A Los Cármenes se le va la luz

Combatieron los rojiblancos durante muchas fases, gestionaron otras con cierta solvencia y gozaron de la brillantez de Bryan, torero sin espada, el mejor de largo. Sin embargo, la escuadra también tuvo desconexiones que se pagan con sangre en la élite. Un varapalo al que contribuyeron dos 'ex': Álvaro García, que abrió el marcador, y el portero Dimitrievski, excelso en sus intervenciones.

ones.

Fue un canto a la impotencia. Un Granada seguramente próximo a su mejor versión con lo disponible y que, aun con ello, no le alcanzó para superar al Rayo Vallecano, que está más cuajado. Hubo falta de eficacia, detalles que pudieron variar el decorado. Por ejemplo, si uno de los eslalones de Bryan hubiera acabado en la jaula del adversario, pero no fue así y sí apareció esa flojera transitoria imperdonable entre los mejores.

Los mismos de Segunda más Gumbau le quitaron el precinto a Los Cármenes. Con respecto al 'once' que ascendió a finales de mayo, Callejón ocupó una de las plazas de ataque en detrimento de Puertas. No está el almeriense para muchos trotes como mostró después, en una velada nefasta, con roja incluida.

El partido se animó pronto con un chut alto de Trejo. Ricard, que regresaba a la alineación, acaparó una arrancada tras giro con centro al corazón del área que pateó Ignasi Miquel de manera destartalada. Fue curioso ver al central en varias de las aproximaciones del primer tiempo. Atrás, empezó con muchas dudas, como si fuera en furgoneta ante bólidos, pero por experiencia fue haciéndose a una cita que demandaba atención. Va muy justo.

Callejón fue el primero en asomarse ante Dimitrievski, a pase de Bryan. La electricidad se interrumpió de pronto en el estadio, quizás invocada por el 'Flash' de Málaga, que comenzó a revolver por la banda izquierda a la velocidad de la luz.

Atrás, al Granada le faltaba algo de entendimiento. Se provocaron líos resueltos de manera decorosa, con un Miguel Rubio que está mas estilizado y llega mejor a los cortes, como en uno a la italiana con Nteka cuando el atacante rayista ya iba a ajusticiar.

Lejeune, central firme, mostró su tacto en las faltas, complicando a André Ferreira, que iba escupiendo balones como podía. Los rojiblancos respondían contragolpeando. Uzuni sacó su fusil de asalto, pero un zaguero interrumpió la trayectoria de su proyectil. Empezó a percutir el Granada con insistencia y el pequeño genio de tinte rubio platino zigzagueó entre defensas rivales como si fueran picas. El descaro de Bryan hacía olvidar al canterano 'fugado', el espigado Samu. Sin tanta carrocería pero una cantidad descomunal de clase, el de la Palmilla avivó los aplausos. El portero Dimi se agigantó, todo reflejos, y en otras Bryan simplemente no tomó la mejor decisión en el último segundo, propio de su impetuosa juventud.

Aunque el Rayo tenía fases de dominio con el balón, una estructura que ya tiene la manufactura de la temporada pasada, el Granada no se achicaba y entre sus jugadores sobresalía el buen hacer de Gumbau, metrónomo ejemplar, bien asociado con Sergio Ruiz, que definitivamente ha dado un paso adelante en la jerarquía. Con Melendo a ratos, faltaba la activación de Uzuni y Callejón. Cabalgaba el albanés como siempre, salvaje y sin rienda, mientras el motrileño demostraba frescura de piernas, aunque tenía que estar en demasiadas partes. Por unos palmos no alcanzó un balón de Uzuni en otra incursión furtiva.

Gumbau también exhibió que patea duro y bien desde lejos antes de que llegara la pausa, con todo muy parejo. También, que no se corta en la pelea, al igual que sus compañeros. El Granada quería el gol y casi lo encuentra Callejón en una dejada de Ricard que venía con el sello de garantía, pero se le fue al costero.

Querían levitar los locales, pero el Rayo se oponía. Isi comprometió a André, que detuvo con suspense, en dos tiempos. Álvaro García apuraba a Ricard, pero el catalán le aguantaba la mirada en los quites, hasta que la centella, en la otra banda, reapareció. De nuevo, en otra composición en pocos toques hasta que el chico se subió en el reactor y fue arrinconando a sus perseguidores hasta su disparo, que dio en el poste. Tampoco Sergio Ruiz embocó el rechazo en su aparición desde fuera del área.

Para la polémica, un pisotón de Bryan a Álvaro García que dejó sin bota al sevillano, pero ni González Fuertes ni los de la sala VOR lo vieron punible. El Granada continuaba sin hacer blanco y Paco López tiró de Puertas, cuyos tiempos de delantero puro quedaron en la etapa juvenil. Salió, encima, sin la temperatura adecuada. Francisco, sin embargo, contaba en el banquillo con RDT y De Frutos. El de las iniciales tardó poco en probar a André con un zurdazo que el portugués abortó de segundas otra vez.

Bryan proseguía a destajo, como si llevara las botas de Hermes, pero le faltaba afilar la daga. Sí la tenía guardaba Álvaro García, exrojiblanco, que no se cortó en una revuelta en el área ajena para colocar el esférico con sutileza ante André. Al jarro de agua fría le sucedió la pausa de hidratación, pero nadie volvió de trance porque, justo después, Ciss, al poco de entrar, se encontró con una opción de marcar en un desajuste y no lo desaprovechó. El trabajo, aniquilado en dos lances con fuego real, no de fogueo.

Desesperado, Paco López acudió a Gonzalo Villar y Diédhiou. El senegalés se impulsó en un remate, pero atropelló a Dimi en la intentona. Famara se volvió a medir con él en el alargue, pero el macedonio fue una anguila.

Pronto se quedó aislado en vanguardia por una absurda expulsión de Puertas. Entró feo, con un contrario en el suelo, pero con el empeine, no con los tacos. Sin el almeriense, el Granada parecía ya a merced de las olas, pero un alargue de diez minutos le otorgó una pequeña prórroga. Uzuni marró una opción clarísima tras otra escapada de Bryan. El 'principito' guardó pólvora para el tiempo extra, pero la pirotecnia son daba en la diana ni por asomo.

Bebé perdonó en el Rayo, que con el 0-2 se frotaba las manos. La renta fue suficiente y la decepción se apoderó del campeón de Segunda. Ahora es uno más y le toca mejorar y mejorarse.