La defensa de cinco, una variable de confianza difícil de aplicar sin Germán
Sin el gaditano, este sistema sólo se podría dibujar desplazando a Víctor Díaz al centro de la zaga y adaptando a algún jugador al carril liberado
Chema Ruiz España
GRANADA
Sábado, 30 de noviembre 2019, 01:02
Tras más de 500 días residiendo en el banquillo del Granada, la hinchada nazarí se ha familiarizado con buena parte de las directrices recogidas en ... la libreta de Diego Martínez. El técnico vigués ha ido revelando su arsenal para afrontar las distintas situaciones que ha deparado la competición, tanto en Segunda división como en Primera, y en Los Cármenes se han acostumbrado al dogma instaurado. Pocos son ya los aficionados que esperan que, de inicio, plantee un encuentro con un sistema diferente al 4-2-3-1, a pesar de que ha probado otros dibujos y de que ha introducido ciertas modificaciones sobre este mismo esquema. De igual manera, tampoco resulta extraño que, cuando los encuentros se complican más de lo debido, apueste por formar una línea de cinco defensas.
Esta variable se ha convertido en uno de los recursos de confianza del entrenador rojiblanco, que viene empleándolo para proteger los puntos, si bien ahora, con Germán en la enfermería, resulta complicado ejecutarlo. Considerando que será Martínez el que ocupe el lugar del gaditano, sólo se podría dibujar este esquema con Víctor Díaz cerrándose al centro de la zaga, una posición que no le resulta extraña. En tal caso, Quini podría actuar en cualquiera de los dos carriles, mientras que Puertas emergería como alternativa para el flanco diestro y Carlos Neva, o Álex Martínez en su defecto, jugaría por el lado opuesto.
Actuarían en una plaza a la que se adaptó el curso pasado Alejandro Pozo, que fue la solución habitual de Diego Martínez para desarrollar este plan. Así decidió, entre otros encuentros, la determinante visita a Albacete, en la que un gol de Ramos selló medio ascenso. La explosividad del hervense le permitía sorprender por el carril diestro y recuperar la posición con presteza ante las réplicas del rival, unas cualidades que hoy le convierten en el recambio de Jesús Navas en el Sevilla.
En lo que va de curso, han sido ya varias las ocasiones en las que el equipo ha adoptado esta morfología sobre el césped para cerrar los choques. Ocurrió por primera vez en casa del Espanyol, donde entró Martínez por Machís y el conjunto rojiblanco terminó juntando a tres hombres en el medio, con Puertas y Carlos Fernández como hombres adelantados. El central onubense también fue el jugador empleado para propiciar esta modificación del esquema frente a Leganés y Betis, dos encuentros en los que, como en Cornellá, el Granada logró sumar los tres puntos.
En Getafe, con Köybasi en el carril izquierdo y Ramos por delante, la estrategia no surtió efecto y debió ser corregida al descanso, aunque la reacción no le dio al plantel para puntuar. Tampoco le permitió sumar una semana más tarde, frente a la Real Sociedad, cuando Quini entró por Vadillo y desplazó a Víctor Díaz al centro de la zaga.
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