El Granada pierde el partido en Vallecas en los últimos minutos

Los dos equipos partieron en el curso con el objetivo del ascenso y están cumpliendo con las expectativas, pese a que ambos coinciden en registrar un inicio algo timorato que ha ido quemando etapas para alcanzar esta decimoséptima jornada como equipos maduros, con las ideas muy claras y un enorme potencial ofensivo. Los goles encajados son el punto débil del equipo local. También lo era del visitante, pero ha mejorado su sistema defensivo progresivamente y ahora cuesta mucho llegar a los dominios de Javi Varas.

Atrás quedaron los duelos en Primera entre ambos. Aquellos en los que la amenaza del descenso era la constante. Pasan a ser 'gallitos' que defienden su condición de favoritos allá donde van. Un partido entre iguales que tendrá ambiente de Primera, con el clásico apoyo local al que se sumará una nutrida representación visitante. Se espera que medio millar de granadinistas estén en las gradas de Vallecas. Un desplazamiento que, desde aquella permanencia de infarto en 2011, se ha convertido en un clásico al que nunca falla la hinchada del Granada.

Una relación entre ambos clubes que también se ha estrechado en los despachos. El continuo ir y venir de futbolistas y entrenadores del sur de Madrid a Granada hace que sea un duelo casi familiar, en el que muchos de los que estén en el campo se conocen a la perfección los entresijos del contrario.

La defensa del Granada presentará la novedad obligada de Germán por Chico Flores, que tiene por delante semana y media de baja por un problema muscular. Visto el rendimiento del central de San Fernando en sus tres actuaciones este curso, no debería resentirse en exceso el equipo ante una baja, por otro lado, bastante sensible. Un mismo estilo que no trastoca la forma de moverse del Granada de Oltra.

Sí lo hace la presencia de Montoro, que aporta un cariz distinto en el centro del campo. Regresa después de cumplir escrupulosamente sus dos partidos de sanción tras ser expulsado frente al Sevilla Atlético. Su lugar en los partidos en los que no ha podido actuar lo ha ocupado Kunde, al que este movimiento podría dejarlo fuera del once. O no, porque el camerunés se suele desenvolver en la mediapunta, donde Espinosa a veces cumple y otras no tanto. Además, el entrenador valenciano ha advertido de las condiciones especiales del campo donde esta tarde juegan, algo más pequeño de lo normal. Quizá en tal caso Kunde, explosivo, podría aportar en un fútbol más directo.

Por eso, existe la posibilidad de mantener en ese estado de gracia al futbolista africano. Oltra insinuó en la rueda de prensa previa al partido de esta tarde que habría algún cambio. «Tengo dudas», reconoció. Entonces no sabía seguro que no podría contar con Alberto Martín. Ahora que el extremeño es baja obligada se le abren el abanico de posibilidades de las que hablaba. No le gusta variar en exceso lo que funciona. Visto el resultado y el desarrollo del encuentro ante el Huesca la pasada semana la maquinaria está engrasada, pero siempre se puede mejorar.

Lo que sí parece claro es que Raúl Baena, tras dos semanas 'arrancando' desde el banquillo, estará de nuevo de inicio en el campo. Es el único mediocentro de corte defensivo que queda. Y el equilibrio es fundamental para Oltra, que ya sabe que los errores en esa parcela cuestan muy caros.

La convocatoria esta vez es mucho más amplia de lo habitual. Oltra suele llevarse, máxime fuera de casa, a 19 futbolistas para tener alternativas hasta casi la hora del partido. Esta vez se ve obligado a sumar un futbolista más por un «asunto familiar» que podría hacer que Javi Varas se tuviera que marchar de la convocatoria. Por eso el portero del filial, Aarón Escandell, viajó ayer con el equipo a Madrid. En la lista reaparece el mencionado Montoro junto a Menosse, central suplente, y Adrián Ramos, por fin recuperado de sus lesiones.