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Antoñín zigzaguea entre futbolistas del Alcorcón, que apenas concedieron espacios.

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Antoñín zigzaguea entre futbolistas del Alcorcón, que apenas concedieron espacios. ALFREDO AGUILAR
Granada - Alcorcón

Frustrados ante la muralla alfarera

CRÓNICA ·

El Granada pierde con el Alcorcón en su segundo amistoso en 24 horas en Marbella al acusar el cansancio de la batalla con el Espanyol, sin chispa ni disparos entre los tres palos

José Ignacio Cejudo

Enviado especial en Marbella

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Miércoles, 28 de julio 2021, 21:05

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La batalla 'amistosa' frente al Espanyol apenas 24 horas antes mermó al Granada en su segundo amistoso consecutivo en Marbella y cayó frente al Alcorcón en un encuentro sin chispa ni disparos entre los tres palos. Acabó frustrado ante la muralla que impuso Juan Antonio Anquela al frente del conjunto alfarero, que aprovechó una fuga de Arribas a los tres minutos para convertir el único gol del choque. No hubo una reacción tangible en el equipo de Robert Moreno en los ochenta y siete minutos restantes, aunque el entrenador catalán insistió a los suyos en la paciencia con balón y en unos automatismos tácticos que piensa grabar a fuego. Volvieron a quedarse sin minutos Carlos Bacca y Ángel Montoro, ambos en su puesta a punto personal, el colombiano por baja forma y el centrocampista por haber superado recientemente la covid-19.

Granada

Joao Costa (Ángel Jiménez, m. 60); Quini (Foulquier, m. 60), Germán (Domingos, m. 60), Víctor Díaz (Neva, m.60), Adrián Marín (Pepe, m. 31); Isma Ruiz (Gonalons, m. 60), Yan Eteki (Álvaro Bravo, m. 60), Luis Milla (Monchu, m. 31); Puertas (Soro, m. 60), Suárez (Antoñín, m. 31) y Jorge Molina (Darwin Machís, m. 60).

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Alcorcón

Jiménez; Laure (Carlos Hernández, m. 80), Carlos Hernández, David Fernández, Escobar, José Carlos (Rintaro, m. 75); Aguilera (Hugo, m. 60), Moyano, Juanma (Córdoba, m. 60); Ernesto (Juan Hernández, m. 60) y Arribas (Marc Gual, m. 45).

  • GOL: 0-1: Arribas, m. 3.

  • ÁRBITRO: Abraham Domínguez Cervantes.

  • INCIDENCIAS: Partido amistoso de pretemporada celebrado en las instalaciones del Marbella Footbal Center, sin público.

Robert Moreno dispuso de inicio a los futbolistas que ingresaron en la segunda mitad del amistoso frente al Espanyol pero con la intención de que mantuviesen las buenas sensaciones que aquel encuentro dejó en su primer acto con otros actores. Buena muestra fue la primera posesión granadinista, con Isma Ruiz al mando de la salida de balón junto a los centrales y el portero Joao Costa. El equipo insistió pese a la intensa presión del Alcorcón hasta que la bola llegó a Adrián Marín, muy desafortunado en sus primeras acciones. Sin embargo, los alfareros sacaron el aguijón y en una acción aislada Arribas aprovechó un despiste entre el propio Adrián Marín y Víctor Díaz para plantarse ante Joao Costa y batirle con clase antes de que Germán pudiese obstaculizar su disparo.

El Granada trató de levantarse, recuperando sensaciones con balón, pero el Alcorcón plantaba cara, mentalizado desde el vestuario -se animaron con gritos antes de salir- como si de un partido oficial se tratase. Los madrileños amenazaban al contragolpe, replegados, y los de Robert Moreno no encontraban resquicios en ataque. Milla, que repitió como titular al igual que Suárez, intentaba ganar protagonismo para que su equipo creciera. También se acercaba a la creación Jorge Molina, a petición de su entrenador para ayudar al centro del campo por momentos en labores de volante, lejos de los cinco defensores alfareros. En la grada, Domingos Duarte invitaba a Isma Ruiz a tomar decisiones sin miedo, aunque cometiese algún error y se despistara tácticamente en alguna ocasión. El Alcorcón la tocaba menos, pero cuando lo hacía encontraba con ideas más claras a sus dos avispas en punta, el goleador Arribas y el granadino Ernesto. Todo lo contrario que Luis Suárez al otro extremo del campo.

