El Granada quiere reinventarse y mantener el hambre intacta en el deseado año europeo
Los rojiblancos apuestan por la continuidad y una receta idéntica a la que les llevó a ser séptimos, con el hito de acceder a la previa de la Europa League
Jueves, 10 de septiembre 2020, 00:39
Culminada la mejor temporada de la historia reciente del club, el Granada aborda el comienzo de la próxima con la intención de reinventarse y mantener ... el hambre competitiva que llevó al equipo a cotas insospechadas. Erigido como el conjunto revelación de la pasada campaña, siendo un recién llegado a la categoría, el séptimo puesto con el que acabó en la tabla clasificatoria le reporta la posibilidad de participar en la Europa League, siempre que supere tres eliminatorias previas. Este grupo, liderado por un brillante entrenador que es el más joven de la élite, Diego Martínez, se repuso a todos los contratiempos posibles en un ejercicio extraño, marcado en su tramo final por el confinamiento debido a la pandemia y el posterior final de campeonato sin público y bajo estrictas medidas sanitarias. Con el tercer peor presupuesto de la categoría, los rojiblancos sacaron petróleo. Con la base del ascenso y unas incorporaciones de rendimiento excelso, lograron un hito sin par, pues el Granada nunca había tenido la posibilidad de pasear su nombre por otros países del continente en partido oficial. Precisamente, el hecho de poder disputar otro torneo multiplica la exigencia para un club que pretende consolidarse entre los mejores y crecer poco a poco, sin pasos atrás.
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No hay demasiadas caras nuevas entre los nazaríes. La dirección deportiva se ha preocupado más por la retención (de momento) de los talentos que ya tenía y el regreso de algunos que contribuyeron al éxito y que, en principio, sólo iban a pasar un curso en la ciudad de la Alhambra. Así, asumió las opciones de compra de los cedidos Foulquier y Gonalons, Soldado amplió un año más su estancia pues lo tenía así por contrato en caso de permanencia y la cúpula de mando logró que, de nuevo, Jesús Vallejo y Yangel Herrera volvieran en préstamo. Subrayada la operación del venezolano, que tenía ofertas interesantes de escuadras de mayor poderío pero que se convenció de que lo mejor para él era continuar vistiendo durante un año más la camiseta de rayas horizontales.
A este grupo de conocidos se les han unido cuatro futbolistas hasta la fecha. Dos apuntaban maneras en Segunda. Luis Milla, que militaba en el Tenerife, despuntó como centrocampista y el Granada apostó fuerte con el pago de 5 millones, su cláusula de rescisión. Por Alberto Soro, extremo derecho del Zaragoza vinculado al Real Madrid, los rojiblancos abonaron la mitad. Las otras dos novedades tienen un perfil diferente, aunque ambos proceden del Getafe. Jorge Molina, delantero, aportará su experiencia sobrada a sus 38 años, el fichaje más longevo de la historia de Primera. Kenedy, extremo zurdo brasileño que pasó por el conjunto madrileño tras una cesión del Chelsea, ha sido el último en llegar.
No parece fácil mejorar lo que parece inmejorable ni evitar que las expectativas devoren por el resplandor reciente. Proteger a su tropa y que sigan llegando los resultados es el reto de Diego Martínez. Por trabajo e ilusión no será.
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Un vacío que cubrir en ataque por la marcha de Carlos Fernández
El Granada tiene un importante vacío que cubrir en ataque. El regreso de Carlos Fernández parece quimérico, por lo que la entidad ha puesto sus ojos en otras alternativas. El señalado es Luis Javier Suárez, punta colombiano de 22 años que pertenece al Watford, club de Gino Pozzo, antiguo propietario del Granada. Suárez llegó a militar en el filial rojiblanco y echó raíces, pues su pareja es de la provincia. Esta conexión sentimental ha ayudado a convencer al jugador para venir, pero tiene otras ofertas poderosas y el equipo inglés las estudia. Aparte, si salen el central Neyder Lozano y el lateral izquierdo Álex Martínez vendrán otros dos jugadores.
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