Antonio Aranda, entre rivales durante el partido contra el San Juan en Pamplona. PEPE VILLOSLADA - GRANADA CF
San Juan - Granada

Antonio Aranda brilla con luz propia

CANTERANO ·

El talento de Huétor Vega fue titular como en su debut en Tamaraceite un año atrás, pero esta vez no acabó con lágrimas en los ojos

Viernes, 18 de diciembre 2020, 00:50

Antonio Aranda tenía una cuenta pendiente con el primer equipo y la Copa del Rey. En la competición del K. O. vivió el pasado ... mes de enero su debut con los de Diego Martínez, titular en la visita al Tamaraceite, pero aquella velada no terminó como al de Huétor Vega le habría gustado; salió atrevido, osado porque no entiende el fútbol sino regateando a quien se le ponga por delante, pero acabó con lágrimas en los ojos, lesionado del tobillo antes del descanso por una entrada con la que también se abrasó la rodilla por el caucho de la instalación. En Pamplona, y casi un año después, volvió a ser de la partida; en esta ocasión, Antonio Aranda fue 'The Best' sobre el césped artificial de la coqueta agrupación vecinal de San Juan. En una hora desplegó parte del fútbol que ya lleva dentro, descarado pero asociativo, y que solo es el principio.

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Con el gol de Kenedy a los 50 segundos y el de Jorge Molina luego, asistido por Aranda tras una jugada genial en la que dejó atrás rivales a base de 'croquetas', el partido pasó a ser lo que el granadino quisiera. Suya era la fiesta. Estaba en todas, enchufado hasta para recuperar balones, profundizar y repensar la mejor opción, que casi siempre tomaba tras dejar atrás a un rival. Ni el descanso calmó su fiebre: salió del vestuario en busca de su sello personal en el partido en forma de gol, cargado de diagonales hacia la frontal aunque tuviese que apoyarse en la zurda para su conducción. Un jugador sin miedo y que salió a disfrutar.

En la foto al equipo titular, y junto a Aranda, también estuvo Pepe, con más minutos a sus espaldas. Un año después de su debut ambos parecen más musculados, más altos y hasta más 'feos', véanse las perillas que ahora adornan sus rostros hasta hace poco imberbes. Ya resisten las tarascadas de los rivales, ya son hombres contra hombres ellos también, cumplidos los 20.

Antonio Aranda era el desequilibrio del memorable Juvenil A que alcanzó la Copa del Rey capitaneado por Rubén Torrecilla, pero Isma Ruiz era el cerebro. Se dieron el relevo a la hora y el rubio se colocó adelantado para echar a Soro a la banda. Tanto él como Sergio Barcia, que salió después, se mostraron tan intensos como el San Juan les exigió por momentos cuando se animó porque Aranda dejó de torturarle. El centrocampista se colocó adelantado y no eludió una pugna, mientras que el zaguero se metió en todas como lateral, advertido por el colegiado, férreo por alto.

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Como el resto, mostraron músculo cada vez que el San Juan intentó trepar a las barbas. Entre vecinos, sin embargo, la imaginación la puso Aranda. El de Huétor Vega seguirá alternando sus apariciones con el primer equipo y la 'mili' de la Segunda B, en la que se está saliendo.

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