Un pelotazo que dejó casi sin respiración al paisano rival generó una pausa de hidratación que Robert Moreno agradeció para aclarar conceptos a los suyos. Sin embargo, lo que hizo a la media hora de juego fue un triple cambio programado desde el principio: Pepe, Monchu y Antoñín reemplazaron a Adrián Marín, Milla y Suárez, que se retiró enfadado con los colegiados. Quini pasó al lateral zurdo y arriba Antoñín ocupó la banda derecha. El malagueño tuvo una de las primeras ocasiones del Granada en el partido nada más con un disparo forzado que se marchó alto tras un buen giro y pared con Jorge Molina. El propio delantero de Alcoy habilitó luego entre líneas y de espaldas a Monchu, que tampoco encontró puerta. Pasó de asistente a rematador luego en un centro de Puertas, sin atinar de cabeza.

Robert Moreno pedía participación a Monchu, pero el balear no terminaba de entrar al partido. De hecho, un despeje de Germán que le golpeó en el cuerpo sin que pudiese reaccionar habilitó a Ernesto, que falló ante Joao Costa. Moreno, descontento y exigente, pidió a varios futbolistas que acelerasen su calentamiento, aunque ninguno entró en el intermedio. El equipo mejoró algo tras el descanso, sin llegar a disparar a puerta. Un buen centro de Puertas desde la derecha no encontró rematador ni en Jorge Molina ni en Antoñín, que aguardaba en el segundo palo. Ángel Montoro, resignado en la grada a quedarse sin minutos en su puesta a punto tras superar la covid-19, dirigía a sus compañeros como si fuese entrenador.

El carrusel de cambios se reactivó a la hora. Robert Moreno dio entrada a Ángel Jiménez, Foulquier, Domingos, Neva, Gonalons, Bravo, Soro y Machís por Joao Costa, Quini, Germán, Víctor Díaz, Isma Ruiz, Eteki, Puertas y Jorge Molina. Siguieron los problemas para generar fútbol con fluidez y ocasiones, con Antoñín ya como referencia. En la pausa para hidratación del segundo tiempo, un contrariado Robert Moreno pidió a un ayudante la pizarra. Tras unos instantes de silencio, reordenó a los futbolistas con la prioridad de que llegasen más a las zonas de remate y, a poder ser, con desmarques en ruptura. Nada se sabía del Alcorcón en ataque.

Un desplazamiento en largo quirúrgico de Domingos Duarte acabó en pies de Darwin Machís, que buscó su disparo clásico dentro del área. Había tantos jugadores en la muralla alfarera que tuvo que ceder para Monchu, que tampoco consiguió traspasar la pared desde la frontal. Gonalons encontró a Soro en el área con un envío picado, pero el maño, de espaldas, dudó entre la chilena o el remate con la nuca y acabó haciendo lo segundo sin fuerza. Su zurda sirvió luego un buen saque de esquina que Foulquier no pudo embocar en el segundo palo.

El galo, con el brazalete de capitán, probó fortuna desde la media luna tras una recuperación a base de fuerza, pero su disparo salió rozando el poste de Jiménez. «¡Abraham, el tiempo!», insistían desde el banquillo de Robert Moreno al árbitro, negados a perder. Tuvo una sorpresiva aparición en el área Álvaro Bravo, pero al centrocampista del Recreativo le faltó veneno y procuró un pase que no encontró a nadie, abortado por Jiménez en una de sus pocas intervenciones en el partido. Una falta directa de Darwin Machís que se marchó alta fue la última ocasión del Granada en un encuentro en el que acusó la fatiga de su amistoso 24 horas antes con el Espanyol.

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