El Granada no quiere más cedidos sin opción de compra

Este verano, la cúpula de mando tragó en dos casos muy particulares, ambos ligados a la delicada situación económica que derivó del 'caso Adrián Ramos', con la consiguiente merma en el tope salarial. Uno es el de Carlos Fernández, al que rondaba desde el arranque del periodo estival, como ocurrió con Alejandro Pozo, quien no retornó al 'enamorarse' Lopetegui de él en pretemporada. Carlos sí vio claro que podía dar un paso adelante en su carrera en Granada, pero Monchi, astuto, jugó sus bazas para no incluir, en el documento, la posibilidad de extender su estancia como rojiblanco. Si a final de curso hubiera interés, las partes tendrán que negociar.

La otra excepción fue la de José Antonio Martínez, al que dejó de nuevo el Eibar, pero su préstamo tiene 'truco'. Acaba su estancia en el conjunto vasco en 2021. Si Mendilibar sigue sin contar con él, o bien el onubense hace fuerza para marcharse, los armeros tendrán que buscar el traspaso si no quieren que huya libre cuando concluya la siguiente campaña. El Granada estuvo avispado y cerró una opción preferencial por lo que, a igual oferta con un tercero, se quedará con el central que tiene, en este mes de diciembre, una prueba de fuego como titular por la lesión de Germán Sánchez.

Martínez tiene un reto en las cuatro próximas jornadas al menos. Athletic, Alavés, Levante y 'su' Eibar conforman el ciclo antes de fin de año. No tendrá problema para visitar Ipurua al carecer de la llamada 'cláusula del miedo', salvo que sufra algún percance físico o sanción.

A su lado, si la salud y los árbitros se lo permiten también, estará Domingos Duarte, quien ha disparado su cotización por su gran rendimiento, aderezado con su convocatoria por la selección portuguesa. Finalmente, el Granada no tenía ninguna compensación extra al Sporting de Portugal si alcanzaba la condición de internacional, aunque sí en caso de permanencia. El central luso está siendo seguido por varios equipos de la Premier. En principio, no hay peligro de que salga en enero, pero habrá que ver si los rojiblancos soportan las tentativas cuando concluya el ejercicio. Su cláusula de rescisión es un misterio, aunque sería raro que bajara de 15 'kilos'.

El Granada está en fase de rastreo. El radar está puesto, en principio, en un delantero, ante la previsible salida de Ramos, y un lateral, ante la hipotética de Köybasi. A partir de ahí hay que recordar que la dirección deportiva tuvo presente, hace meses, la alternativa de traer un extremo. Completar la 'rotación' con un perfil parecido al que ejerció Dani Ojeda cuando aterrizó. Habría varios que podrían ocupar este rol, algunos en cuadros importantes. Más allá de Barça y Madrid está, por ejemplo, Bryan Gil, pero el Sevilla, como se vio con Carlos Fernández, no regala a sus diamantes en bruto. La noria ya gira y puede pasar de todo.