Granada - Real Sociedad B | La crónica
El Granada se permite un atracónLos rojiblancos degustan una primera parte plácida, con cinco golazos, pero de digestión difícil en la segunda mitad, aunque la segunda victoria consecutiva del equipo nunca llegó a peligrar
Muchos meses de ayuno de victorias concluyeron con un atracón de goles en Los Cármenes. Un disfrute para el paladar en la primera parte con ... una digestión complicada en la segunda mitad, en la que hizo falta la sal de frutas para no irse de vientre tras el banquete ante el despertar de los jóvenes donostiarras, convidados de piedra hasta entonces. Fue insuficiente la reacción de los chavales porque el Granada se había hartado antes, degustando entrantes, dos platos principales, postre y café antes del descanso, con hambre acumulada. El partido confirmó la emergencia de varios futbolistas, como Faye, Sola y Alcaraz, y hasta dejó tiempo para buscar recuperaciones de algunos orillados, sin tanto éxito en ello. Pacheta quiere a todos a la mesa.
Pacheta advirtió de que lo que funciona no se toca y si hubiera estado conectado a un polígrafo durante la rueda de prensa, la gráfica habría confirmado que decía la verdad. Calcó el once inicial de la victoria en Huesca, la primera del campeonato en germinar, la que tanta emoción le causó, pues ya le ansiaba la falta de frutos. Lo que quizás no esperaba es que el árbol madurara de golpe en una primera parte sublime, con una contundencia superlativa. Cinco goles en los primeros cinco intentos a meta, todos con una factura de lujo, como si la máquina de los tantos se hubiera activado de golpe y soltara remesas acumuladas.
Granada CF
Luca Zidane; Pau Casadesús (Loïc Williams, m. 78), Oscar Naasei, Manu Lama, Diallo (Hormigo, m. 46); Rubén Alcaraz (Manu Trigueros, m. 54), Sergio Ruiz, Pedro Alemañ; Álex Sola, Souleymane Faye (José Arnaiz, m. 54) y Jorge Pascual (Bouldini, m. 75).
5
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Real Sociedad B
Fraga; Dadie (Garro, m. 46), Peru Rodríguez, Balda, Agote; Gorosabel, Carbonell, Mikel Rodríguez (Marchal, m. 77), Ochieng (Dani Díaz, m. 46); Carrera y Orobengoa (Mariezkurrena, m. 57).
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GOLES: 1-0, m. 3: Souleymane Faye; 2-0, m. 8: Souleymane Faye; 3-0, m. 11: Rubén Alcaraz; 4-0, m. 22: Álex Sola; 5-0, m. 30: Oscar Naasei; 5-1, m. 43: Carrera; 5-2, m. 50: Mikel Rodríguez.
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ÁRBITRO: Miguel González (comité asturiano). Amonestó a los locales Diallo (m. 42) y Pau Casadesús (m. 60); y a los visitantes Agote (m. 29), Ochieng (m. 38), Carbonell (m. 65) y Gorosabel (m. 86).
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INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 8 de LaLiga Hypermotion, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes ante 12.851 espectadores.
Era un deleite en la grada. Un equipo eléctrico en ataque e intenso en cada duelo. Lo curioso es que en ese acto inicial, ninguna diana llevó la firma del delantero centro. No es que Jorge Pascual careciera de opciones, pero le han echado el mal fario. Solo así se explica que se fuera al descanso sin celebraciones propias.
El almeriense fue el primero en intentar un tiro ante Fraga tras un robo de Sergio Ruiz, pero se precipitó desde lejos y le salió alto. Todos los mecanismos funcionaban a la perfección, con las piezas engrasadas gracias a la aportación de un mediocentro defensivo puro, Rubén Alcaraz, que libera a los volantes y ajusta ante cualquier problema.
Souleymane Faye no se va con Senegal en la convocatoria internacional, pero cuidado en próximas citaciones. El extremo apareció para abrir el marcador después de un jugadón de Álex Sola. Un autopase de espaldas, una especie de ruleta con sello donostiarra, con centro para el de las rastas y cabezazo inapelable a la red.
