Rubén Pérez: «Que me echasen del Granada fue el palo más duro de mi vida deportiva»

–¿Cómo se encuentra?

–Bien, aunque la verdad es que venimos de una serie de resultados que no están siendo buenos. El otro día en Valencia las sensaciones fueron mucho mejores porque las derrotas del inicio nos hicieron mucho daño pero parece que estamos cogiendo el tono del año pasado, sobre todo defensivamente, que nos estaba costando. Esperamos seguir creciendo y obtener pronto la primera victoria de la temporada.

–Probablemente no haya sido el arranque de campeonato que se esperaban, ya que no presentan demasiadas novedades. El Leganés es colista con dos puntos.

–Los inicios, siempre lo digo, no son fáciles. El año pasado fue parecido, pero no me gustaría mirarme en ese espejo. Lo que me deja más tranquilo es que el equipo va a más y viene de dos partidos bastante completos. Hemos recuperado la seguridad defensiva del año pasado.

–¿Cómo ve al Granada en estas primeras jornadas? ¿Lo sigue?

–Muy bien. Veo todos los partidos que puedo, aunque el del Espanyol coincidió con el nuestro. Me gusta, es un equipo muy bien trabajado, con jugadores importantes en la zona de arriba y veteranos que conocen la Liga como Soldado.

–¿Cuáles cree que pueden ser las claves del partido?

–En Primera división lo más importante es defender bien. Quien no lo hace, sufre; también los grandes cuando no tienen su día. En las primeras jornadas ha sido lo que nos ha faltado. El Granada está muy compensado y tiene gente potente arriba como Vadillo, Puertas, Soldado o Machís. En el centro del campo tiene liderazgo y experiencia. Es un equipo que juega bien tanto en defensa como en ataque.

–¿Tiene la sensación de que el Granada se ha ganado ya el respeto de la categoría?

–El respeto lo ganas respetando y el Granada va a todos los campos a intentar ganar y sacar los tres puntos. Sí, los que lleva nadie se los ha regalado y sabemos que será un partido complicado.

–El equipo de Diego Martínez sí ha apostado por la continuidad.

–Es más fácil para todos los jugadores cuando se tiene una base del año anterior. El Granada lo refleja en todos sus partidos, se conocen todos muy bien del año pasado. A nivel defensivo están bien trabajados y el objetivo pasa por ahí.

–Este sábado vuelve a Los Cármenes, que será especial para usted. En su primera y última visita, a las pocas semanas de salir de aquí, ganó 0-1.

–Siempre he dicho que en Granada estuve muy a gusto, aunque la decisión de salir que no fuese mía. Me echaron. Fue extraño que, tras más de treinta partidos la campaña anterior, el primer nombre que saliese en verano fuera el mío. Paco Jémez me dijo que no contaba conmigo y que llegarían jugadores en mi posición. Me insistieron y ya el club habló conmigo. Decidí salir. El recuerdo, sin embargo, es bueno; me sentí muy valorado. Mi hija nació en Granada y tengo mucho cariño a la ciudad. Se la recomiendo a cualquier jugador, es encantadora en todos los aspectos. Su gente es futbolera y respetuosa.

–¿Le dolió aquella victoria en Butarque que supuso el descenso virtual del Granada?

–Fue un poco extraño. Como digo, la decisión de salir no fue mía, pero soy un profesional y como es lógico siempre salgo a por los tres puntos. Fui a por ellos tanto en la ida como en la vuelta, pero fue extraño. El Granada se reforzó con futbolistas de fuera, no diré que sin nivel, pero nunca es fácil perder esa base con jugadores que no conocían la Liga. Se hicieron fichajes de nivel pero el talento no es suficiente, se necesita una base que conozca la Liga y el club, la ciudad. Desde mi punto de vista, todo eso faltó.

–¿Cómo recuerda su paso por el Granada? En su día pareció que al fin alcanzaba la estabilidad en un club español tras varios bandazos en su carrera.

–Que me echasen fue el palo más duro que he recibido en el mundo del fútbol. Fue muy complicado. No le veía ningún sentido, había jugado toda la temporada y el primer nombre que salió en verano fue el mío. Hablé con Paco y le dije que me iba a quedar porque confiaba en mí, sabía que tendría opciones. Me dijo que me respetaba y que si era mi decisión lo entendía, porque había sido profesional. Sin embargo, todo el mundo me dijo que lo mejor era que saliese y al final decidí salir.

–¿Mantiene amigos en el club?

–Hablo con Darwin (Machís), a quien conocí ya en el Leganés, y con Vadillo, con quien coincidí en el Betis. También con Dioni, del cuerpo médico. Tenemos muy buena relación. El otro día hablamos y me pidió que me portase bien (risas).

–Convivió con la propiedad de Gino Pozzo, con Quique Pina al mando, y también la llegada de John Jiang, que fue cuando salió. ¿Cómo ve la evolución de la institución hasta el día de hoy?

–Para que un equipo rinda bien lo más importante es tener estabilidad. El año anterior a irme habíamos sufrido pero el objetivo era la permanencia y en la siguiente temporada debió haberse mantenido. Llegaron jugadores de clubes importantes y se perdió la perspectiva. No fue sencillo para nadie, un palo duro. Ahora veo que las cosas se están haciendo bien, aunque todo pasa siempre por los resultados. Se han reforzado bien. Para seguir creciendo deben mantener el objetivo de la permanencia, sin volverse locos independientemente de su posición en la tabla. Les deseo mucha suerte.

–Se marchó a un recién ascendido entonces y eligió bien. Ahora es uno de los capitanes en un equipo que cumple ahora su cuarta temporada en Primera, las cuatro con usted en el equipo.

–Nunca sabes realmente dónde puedes conseguir esa continuidad. Me salió muy bien. Soy de los que más tiempo llevan en el club, esta es ya mi cuarta temporada y ojalá que el club siga creciendo.

–¿Qué le ha dado el Leganés que no tuvo en el Granada?

–Venía de varios años en equipos diferentes y necesitaba estabilidad. A Granada llegué en enero desde Italia (Torino), rescindí con el Atlético y firmé cuatro años pero luego tuve que salir. Es fundamental esta estabilidad, sentirse importante. En el Leganés la he encontrado. Es lo que hace que un jugador rinda bien.