El Granada vuelve a centrar sus esfuerzos en terminar los partidos sin encajar goles
La actitud del equipo y las declaraciones de Diego Martínez y Jesús Vallejo dejaron claro que los rojiblancos seguirán afianzándose desde atrás
Fran Rodríguez
Granada
Martes, 1 de septiembre 2020, 00:35
El Granada de Diego Martínez ha conseguido cosas difícilmente imaginables, construyendo un relato complejo pero partiendo de premisas sencillas. La más concisa de ellas se ... lleva escuchando en la Ciudad Deportiva rojiblanca tres veranos: no encajar significa sumar. Es de cajón. Impepinable. Y por ello, cuerpo técnico y jugadores se abrazan a ese objetivo cada partido.
De la cita ante el Málaga se pueden hacer varias lecturas, pero la principal, la que dejó satisfecho a Diego Martínez y a sus pupilos, fue la recuperación de las sensaciones en defensa. El desdibujado equipo que cayó en una mala segunda parte ante el Valladolid no se parecía en nada al que ha ido construyendo el vigués. De ahí que se hiciese hincapié en la atención y organización. «Defendimos más como un bloque», explicó Jesús Vallejo, muy acertado al destacar que la mejoría en defensa era cosa de todos.
Y es que el Granada empezó a recuperar su tono defensivo desde la portería, donde Aarón estuvo muy bien en el primer tiempo. El valenciano incluso se jugó el tipo en la única gran parada del encuentro. Después le suplió Andorinha, que debutó con el primer equipo y tuvo oportunidad de atajar con seguridad un disparo envenenado de Calero.
La zaga protegió bien a ambos, con una destacada actuación de Vallejo, contundente al corte, sin reparos a la hora de chocar y solvente con balón. Tanto Germán como Duarte también rayaron a buen nivel cuando estuvieron sobre el césped al lado del maño. Foulquier, aún en su pelea personal con el árbitro y Tete Morente, y Neva, incisivo por banda, se mostraron muy atentos. Víctor Díaz, Álex Martínez y Quini apenas tuvieron trabajo, pero solventaron bien la papeleta. El pulso entre el capitán y el francés en la diestra repercutirá seguro en el nivel competitivo de ambos positivamente.
Y faltaba Yangel Herrera
En donde se percibió más mejoría, a pesar de no cambiar el esquema y ser los mismos que iniciaron ante el Valladolid, fue en el centro del campo. Luis Milla sigue en ese proceso de conocer a Ángel Montoro. Las pocas jugadas en que conectaron dejaron vislumbrar el potencial que tiene una medular comandada por el toque y la presteza mental a la hora de ver caminos donde otros sólo ven piernas. Azeez fue el tercero en discordia, mucho más entonado que el primer día. Dio un paso atrás para armar bien la parcela central y poner trabas a los malaguistas.
Se espera ya a Yangel Herrera, anunciado el mismo domingo. El centro del campo recuperará identidad, garra y lectura de presiones cuando el venezolano se junte con Milla y Montoro. La llegada del 'Panzer de la Guaira' es otro pilar más en esa construcción defensiva. Gonalons (y Eteki cuando se reincorpore tras pasar la Covid-19) también pasa a arropar de control defensivo una medular cuyos engranajes, aún lejos de engrasarse, se empiezan a mover al son del '5' y el '19'.
El Granada de Diego Martínez volvió a exhibir ante el Málaga su solidaridad en tareas mucho menos agradecidas que asistir, galopar al contragolpe o empujarla a la red. Vico y Puertas estuvieron atentos a los jóvenes laterales malaguistas, descarados en sus incorporaciones. También arrimó el hombro en defensa Soldado, excedido en una entrada que, más allá de ser inoportuna, demostró carácter competitivo. Para que el 'stage' en Marbella sea redondo, falta encontrar la pólvora arriba, pues no siempre bastará sumar.
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