La misma sociedad iba a sellar la siguiente consecución. Fue otro centro de Sola al que no llegó Pascual debido al roce de un defensa, pero que le cayó a Faye como imantado, que se sacó dos recursos geniales. El primero, un control de exterior, clave para orientar el balón en la altura. El segundo, acrobático, una volea ante la pasividad de los visitantes, que tomaron fotos ante tanta plasticidad.
Los aficionados se frotaban los ojos. En ocho minutos, dos goles, pero es que no iban a esperar mucho para el tercero. Faye, en todas, se metió en un enredo gracias a su esfuerzo en birlar la pelota y esta rodó hasta Rubén Alcaraz, que tiró de catalejo para ver portería y de un cañón de abordaje. Chut, bote y a la esquina.
Apenas hubo respiro y se confirmó que la tarde estaba para el deleite. Pascual no pudo con Agote en un desmarque, gafado, pero el cuarto festejo llegaría en el minuto 22. Faye de nuevo anticipó ante un esférico, Sergio Ruiz se la dejó a Alemañ y el ilicitano sacó el guante de seda para que Sola consumara ante el arco que un día defendió, aunque por su euforia cualquiera diría que nació en Bilbao y no en San Sebastián.
El público sentía un orgullo inmenso, aunque en el fondo volvieron a recordar que, a pesar de todo, quieren que la directiva se marche. Fue un paréntesis porque todo estaba para seguir disfrutando del fútbol sobre el verde. El quinto iba a llegar a la media hora en una acción de estrategia. Sergio Ruiz botó una falta al área y hubo un rechace que le cayó en la corona a Oscar. Pese a su altura, el ghanés no estaba en el meollo sino al rechazo, pero quizás había un plan con él. Controló de zurda y en el gesto se orientó el balón a la diestra para colocar el interior con sutileza, como si fuera un punta consumado. Salió disparado a abrazarse con los del banquillo, técnicos incluidos.
Pascual se quiso sumar al convite con unos requiebros elegantes en el área, pero su lanzamiento se marchó fuera por poco. También tuvo un cabeceo que se escabulló por unos palmos justo antes de la única pega antes del descanso. Obieng profundizó por la derecha y Carrera se zafó de Oscar para superar a Luca Zidane. No habría segunda puerta a cero.
Ansotegi, indignado, metió dos cambios. Pacheta, uno, por el amonestado Diallo, para que Hormigo ocupara el lateral zurdo, aunque las comparaciones son odiosas. Por ahí vendría una grieta por la que se coló la Real B. Un envío hacia el remate solitario de Mikel Rodríguez. Para preocuparse en otro contexto, atenuado por los chicharros previos.
Pacheta quiso recuperar a dos veteranos como Manu Trigueros y José Arnaiz, a costa de retirar al capitán en la sombra, Rubén Alcaraz, y al héroe tempranero, Souleymane Faye. Se hizo daño un adversario, Orobengoa, en un gesto de rodilla, pero la Real B siguió rascando en pos de un tercer gol, que casi logra su su sustituto, Mariezkurrena. Luca atajó en dos tiempos, con suspense.
A Hormigo le costaba todo mucho y lo acusaba el equipo, que había tenido un filón en la izquierda hasta la pausa. El filial donostiarra ya se subía a las barbas y Díaz también comprometió a Zidane, al que se le escurrió la bola por el efecto antes de atajarla en décimas de segundo. Aún le puede un poco la escena en casa, pero lo empieza a superar.
El encuentro decayó paulatinamente, entre imprecisiones propias y el brío ajeno, con no demasiada aportación de los suplentes, aunque Hormigo arrancó bien para cruzar un tiro y también tuvo su eslalon posterior Arnaiz. No hubo mucho más, salvo esperar que con Las Palmas haya otra cata, aunque con forzoso cambio en la portería. Las selecciones llaman, pero LaLiga Hypermotion no para.
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