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Astralaga, con Neto, en un entrenamiento del primer equipo del FC Barcelona hace un tiempo, con Dembelé y Lenglet detrás. R. I.

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Astralaga, un meta «completo» para «competir con Zidane»

«Apuntaba maneras de cadete y lo fichamos», repasa Boada, exdirector deportivo rojiblanco y en el scouting del Barçelona durante seis campañas

Viernes, 4 de julio 2025, 17:18

La competencia sana siempre es buena en el fútbol. Sobre todo, en el interior de un vestuario, donde la abundancia de efectivos suele elevar por lo general el nivel sobre el terreno de juego. Desde esa premisa parte el fichaje de Ander Astralaga por el Granada, que se había quedado únicamente con Luca Zidane bajo palos de cara al próximo curso. El exculé llega a Los Cármenes en calidad de cedido, pero con el objetivo de erigirse como un futbolista preparado para el profesionalismo tras sus últimas estiradas en 1ª RFEF.

El vasco siempre mostró destellos de su potencial como arquero. Así se materializó su fichaje por el Barcelona a los catorce años mediante la intermediación de Pep Boada, un viejo conocido entre el granadinismo. El exdirector deportivo rojiblanco ocupó el cargo de director de 'scouting' del conjunto azulgrana durante seis campañas, justo cuando Astralaga entró en el radar de La Masía. «Le seguíamos la pista desde 2015. Nuestro ojeador de zona en Bilbao nos habló muy bien de él y nos recomendó su fichaje. Era un portero similar al que es ahora. Tenía una buena tipología física para su edad, con mucha envergadura. También era coordinado y ágil, además de jugar bien con los pies. Apuntaba maneras», detalla Boada a IDEAL.

Pasó el tiempo y el guardameta de Berango subió divisiones hasta recalar en el filial barcelonista en 2023. Se hizo con la titularidad desde el principio, aunque sus convocatorias con el primer equipo de Xavi Hernández le hicieron perderse algunas jornadas. El último curso le costó arrancar, pero volvió a erigirse como la opción principal hasta que una tendinitis lo mantuvo en el dique seco entre febrero y marzo. Tras su recuperación, la mala situación liguera del Barça Atlètic reclamó sus servicios, disputando los diez últimos duelos. «Aunque bajaron de categoría, Astralaga completó muy buenos partidos. Ya lo veréis en Granada», apunta el antiguo director.

La pérdida de la categoría llevó al guardameta a salir de Barcelona rumbo al Granada. «Su cesión es un 'win win'. Al chico le vendrá bien para poder jugar, ya que lo iba a tener complicado con Joan García, Ter Stegen o Szczesny por delante. El jugador da un paso importante en su carrera al recalar en un club grande, donde tendrá a un portero contrastado al lado como Luca Zidane para fijarse y aprender. Por su parte, al Barcelona sabe que ganará experiencia y al Granada le viene bien para subir la competencia en la portería», analiza Boada.

«Ambos competirán por ser titulares, lo que provocará que den lo mejor de sí para competir al máximo nivel y redundará en el beneficio de todo el equipo. No podrá descuidarse ninguno de los dos, ya que el entrenador tendrá una opción sólida en el banquillo. En el caso de Astralaga, esa presión la lleva en el ADN desde que llegó al Barcelona, así que no le pasará factura», vaticina. Sobre qué necesita para dejar huella en Los Cármenes, Boada no lo duda. «Humildad, trabajo y que sea una esponja. Necesita empaparse de todo lo que le puedan aportar sus compañeros de portería, además de ayudantes, técnicos… Tiene las condiciones necesarias para triunfar», completa.

Adaptación

La adaptación del nuevo portero del Granada en un nuevo entorno marcará su evolución dentro del equipo. A sus 21 años será la primera temporada en su carrera que desempeñará lejos del norte. «Conociendo la ciudad y el club, no creo que tenga problema. El entorno granadinista es muy sano. Desde el cuerpo técnico hasta los trabajadores de la Ciudad Deportiva o la afición. La gente siente sus colores y ayuda al que llega de fuera. Más todavía a él siendo un futbolista joven», argumenta.

«La Segunda división es complicada. Hay muchos clubes que pasaron por Primera y no es sencillo mantenerse. La pelea por el ascenso es muy exigente y obliga a no cometer demasiados errores, pero lo importante es que el Granada tiene mucha masa social. Su afición es granadinista de pro, algo de lo que me di cuenta el año que formé parte del organigrama. Cuando la intención es tener un proyecto para subir, lo primero es ir todos a una», razona Boada, que guarda un grato recuerdo de su experiencia en el curso 20/21 pese a su trágico desenlace. «Aún me acuerdo del penalti de Jorge Molina contra el Espanyol. Si hubiese entrado, quizá todavía seguiría allí», avanza.

«Fueron las circunstancias del fútbol. Al final todo el mundo tiene que ser consecuente con su trabajo. En mi caso entendí la situación. Estábamos en Primera y descendimos en la última jornada, así que me tocó salir. Con dolor, porque pensaba que podía hacer más por el club, pero asumí la responsabilidad», se sincera. Boada se encuentra sin equipo desde su marcha, pero siempre vinculado al fútbol. «Por temas familiares, he optado por quedarme en mi casa de Girona. He realizado asesoramiento deportivo a empresas y particulares. También seguí torneos sudamericanos y africanos de categorías inferiores. Hay chicos que pueden romperla en Europa en los próximos años. Me impresionó mucho Estevao Willian, que se lo llevó el Chelsea», concluye.

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