Una cruz a cuestas sin pero que valga para la afición del Granada
Los hinchas nazaríes viven una nueva derrota en una jornada especial con desplazamiento a la vecina Málaga
El Día de la Cruz no impidió el desplazamiento masivo de la hinchada del Granada, que 'invadió' a la vecina Málaga con motivo del derbi más especial de toda la temporada. Varios centenares de granadinistas –alrededor del millar en total– vivieron la jornada por los aledaños de La Rosaleda en total paz y armonía junto a la afición local. El resultado no acompañó tras una actuación para el olvido dentro del terreno de juego sin pero alguno.
Una parte de la expedición partió en cinco autobuses al mediodía desde Los Cármenes. Ambiente tranquilo y algún que otro clavel en el pelo de las rojiblancas, con la pertinente resaca –siempre presunta– encima. No fue el caso de Leo, un chaval que viajó junto a su madre en uno de los vehículos y en muletas. «Me lesioné jugando al fútbol, pero al Granada no se le deja solo. ¡Ni aunque me falte un brazo!», bromeó ante IDEAL.
Ya durante la previa, los 'You'll Never Drink Alone' se hermanaron con la Peña Universitaria malaguista. «Los derbis son especiales, pero la rivalidad queda en el campo. Fuera, somos clubes amigos», confirmaron los socios de ambas entidades. En el césped no hubo color, con la hinchada malaguista apretando desde el pitido inicial y convirtiendo su fortín en un absoluto infierno. La granadinista sufrió, aunque trató de levantar a los suyos. Sus intentos quedaron en nada, con los jugadores completamente bloqueados. Al menos quedó el gran día de convivencia nazarí, consuelo agridulce en mitad de la desolación.
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