Domingos Duarte, como si hubiera sufrido un accidente de tráfico

El incidente que le frenó en seco ocurrió en el partido de Vigo. Desde ese día, 27 de septiembre, no ha podido entrenar junto a sus compañeros, trabajando en el gimnasio para restablecer su fortaleza cuanto antes. Fue por un choque fortuito con su compatriota Maximiano cuando el portero salió a atajar un balón por alto mientras el defensa forcejeaba con el delantero Santi Mina. La acción acabó en penalti y conllevó la lesión de los dos portugueses. Maximiano aguantó un poco más tras la atención sobre el césped y tuvo tiempo de despejar el lanzamiento de penalti de Iago Aspas. Domingos, sin embargo, se quedó muy dolorido y tuvo que ser relevado de inmediato, con unas visibles molestias en el hombro.

Desde entonces, gimnasio y preparación individual para él, tanto en la Ciudad Deportiva como con su entrenador personal cuando tuvo unos días de asueto en Portugal. Las molestias remiten poco a poco, aunque en principio no tienen el mismo origen que el problema que provocaba que se le saliera la articulación. Así le ocurrió la campaña pasada en el primer partido de la fase previa de la Europa League, en Durrës. Desde entonces, para evitar contratiempos actuó con una protección en la zona que ha evitado que tenga que tomar medidas más extremas, como el paso por el quirófano.

El arranque de la próxima semana irá dando la medida de la situación de Domingos Duarte. Si todo va bien, poco a poco se irá integrando con sus compañeros, aunque el cuerpo médico no quiere pillarse los dedos aún sobre su regreso. El trance ocasionó que no fuera durante este parón de selecciones con Portugal. Ni siquiera tuvo que viajar a la concentración para que los propios doctores del combinado luso verificarán su estado. Bastó con el informe remetido por el Granada, suficientemente elocuente.

Quien sí parece que se incorporará con los demás muy pronto es Ángel Montoro. Robert Moreno explicó, tras el encuentro con el Sevilla, que le tuvo que sustituir al descanso de la cita por unas molestias en el sóleo. Como no se ha querido arriesgar durante estos días, el valenciano ha seguido tratamiento de fisioterapia y ejercicios en el gimnasio para que los dolores se disipen sin prisa, con el objetivo de que sí pueda participar en la preparación del enfrentamiento con Osasuna. De ese compromiso sí se ausentará Eteki. Le quedan prácticamente un mes más para sanar de la rotura muscular que sufrió en el Camp Nou. Una lesión fibrilar grado II en el isquiosural de la pierna derecha que le dejó en el dique seco. Nunca había tenido un percance tan grave desde su llegada al Granada.