Unai Etxebarria, portero del filial y tercera opción del primer equipo, se formó en Lezama
Afronta esta temporada un doble desafío: abrirse paso hacia la élite del fútbol mientras finaliza su trabajo de fin de carrera de Ingeniería civil
Javier Ortiz de Lazcano
Bilbao
Viernes, 29 de noviembre 2019, 01:03
Unai Etxebarria, portero del Recreativo Granada, que ejerce de tercer guardameta de la primera plantilla, se formó en la cantera del Athletic de Bilbao, en ... Lezama. «Lo bueno que tiene el equipo de Diego Martínez es que es muy camaleónico, que se adapta a cualquier circunstancia y rival», repasa en una entrevista con El Correo. Afronta esta temporada un doble desafío. Abrirse paso hacia la élite del fútbol mientras finaliza su trabajo de fin de carrera de Ingeniería civil.
El Granada es el club actual de un arquero que antes de jugar al fútbol se familiarizó con otro balón. Porque el primer deporte que practicó fue el rugby. Su padre Jon fue jugador del Getxo, internacional y uno de los mejores terceras líneas de rugby en España. Ingeniero también, aunque trabaja como auditor, mantuvo su vinculación al club como presidente entre 2010 y 2013.
«Empecé a jugar al rugby con cinco o seis años», evoca Unai. Pero hubo una influencia que le llevó a cambiar de balón. «Cuando eres pequeño y ves que tus amigos juegan al fútbol, te tira. Les seguí. Mi padre no me puso ninguna pega», recuerda. Esa afición por el fútbol le llevó con diez años a Lezama, en categoría alevín. Dos años después se fue con destino al Getxo. Regresó y comenzó a escalar, aunque siempre con la incertidumbre de quedar 'cortado'. Así se explican sus cesiones al Bermeo yLeioa.
Etxebarria, que estaba en el Bilbao Athletic la pasada campaña, comenzó de titular en Segunda B por una suma de circunstancias. El castigo a Remiro por no renovar, la lesión de Herrerín y el ascenso al primer equipo de Unai Simón y Hodei Oleaga. Cuando la situación se normalizó en la portería del Athletic perdió su sitio, pero lo recuperó en el tramo final. Fue el portero del filial que más partidos jugó, pero no le valió para seguir. El fichaje de Jokin Ezkieta supuso la puntilla. «Así es el fútbol. No hay sitio para todos en Lezama. Yo hice mi trabajo. Acabé contento y el club también, pero por circunstancias tuve que salir. Mi caso demuestra que no te quedas por jugar más. Vine al Granada y estoy muy contento, convencido de que he acertado».
Acude varios días por semana a la biblioteca a preparar su trabajo de fin de carrera, un proyecto de párking para automóviles eléctricos: «Viene bien estar entretenido y tener la mente activa».
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