El Granada comparte con el Betis la condición de equipo más vulnerable de Primera

Puede sorprender que un equipo que marcha séptimo clasificado, con 28 puntos, tenga un guarismo tan negativo. Lo cierto es que, como cualquier número, está sujeto a la interpretación. El Granada es un equipo que, cuando gana, lo suele hacer por marcador cortos, en muchas ocasiones con la portería a cero. Pero, cuando pierde, el asunto cambia, al menos en esta temporada. Ha recibido tres o más dianas en seis enfrentamientos, algo que contrasta con las dos últimas campañas, en las que solo hubo cuatro duelos, sumando ambas, en los que le ocurriera esto (estadística recogida por la cuenta de Twitter 'Ighalopedia').

Sea porque ese día se deja ir o porque sufre un resbalón cuando intenta remontar que agranda la herida, lo cierto es que ese equipo compacto y rocoso se vuelve atolondrado como las cosas se tuerzan más de la cuenta, con el agravante de las derrotas morrocotudas con Atlético (6-1) y Barcelona (0-4). Hay que añadir a esto la carga de partidos, pues el cansancio hace mella en algunos elementos defensivos. Fue evidente que Foulquier y Carlos Neva no estaban con la mejor chispa. También se acusaron las bajas en el centro del campo, en especial la de un elemento corrector como Yangel Herrera.

También quedó patente con Osasuna que el Granada se ha especializado en revitalizar a los depresivos. Cayó con Valladolid y Celta cuando eran colistas y solo empató con el Huesca bajo esta condición de último, en aquella racha nefasta. Osasuna, que llevaba tres meses sin ganar, se fue de vacío hace unos días de Los Cármenes pero rascó en su casa.