Inquietud pero con un voto de confianza

Hay inquietud en la directiva rojiblanca, aunque con un voto de confianza al entrenador. El equipo no es el único que ha empezado sin triunfos en la Liga, pero sí es cierto que tiene pocas fechas propicias en lo cercano para lograr la primera victoria.

En una semana se cruzan tres de los técnicos que están generando más debate a su alrededor en dos duelos, en los que el punto en común es el preparador catalán. El lunes será con Koeman, en el estadio al que soñó con regresar trabajando Moreno. Una semana después, previa visita de la Real a Los Cármenes, irá a Balaídos, donde espera el Celta de Coudet, con otro arranque errático y que ha empezado mal esta jornada.

Es precisamente lo que vivió Moreno en Vigo junto a Luis Enrique en la temporada 2013/14 lo que se toma de ejemplo para justificar la inadaptación del Granada al modelo que pretende. A aquellos celestes también les costó despuntar, pero la comparativa sigue beneficiando a los gallegos. Debutaron en Liga con un empate, como en la campaña actual los rojiblancos, pero consiguieron su primera victoria en la jornada dos en el Villamarín. Es cierto que en los siete encuentros siguientes perdieron cinco citas y empataron dos, una de ellas con el Granada como visitante. El Celta empezó a alternar, desde entonces, triunfos con resbalones hasta un tramo final en el que encauzó una racha de cinco éxitos que asentó a la escuadra en una cómoda novena posición. Su juego era fluido y sirvió de aval para que Luis Enrique y Robert Moreno llegaran al Barça.

El aterrizaje del actual inquilino del banquillo del Granada fue una decisión rupturista tras el vacío dejado por Diego Martínez. No solo se sustituía a un mito; se viraba el modelo. Salvo debacle, la serenidad reinará hasta octubre, cuando de nuevo haya parón FIFA. Después de este, la previsión es que el equipo no juegue porque se aplazará el partido frente al Atlético debido al lío con los sudamericanos internacionales. Será una pausa para una nueva 'preparación' que propicia el calendario. Fechas para la reflexión, para ver qué ha cambiado. Analizar si esto coge pinta de 2016, con el trágico final de entonces, o si llega una nueva esperanza, con la que el cuerpo técnico cate los mantecados en la ciudad. Sería señal inequívoca de prosperidad para todos. Que Moreno ha gritado «eureka» al encontrar a su equipo, con la vieja guardia o sin ella. Lo contrario es un volantazo que desgastaría a la dirección y a la propiedad.