Granada CF | Veinte fichas y unos cuantos interrogantes

Un ascenso exige refuerzos en todas las líneas para armar una plantilla lo suficientemente competitiva, por más que la idea sea la de construir un equipo desde la base que consiguió la hazaña. Bajo palos el Granada necesitaría hasta dos. Rui Silva es intocable salvo que llegue una oferta que tumbe cualquier convicción y Aarón será su competencia directa, tenidas en cuenta sus condiciones y el buen ambiente que contribuyó a generar la pasada campaña aun sin minutos salvo en Copa y en la despedida.

El lateral derecho se considera cubierto con Víctor Díaz y Quini, tan fiables la pasada temporada. La polivalencia de los dos laterales diestros en plantilla amplía el abanico. Al otro lado se confirmó la renovación de Álex Martínez, un voto de confianza tras la lesión que le lastró este último curso, pero sí que se prefiere una cesión para Adri Castellano. Una campaña más en Segunda parece el escenario idílico para ratificar las buenas sensaciones que dejaron sus apariciones de urgencia, aprendida la lección después de su accidentado estreno copero.

Existe consenso respecto al estatus de Germán Sánchez como uno de los líderes de este Granada de Diego Martínez desde su zaga. A sus 32 años afrontará su gran oportunidad en la máxima categoría del fútbol español. Por ahora le acompañan como especialistas Bernardo Cruz y Pablo Vázquez. El cordobés llegó en invierno y aunque cumplió en los compromisos en los que fue necesario, ante Elche, Cádiz y Mallorca sobre todo, su continuidad depende de los centrales que pudieran firmarse en este mercado y de que acepte el rol secundario que ya tuvo en Segunda. Vázquez, por su parte, viene de jugar 17 partidos en Segunda B con la Cultural Leonesa tras dejar el Granada a mitad de temporada pero todavía tendría que probar sus virtudes como zaguero en el peldaño de plata.

Esa misma autoridad que Germán luce en la defensa la ejerce en el centro del campo Ángel Montoro, cargado de galones como cerebro del equipo en un retorno a Primera que también es personal para el valenciano. La misión del club ahora es buscarle socios. Ramón Azeez es otro recién llegado a la disciplina, en el pasado mercado invernal, y tendría su sitio garantizado. También con contrato en vigor pero más dudas en torno a ellos se encuentran Fran Rico, José Antonio González y Raúl Baena. El gallego es la eterna incógnita pese a que al fin consiguiera disfrutar de minutos dos años después en el último partido del curso. Se cuenta con él siempre y cuando su rodilla responda. Con José Antonio González lo más probable es que se busque una cesión a Segunda para que tenga continuidad. No se cuenta con Raúl Baena tras su cesión en Australia. Alberto Martín y Nico Aguirre acaban contrato y ya se despidieron.

Unos metros más adelante, en la mediapunta, continuará Fede Vico después de que el Granada acometiese con gusto la opción de compra obligatoria acordada con el Leganés en caso de ascenso. Aparece también ahí Sergio Peña. El peruano regresa tras una cesión con luces y sombras en el Tondela de la Primera portuguesa. Llegó a enfrentarse a su entrenador al ser sustituido en el partido que decidió la permanencia de su equipo. En principio, como otros, es transferible.

Otra de las grandes necesidades del equipo en este mercado de verano alude a la soledad de Álvaro Vadillo como único especialista en los extremos si se atiende a la polivalencia de Antonio Puertas. Los dos serán activos importantes de la ofensiva de Diego Martínez en Primera, desequilibrantes durante toda la temporada en Primera el gaditano y goleador en momentos claves el almeriense. Harían falta, como mínimo, dos nuevos futbolistas de banda. Uno de los nombres en la lista es el de Alejandro Pozo, a pesar de que su rendimiento fue a menos después de su lesión.

Están los románticos del fútbol que sostienen que este juego se decide en el centro del campo y los pragmáticos que se limitan a mirar las áreas. El gol del Granada seguirá siendo por ahora cosa de Adrián Ramos y Rodri, que aportaron seis y cinco tantos respectivamente la pasada campaña en Segunda, cuestionados durante parte del curso con rachas críticas de hasta cinco meses sin 'mojar'. Los dos tienen contrato –el colombiano hasta diciembre– y se sienten importantes en un proyecto que les ilusiona.

Queda ver cómo puede reforzar el Granada su potencial goleador. Como en las operaciones vinculadas a otras posiciones, algunas diametralmente opuestas, hará falta paciencia. El Granada podrá tener la última palabra, pero rara vez la primera. Y sin embargo, antes, habrá que dejar salir.