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Empate tristón de un Granada a peor
Los rojiblancos llegarán a los tres meses sin ganar tras firmar las tablas con el Getafe, en una cita que no pudo empezar peor y que enderezó Villar
Ganar es un recuerdo cada vez más lejano para este Granada que obtuvo un empate tristón ante el Getafe. Una vez más, se pegó un ... tiro en el pie cuando el público no se había ni acomodado y tuvo que nadar como los salmones. Empató Villar cumpliendo escrupulosamente la ley del 'ex', pero a los rojiblancos no les llegó durante una segunda mitad de acciones aisladas y desesperantes. Va el equipo a peor en lo ofensivo y esto ya es tétrico. El parón se va a hacer largo, enredado en las telarañas del descenso.
La situación es muy incómoda en el club, pues ni se ve reacción y valores seguros en otras jornadas como Bryan Zaragoza y Lucas Boyé se están contagiando de la tendencia depresiva. Paco López está intentando casi todo, hasta apuestas algo excéntricas, buscando donde quizás no hay mucho más. El mercado invernal todavía queda lejos, pero la inercia resulta nociva y recuerda, con claridad, a lo ocurrido en el primer curso de la era china, en la que los apaños de enero llegaron tarde y no alteraron la caída en barrera plana.
Granada
André Ferreira; Manafá, Ignasi Miquel, Torrente, Carlos Neva; Gumbau, Gonzalo Villar (Álvaro Carreras, m. 84), Melendo (Antonio Puertas, m. 64), Bryan Zaragoza (José Callejón, m. 74); Uzuni (Diédhiou, m. 84) y Lucas Boyé (Sergio Ruiz, m. 74).
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Getafe
David Soria; Damián, Gastón, Alderete, Diego Rico; Maksimovic, Milla (Domingos Duarte, m. 87), Carmona (Iglesias, m. 46), Greenwood (Jaime Mata, m. 87); Aleñá (Óscar, m. 57); y Borja Mayoral (Latasa, m. 87).
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GOLES: 0-1, m. 2: Borja Mayoral; 1-1 m. 45+3: Gonzalo Villar.
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ÁRBITRO: Muñiz Ruiz (comité gallego). Amonestó a los locales Lucas Boyé (m. 39), Carlos Neva (m. 56), Bryan Zaragoza (m. 72; acarrea suspensión) y Manafá (m. 80); y a los visitantes Aleñá (m. 41) y Óscar (m. 84).
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INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 13 de LaLiga EA Sports, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, ante 18.103 espectadores.
El día menos pensado, debutó en casa Manafá. Es cierto que se estrenó en Copa y que había asomado el lomo en los últimos minutos de Valencia, pero nadie intuyó que Paco López baraja su alineación nada menos que contra Greenwood, un futbolista cuestionable por actitudes fuera del campo pero imponente dentro, que ha acabado en el Getafe precisamente por esto. A la primera que tuvo en un mano a mano, el inglés intentó burlarse de Manafá y lo consiguió. El portugués, que es rápido, le ganó la posición, pero, con un despiste impresionante, se dejó timar como un novato. El azulón le quitó el balón, llegó presto a la línea de fondo y Borja Mayoral hizo el resto para concluir en gol, ante la desatención generalizada.
Un partido no puede empezar peor y al entrenador local se lo llevaban los demonios. El Getafe se hizo entonces tan Getafe como siempre. Holgazán en los saques, especialmente David Soria, y un drama en cada falta sufrida, como si sufrieran un ictus, pero con dientes de sable rebañando balones. Un comando más que un equipo. Obra de autor patentada por Bordalás.
La disciplina marcial achicaba a Bryan Zaragoza, al que ha tenido que visitarle un dementor porque le falta alegría, todo le cuesta mucho más. Aun con ello, puso un centro a Melendo que el catalán placó con el pecho en el área. El control se le fue un poco largo y Rico le agarró lo justo para desequilibrarlo en su intento de lanzamiento. Pudo ser penalti, pero el listón se elevó con respecto a Mestalla.
Atrás, el Granada seguía con el tembleque. Greenwood era un azote para Manafá y su paisano André encendió el karaoke en un tiro del británico que no terminó de colar Maksimovic porque Neva obró un milagro. Hubiera sido el acabose para la moral del portero.
Boyé y Uzuni comenzaron a dispersarse entre las trincheras enemigas, una ciénaga de la que el albanés intentó salir con algunos tiros altos. Manafá seguía siendo transparente atrás pero brioso en ataque, justo lo contrario de lo que necesitaba este Granada, que ya tenía a Ricard para asaltar el frente. Otro lunar de la planificación.
Uzuni seguía intentando concretar las llegadas locales, pero el Getafe mantenía su disciplina militar. Torrente le ponía carácter con Mayoral en medio de las constantes interrupciones. Bryan por fin recordó al de antes de la Selección con un lanzamiento cruzado que Soria se sacó de encima, pero fue Neva, desde la orilla izquierda, el que superó la empalizada azulona. En el primer intento, Villar golpeó con chanclas a meta. En el segundo, raso, el murciano mantuvo la sangre fría en pleno alargue para empatar. Celebración muy reivindicativa del 'ex' del Getafe.
Aleñá avisó tras el descanso que los visitantes venían a por toda la bolsa. Uzuni tuvo un aterrizaje forzoso en el área en el que casi se lleva por delante hasta a Soria. Bryan, mientras tanto, quería reencontrarse con Bryan. Recogía los esquíes y trazaba algún eslalon, pero sin su rapidez natural, sin duende. Neva tuvo que jugarse el tipo en un contragolpe adversario, que vino de un córner propio. Los azulones se mantenían firmes, a la espera de hacer letal su turno.
Villar no se impregnaba del desanimo, pero los demás le buscaban menos de lo conveniente. Puertas entró para ocupar la derecha y devolver a Bryan al pasillo izquierdo, el de su estrellato. Allí volvió a cruzarse con Damián Suárez, que le quiso hacer la vida imposible. Reclamó un empujón con vehemencia y el malagueño vio la amarilla, que acarrea suspensión en la visita al Alavés tras el parón.
En el último cuarto de hora, Paco López hizo una cabriola de riesgo. Retiró a Bryan y Boyé para amarrar el centro con Sergio Ruiz y colocar en punta a Callejón junto a Puertas. Sin el extremo ni el goleador, todo fueron pelotazos a ninguna parte.
Villar tuvo un cabeceo tras un requiebro de Puertas en la izquierda, poca cosa para Soria. Con Carreras y Diédhiou, más de lo mismo.
No hubo nada que intimidara a los porteros. La pitada final a Milla, que fue constante, y Torrente con tirones tras un esfuerzo intenso en la retaguardia, no compensado por los de arriba. Puertas casi aulla en las postrimerías, pero Alderete le arrebató la gloria. El foco está puesto en la fragilidad atrás, en los muchos goles encajados, pero si se apaga el trío de vanguardia, el ataque también se queda hecho un solar. El Granada desfallece y hace falta algo o alguien que lo remedie.
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