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Todo es felicidad en un Granada que se marchó de 'minivacaciones' al parón por selecciones con la goleada a domicilio en el RCDE Stadium. Muchos jugadores aprovecharon para viajar; casualmente, Quini, Puertas y Vadillo lo hicieron a París, como comentaron en su vuelta al trabajo. La plantilla se reencontró con Diego Martínez y su cuerpo técnico para una sesión de entrenamiento breve que tras pasar por el gimnasio se desarrolló durante menos de una hora sobre el césped. Todos se rieron de lo lindo con distintos juegos sin perder la competitividad que caracteriza al grupo que ya suma cuatro puntos tras tres jornadas en Primera división.
El Granada completó su primer entrenamiento en la semana larga que lo llevará a competir en Balaídos ante el Celta de Vigo. Un primer juego de habilidad en el control de balón precedió un 'partidillo' diseñado por el preparador Víctor Lafuente que dividió a la plantilla en dos grupos, Puertas, Neva, Víctor Díaz, Montoro, Soldado, Germán, Vico y Aarón a un lado y Rui Silva, Domingos, Köybasi, Quini, Carlos Fernández, Gonalons, Azeez y Vadillo a otro, junto al joven portero Arnau, inscrito en el Huétor Vega, como novedad ante el descanso de Unai tras el partido del Recreativo en Talavera de la Reina. Completaron con balones de distintas características y a un solo toque un duelo que dio lugar a escenas muy divertidas, con jugadores y miembros del cuerpo técnico entre carcajadas y disputas por las normas del mismo. «¿Pero cuántos árbitros hay?», llegó a inquirir Vadillo.
Faltaron los internacionales venezolanos Darwin Machís y Yangel Herrera, que jugarán en la madrugada del miércoles ante Colombia, y los lesionados Eteki y Neyder Lozano, aquejados de un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha y de una fisura en la tibia derecha, respectivamente. Trabajaron aparte aunque sobre el césped, con balón y también entre risas significativas de sus estados de forma, Álex Martínez, con su lesión fibrilar; Adrián Ramos, con lumbalgia; y José Antonio Martínez, con un espasmo en el recto anterior.
La sesión se completó con un ejercicio de posesión entre tres equipos al que luego se le añadieron porterías para trabajar la precisión. Diego Martínez apretó a los suyos en la presión. «¡Exígete!», invitó el vigués, que volverá a su casa el domingo, apremiando el esfuerzo desde el convencimiento propio.
Los futbolistas se retiraron apenas una hora después de haber dejado el césped todavía comentando lo que habían hecho en su descanso. Antes de volver al vestuario, el turco Ismail Köybasi compartió una breve conversación con Raúl Espínola, que le remarcó en el castellano que intentan inculcarle, alternando con el inglés, la precocidad de Diego Martínez en los banquillos con el propio accitano como pupilo antes de convertirse en su segundo.
La plantilla volverá a ejercitarse en las mañanas de los próximos días hasta el sábado incluido, con las dos últimas sesiones a puerta cerrada para encarar el choque ante el Celta más a conciencia.
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