Robert Moreno: «Cuando los jugadores no crean en mí, me largaré a mi casa»

El técnico sabe que ni el FC Barcelona ni el Granada llegan en su mejor momento «contextual» al encuentro, los culés tras la contundente derrota frente al Bayern de Munich en Champions. Ya vivió situaciones de este tipo como culé en sus propias carnes durante su etapa como segundo entrenador de Luis Enrique. «Puede pasar de todo, desde que el equipo siguiente pague la ira de la derrota o que ese momento se prolongue unos partidos. Un empate sería horrible para ellos, y se puede hacer, como ganar. Si como entrenador no pensara que puedo ganar todos los partidos, me dedicaría a otra cosa», expuso Robert Moreno. Para ello, las claves pasan por «defender juntos, no ya en una zona concreta sino con la misma idea todos en la presión alta o replegados; ayudarse entre compañeros para evitar situaciones de uno contra uno en las que el nivel de los jugadores del Barça añade dificultad; aprovechar con balón el espacio libre por su intención habitual de presionar alto; y el balón parado, clave aunque aún no haya dado nada al equipo».

Dirigir como primer entrenador en el Camp Nou era el gran sueño de su vida, como reconoció días atrás, pero el partido de este lunes no será el mayor reto en la carrera de Robert Moreno. «Viví situaciones de muchísima mayor dificultad al coger la Selección», admitió el entrenador del Granada. «Quiero que disfrutemos el partido en el Camp Nou, es muy bonito y siempre gusta jugarlo independientemente del resultado luego. Es un partido para divertirnos y pasarlo bien, esto es un deporte y si consigues eso haces todo mucho mejor y es más fácil llegar al objetivo. Para mí es muy ilusionante, porque soy socio del Barça y nací al lado, nunca lo he escondido ni lo voy a negar, pero ahora soy del Granada a muerte y si le puedo meter cinco se los meto. Soy un profesional y me debo al club que me ha dado la oportunidad de estar donde estoy; mientras esté aquí, el Granada será el club de mi vida, y cuando me vaya también lo seguirá siendo, por agradecimiento», subrayó.

Robert Moreno reconoció que toma como referencia la única victoria del Granada en el Camp Nou en toda su historia, la de la temporada pasada con Diego Martínez. «En tres ocasiones se hicieron dos goles y de nueve que recibieron solo les marcaron uno. Estaría encantado de hacerlo en todos los partidos. Claro que es un partido de referencia y al ser el mismo grupo demuestra que se puede conseguir. Incluso no sumar pero dar la imagen de la segunda parte frente al Betis es bueno para el crecimiento del grupo y generar confianza sobre un rendimiento objetivo», apuntó el técnico, quien reivindicó que su tarea es «realizar un análisis profundo de los partidos para potenciar las cosas que se hacen bien explicándose a los jugadores, que son los primeros interesados, para aumentar su rendimiento positivo».

El entrenador sostuvo que ve bien al grupo. «Está evidentemente fastidiado, porque a nadie le gusta irse con la sensación del otro día contra el Betis por la derrota después de una segunda parte de alto nivel y haber dominado a un equipo de Europa como lo hizo, quitándole el balón durante muchos momentoss cuando es el segundo que más posesión tiene de LaLiga. Estoy muy confiado en el trabajo que estamos haciendo, en las señales que me mandan los jugadores, en la implicación que veo y la creencia en lo que les pedimos. No tengo ninguna duda de que los resultados van a llegar, y esperamos que sea pronto aunque a lo mejor tardan un poco más. Somos insistentes en el trabajo para corregir errores, potenciar las virtudes y tratar de estar muy acertados de cara a puerta», remarcó.

Tanta seguridad tiene Robert Moreno en sí mismo que incluso avanzó que él mismo pondrá su cargo a disposición el día que deje de creer en lo que está haciendo. «En el momento en que yo vea en los ojos de mis jugadores que no creen en lo que les pido, no os preocupéis, me iré yo solo; no hará falta que nadie pida mi dimisión ni que me echen, cogeré y me largaré para mi casa. Hago esto porque me gusta, porque me apasiona; no estoy aquí para ponerme medallas. Confío a muerte en lo que estamos haciendo y en todos los integrantes del club y ese debe ser mi discurso. Los pesimistas, que lo sigan siendo porque son así pero que se lo guarden para ellos porque no nos ayudan; lo que ayuda es empujar hacia el objetivo y animar, y es lo que trato de hacer cada día», explicó el entrenador, a quien la cúpula de mando ha transmitido «confianza total», en sus palabras. «Sabían al entrenador al que fichaban y que habría un proceso porque las cosas no se cambian de un día para otro. Lo único que el club me solicitó en cuanto a resultados fue la salvación, y, llamadme tonto o ambicioso, pero no quiero conformarme solo con eso. Tanto Patricia (Rodríguez) como Pep (Boada) como Sophia (Yang), en representación de la propiedad, y el presidente desde China me trasladan confianza total porque nos ven trabajar y saben que los resultados van a llegar. Lo que hay que ser es constantes y persistentes, analizar todo de forma objetiva y tener confianza», aseguró.

