Un equipo en construcción 'post Cervera'

Al técnico catalán le toca hacerlo con resultados y haciendo suyo un plantel en el que el discurso de Cervera había calado hondo. Con un esquema tan interiorizado, y apremiados por la mala dinámica, la directiva cadista se ha movido mucho en el bazar invernal para dar puntos de soporte al nuevo proyecto con Sergio. Han llegado, de hecho, dos jugadores a los que dirigía recientemente en Pucela, como Rubén Alcaraz y el exrojiblanco Fede San Emeterio, puro cemento para asentar al equipo a su alrededor. El bajón competitivo de la zona central –zaga y pivotes– había sido un mal endémico para los gaditanos, que también han reforzado la defensa con la llegada de Luis Hernández.

El salto de calidad más esperado llegaba arriba. Sin la explosividad de otras veces, ni Salvi ni Alejo estaban permitiendo al Cádiz competir cuando cruzaban la divisoria. Una deuda que se ha querido solventar con el fichaje como cedido del sevillista Idrissi. Y para saciar la sed de gol, se pagó a última hora para liberar a Lucas Pérez de su insostenible y fugaz etapa en el Elche. El delantero se quiere redimir y forjar su figura como absoluta referencia en el área. Pero tendrá competencia. La llegada de Pérez y, sobre todo, la salida del anterior técnico han despertado de nuevo el olfato del 'tiburón' Negredo, que ha vuelto a oler la sangre meses después.

El Cádiz es, por tanto, un conjunto distinto al de la primera vuelta porque ha cambiado lo suficiente como para poder cambiar de careta carnavalera y pasar de la tragedia a la comedia. Confían en que todos los cambios no hayan llegado demasiado tarde.