Treinta años del «desolador adiós» al viejo Los Cármenes

«Desolador adiós a Los Cármenes», tituló IDEAL en su portada al día siguiente. «El Granada empató a un gol ante el Sevilla B en el partido que podría suponer la despedida del campo de Los Cármenes en partido oficial. El viejo estadio, escenario de grandes ilusiones futbolísticas, ofrecía el desolador aspecto que recoge la fotografía. El encuentro, al que asistieron sólo quinientos aficionados, no fue el que merece un escenario plagado de recuerdos», lamentó este periódico.

«60 años de historia merecían más», rezó la crónica de Ernesto Martínez, en la que el periodista abundó en la «triste despedida» del estadio con un encuentro «descafeinado». «Los aficionados rojiblancos, los pocos que quedan después de haber soportado los despropósitos de las últimas directivas, se marcharon de Los Cármenes con el recuerdo de aquellas magníficas tardes de fútbol de Primera y con el deseo de dejar enterrados aquí para siempre los dignos de la decadencia que han dejado al club al borde de su desaparición (...) Se cierran cuatro años de verdades a medias y de oscuridad económica», concluyó en su relato.

Aunque el Granada llegó a aquel partido con la permanencia matemática en Segunda B ya asegurada, los rojiblancos rozaron el descenso a Tercera división por dos puntos solamente. El bastetano Roberto Valverde, actual director deportivo de la sección femenina del club, era uno de los líderes de aquella plantilla, regresado tras jugar dos temporadas en Primera con el Valladolid, con Pepe Mel y Antonio Álvarez –que se retiró al acabar aquella campaña– entre algunos de sus compañeros más ilustres. Aquel curso fue el séptimo de los catorce consecutivos que el club pasaría inmerso en la categoría de bronce del fútbol español, preludio de cuatro aún más abajo.

Cinco días antes de aquel último partido del Granada en el viejo Los Cármenes había tenido ya lugar la inauguración del nuevo en el Zaidín. Sin embargo, no fueron los rojiblancos sino el Real Madrid y el Bayer Leverkusen los equipos que allí jugasen con las gradas llenas. En los blancos emergía ya Raúl González Blanco, con Emilio Butragueño, Michael Laudrup, Fernando Hierro o Rafa Alkorta también en las filas de Jorge Valdano como entrenador y Bernd Schuster, ya en el final de su carrera, en las de los alemanes.

El viejo Los Cármenes acogería algún partido más del Recreativo todavía antes de su definitiva demolición, ya en 2003. Lo primero en caer fue el simbólico arco que recibía a los aficionados. Ya solo quedan los recuerdos.