Robert Moreno se agarra a las mejoras que advirtió en la segunda mitad frente al Betis, ya analizadas en frío. «Me gustó mucho la presión alta del equipo; el Betis intentó salir en corto cuatro veces y no pudo hacerlo en ninguna y recuperamos balones ahí. Me gustó mucho toda la serie de acciones de progresión desde atrás con laterales cortos o largos y llegando por banda. Me gustó mucho el bloque defensivo y la distancia entre líneas y las distancias con los alejados, en la que teníamos que mejorar claramente y se consiguió. También me gustó mucho el balón parado, aunque aún tenemos margen de mejora sobre todo en cuanto a posicionamiento en los saques de banda y lo estamos trabajando. Me gustó todo en general; el gol fue una acción de fútbol», reivindicó el técnico, quien apostilló que «el curso pasado se encajaron 65 goles, números de descenso, pero se fue muy eficiente a nivel ofensivo y ahora se trabaja para mejorar a nivel defensivo y no correr riesgos de descenso, que es algo que no quiere absolutamente nadie y no va a pasar».

El Granada de Robert Moreno afrontará la semana que viene por primera vez dos partidos en tres días, los que le medirán al FC Barcelona en el Camp Nou el lunes y a la Real Sociedad en Los Cármenes el jueves. No preocupa al catalán: «Tengo una plantilla amplia con dos jugadores buenos por posición y todos tienen que ser importantes y participar. Cuando digo que cuento con todos no es una forma de hablar, no soy hipócrita; es lo que voy a intentar, porque es como lo siento. Tenemos buenos jugadores en todas las posiciones como para hacer dos 'onces' competitivos, aunque luego están los estados de forma y a quienes estén peor hay que ayudarles entre todos».

Ahí mandó un recado para quienes silbaron a ciertos jugadores durante el partido frente al Betis: «La gente puede hacer lo que le dé la gana en el campo, pero los silbidos no ayudan a un jugador que está mal, hay que apoyar entre todos para conseguir la mejor versión de los jugadores, aunque el público es soberano y debe expresar su descontento. Prefiero que me silben a mí antes que a los jugadores, aunque tampoco me guste porque significa que no estoy haciendo lo que a la gente le gusta. Todos los jugadores que tenemos son importantes y defienden la camiseta del Granada con entusiasmo e interés. Cuando estemos fastidiados es mejor unirnos todos como hizo el público en la segunda parte, que me dejó muy contento, y aplaudir a quien no lo haga bien puntualmente porque es el primer interesado en mejorar».

A Robert Moreno también se le cuestionó por la comparecencia de prensa del jueves de Carlos Neva, en la que remarcó que el objetivo es la permanencia. «No estoy de acuerdo en que el discurso haya cambiado, yo solo dije al llegar que no descartaba nada y que el objetivo era sumar todos los puntos posibles para conseguir la permanencia y de ahí seguir lo más arriba posible, ganando partidos; si no, tendría que sentar a Carlos después de conseguir la permanencia», defendió. «Carlos expresó la realidad del vestuario en un club modesto como el Granada al que le ha costado mucho llegar hasta aquí después de muchos años en categorías inferiores. El primer deseo es cumplir con los 38-40 puntos con los que estaremos salvados y de ahí seguir mirando para arriba, pero el objetivo real debe ser crecer como equipo y ganar partidos; entrenar bien cada día, hacer más ocasiones y que la gente se divierta. Son objetivos de realización, los de resultados son consecuencias», insistió.

«Cuando juguemos contra el Atlético de Madrid tras el parón, si lo hacemos, habremos jugado contra todos los de Europa menos con el Real Madrid. Si pensamos que les tenemos que ganar, igual tendríamos que pensar en ser campeones de Liga», ironizó Robert Moreno respecto a las conclusiones a partir de los resultados. «Vamos a intentar centrarnos en lo que nos toca. Aquí el objetivo real es que el lunes, cuando la gente vea al Granada por televisión, esté orgullosa de su equipo, todavía más si sacamos un punto o tres. Que la gente crea en estos jugadores y que son protagonistas, que lo hicieron muy bien en el pasado y lo volverán a hacer. Que cuando llegue el siguiente partido contra la Real Sociedad vuelva a haber once mil personas a las que estaremos agradecidísimos, y ojalá más. Toca animar y empujar entre todos a un equipo que lo necesita para que todos estemos orgullosos. A partir de ahí, en las últimas jornadas me volvéis a preguntar por el objetivo», invitó Robert Moreno.