qué le va a demandar», describía el técnico vasco.

Juntos, Unai Emery y Diego Martínez alzaron la Europa League de la temporada 2013/14, que se decidió en la tanda de penaltis con un lanzamiento de Kevin Gameiro que no pudo detener Jan Oblak después de 120 minutos sin goles entre Sevilla y Benfica en el Juventus Stadium de Turín. Aquella campaña contó con la dificultad añadida de haber perdido en verano tanto a Jesús Navas como a Álvaro Negredo, principales argumentos ofensivos de aquel equipo. Pero Diego Martínez quería ser primer entrenador, y con una Europa League en el bolsillo, asumió encantado el reto de hacerse cargo del Sevilla Atlético tras aquel broche de oro a su relación con Unai Emery. «Le dije que estaba contento con él, pero sabía lo que quería y lo entendí perfectamente. Siempre lo respeté», aclaró el ahora entrenador del Villarreal a IDEAL, que pese a su marcha venció también las dos Europa League siguientes, marcando el hito de haber conquistado el trofeo en tres ediciones consecutivas.

Diego Martínez consiguió mantener al filial sevillista en Segunda B en su primera temporada y lo ascendió en la 2015/16. Por aquel equipo, que acabó decimotercero tras una primera vuelta rondando el 'play off', terminarían pasando futbolistas que luego también tendría en el Granada como Carlos Fernández, José Antonio Martínez, Yan Eteki, Fede San Emeterio, Alejandro Pozo o Bernardo Cruz. Aquella experiencia le catapultó al banquillo de Osasuna, recién descendido, y lo que siguió a su destitución allí es ya historia. Diego Martínez, el mejor entrenador en la casi nonagenaria historia del Granada CF, se reencuentra por primera vez con Unai Emery, quien un día fue su maestro y hoy un gran amigo. Dispondrán sus piezas de la mejor forma para superar al otro.