De la ilusión a la agonía

Los aficionados del Granada llegaron a Sevilla en tres tandas al salir dos autobuses con peñistas del G19 a las 10.30h, otro con los del colectivo You'll never drink alone a las 11.30h y tres con abonados a las 14.30h. En Sevilla, la peña oficial del club allí convocó a quienes se cruzaron la A-92 a «vivir una previa sana» en la plaza de la Avenida Paseo de Europa aunque con el paso de las horas el ambiente fue aproximándose al Villamarín por la del Padre García Tejero.

Todos confiaban en que era el día más apropiado «para meterle mano al Betis en su casa», como defendieron Raúl y Carlos, dos amigos adolescentes que viajaron juntos, pero no pudo ser. Si alguien lo vivió con un entusiasmo especial, acabara como acabase, ese fue Emilio, un niño de 10 años natural de Ogijares con especial simpatía por el Betis. «Juega bien y limpio; me gusta», compartió junto a su tío, también llamado Emilio, que le regaló la entrada y el viaje por Navidad. «Conseguimos las dos últimas que puso a la venta el Granada en taquilla», suspiró con alivio.

«Era su primera salida con el Granada y le hacía mucha ilusión en esta primera temporada como abonados después de haberle llevado a partidos sueltos en Los Cármenes desde que tenía cuatro años», sigue Emilio. Ambos son optimistas con el equipo: «Creemos que nos vamos a salvar porque los fichajes parecen buenos».