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Este Granada sigue en cohete
Doblegó al Athletic con una solvente actuación que concentró sus goles en la segunda mitad, con tantos de Yangel Herrera y Luis Milla, que no pudo tener mejor debut en Primera
Sábado, 12 de septiembre 2020, 20:37
El Granada empezó la Liga donde la acabó, Los Cármenes, con quien la acabó, el Athletic, y como la acabó, ganando. Viaja en cohete. Sigue ... en estado de gracia el equipo de Diego Martínez, que no sólo mantiene la autoridad, sino que agrega a su plantilla un centrocampista fenomenal que estuvo tocado por los hados en su debut, Luis Milla. La lata la abrió Yangel Herrera, el emigrante retornado para seguir en pos de esta causa gloriosa. El rival aguantó un acto, lo justo para que los locales recordaran todos los códigos. Todo sigue igual por ahora, no hay mejor noticia que esta para la hinchada aún en el exilio. Ahora toca mostrarlo por Europa.
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Los nazaríes le han tomado la medida a los 'leones'. Desde aquella fecha en la que les privaron de llegar a la final de Copa, los de rayas horizontales actúan con la mirada inyectada en sangre cuando se topan con los de San Mamés. Los golearon en la última jornada del pasado campeonato y los abordaron con paciencia en la inauguración del curso.
Granada
Rui Silva; Foulquier, Domingos Duarte, Germán Sánchez, Carlos Neva; Luis Milla (Víctor Díaz, m. 88), Yangel Herrera (Kenedy, m. 79), Montoro (Gonalons, m. 62); Puertas, Machís (Fede Vico, m. 62) y Soldado (Ramón Azeez, m. 80).
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Athletic
Unai Simón; Capa (Williams, m. 56), Yeray, Iñigo Martínez, Balenciaga; Vesga (Unai López, m. 56), Dani García, De Marcos, Morcillo; Muniain (Sancet, m. 72); y Raúl García (Villalibre, m. 72).
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GOLES 1-0, m. 49: Yangel Herrrera; 2-0, m. 53. Luis Milla.
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ÁRBITRO Mateu Lahoz (comité valenciano). Amonestó a los locales Yangel Herrera (m. 9), Germán (m. 44) y Gonalons (m 92); y a los visitantes Morcillo (m. 14), Iñigo Martínez (m. 51) y Yerai (m. 84).
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INCIDENCIAS Partido correspondiente a la jornada 1 de la Liga Santander, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, sin público en las gradas.
Diego no ensayó su alineación ante el Betis, sino que mezcló efectivos. El 'once' frente al Athletic resultó reconocible en vista del rendimiento máximo la temporada pasada. Foulquier le ganó la partida en el lateral diestro a Víctor Díaz, Machís volvió al extremo zurdo y Montoro al puesto de mando, ahora con dos lugartenientes de garantías: Yangel Herrera, el regresado, y Luis Milla, el porvenir. La personalidad del chico nuevo quedó acreditada en la primera parte pese a su ritmo plomizo. Pidió el balón, jamás le quemó y hasta se marcó una conducción osada, que al final no pudo culminar con un buen pase filtrado.
Bajo el abrigo del 4-3-3, el Granada entró al intercambio pronto con el Athletic, otro conjunto cuajado de viejos conocidos, aunque con una formación en la que tuvieron peso los estados de forma y de confianza, abierto el joven Jon Morcillo por la izquierda, con algún escarceo precoz.
El acto inicial mantuvo a los vascos durante más tiempo en campo nazarí, con muchos envíos cruzados que pudieron generar inquietud. Un mal rebote podía pagarse con sangre, pero hubo atención defensiva y ayudas generosas entre los zagueros.
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La espesura y el soniquete del esférico sólo lo rompían algunos llamados entre los futbolistas y las continuas explicaciones de Mateu Lahoz, que es como esos profesores pedantes que necesitan alargar siempre lo que exponen hasta concluir con una forzada autoridad. Amonestó pronto a Yangel Herrera en un salto dividido («realmente evitable; clarísima, lo avisé») y luego se permitió el lujo de anular un tanto a los locales tras una jugada trenzada después de un córner que acabó en la red.
Iñigo Martínez empujó a Germán y este cayó sobre Raúl García, justo antes del remate de cabeza de Herrera. Mateu, quizás con cerilla en el pinganillo, cobró falta en ataque y le dio un 'polo' de limón a un incrédulo Germán. Qué tiempos en los que el árbitro valenciano parecía saltar sin silbato ni tarjetas. Ahora tiene días en los que parece Amazon repartiendo interpretaciones enigmáticas. Encima todo apunta a que el 'nuevo' VAR consiste en que no lo haya cuando se precisa. Que se desenchufe cuando se aprecia confusión en la pantalla. Del blanco al negro sin pasar por el gris. Un regreso, de golpe, a lo de siempre. El gol debió subir al marcador electrónico, que también estaba estropeado.
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Hasta el intermedio, más rigor táctico que soltura, con movimiento continuo del triángulo en el centro del campo de los de rayas horizontales. Tan pronto hacía Herrera de ancla como se ajustaba Montoro con el catalejo. Milla, más libre, acudía a la presión en terreno ajeno. En general, la producción ofensiva resultó bajísima. Apenas un tiro alto de Machís y poco o nada de Soldado alrededor de la portería. Nadie quería salir retratado con un mal gesto, salvo Raúl García, que siempre pone cara de angustia en cada choque.
El segundo tiempo no pudo empezar mejor. Pululaba Montoro por un costado y vio en el horizonte, allí donde otros sólo ven maleza, a varios compañeros hambrientos de pelota. Se elevaron Soldado y Yangel Herrera y la bola acabó en la tragona, con celebraciones dispersas pues ambos reclamaban la autoría. El venezolano, haciendo el corazón a la cámara, empezó a justificar el empecinamiento de la dirección deportiva por su retorno.
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Quitado el tapón, llegó el primer conejo de la chistera del nuevo mago de Los Cármenes. Milla debutaba en Primera división y quiso que, para el recuerdo, quedara una muesca de 24 quilates. Otro que quizás deje en ganga los cinco millones invertidos por su pase, fiel reflejo de su padre, aquel metrónomo como pivote que también se estrenó en la élite marcando. Cosas que se heredan.
Los goles erosionaron a un Athletic que buscó vida con los cambios, ingresando Unai López y Williams, pero la tónica no varió en exceso. Por si alguien se había olvidado de que Rui Silva estaba bajo palos, pronto enseñó sus reflejos ante un chut de De Marcos, desde la frontal. El luso anduvo imperturbable como siempre, ajeno al ruido.
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Con Gonalons por Montoro y Fede Vico por Machís, el dibujo siguió igual. El Granada se acorazó. Se escapó una vez Muniain, atento Rui para responder. Siguió el carrusel de sustituciones en el lado vasco y llegó un pequeño susto con un empalme al poste de Williams, desesperado.
Hubo nueva hidratación y otro arreón nazarí, que no concretó Fede Vico sobre la línea de finalización de milagro. Reclamó Diego a Azeez y Kenedy por Yangel Herrera y Soldado, dando a Puertas el ariete. El Athletic se envalentonó en los quites, violento Yeray frente a Gonalons.
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Diego retiró a Milla en el tramo final para introducir al capitán Víctor Díaz. En cualquier otro contexto, la ovación al chaval habría sido atronadora, pero la pandemia le privó de ese momento de gloria con su afición alrededor. Contará con tiempo, porque ha caído de pie y parece tener cuerda para sacar brillo a este magnífico equipo, que empieza como terminó. A toda mecha.
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