Vuelven los bares a calles señeras en una fase 2 que comienza al ralentí
Muchas más persianas abiertas en Navas, Alhamar o Elvira a pesar de que fue un lunes «flojo» donde el factor novedad ya empieza a no contar
Fernando llega a Belle Epoque, mira y cruza el umbral de este bar de Alhamar en el que toma desde hace años el aperitivo. Siempre ... lo mismo, siempre con los mismos. Y por fin ayer desde hace casi tres meses, de nuevo en su mesa. Es de esas en las que caben cuatro y que pega a la fachada acristalada de un negocio que aunque lleva casi 10 días abierto, no ha podido disponer de esta esquina, su esquina, la que Fernando compartía antes de la pandemia con su hermano y amigos. «Son todos mayores y estos días se venían últimamente sentando en la terraza, pero ya lo ves, ha vuelto hoy a su sitio, dentro, a pesar del buen día que hace», cuenta Paco desde la puerta de Belle Epoque. El suyo fue ayer uno de los establecimientos de hostelería que recibieron con la persiana subida el pase de Granada a la fase 2 de la desescalada, que entre otras cosas permite ya a bares, cafeterías o restaurantes recibir a clientes en su interior respetando un 40% de aforo.
Este alivio obró el milagro de que buena parte del tejido hostelero de la capital empezase ayer a respirar. Aunque fue un lunes muy tímido, propio de las circunstancias que están protagonizando estos días, por fin se pudo ver movimientos en calles tan simbólicas para el sector como Navas, la citada Alhamar o Elvira, que habían estado muy apagadas durante la fase anterior.
A lo largo de todo el día, IDEAL pudo ser testigo de un mayor número de aperturas. Pero se espera que sean muchos más los que se animen de aquí al próximo fin de semana, que será cuando realmente la ciudad tome el pulso a los alivios de la nueva etapa de la desescalada.
Bares o cafés sin terraza pudieron abrir por fin ayer. También lo hicieron muchos que aún teniendo mesas fuera, no se habían atrevido a hacerlo pues necesitaban compensar los gastos con más espacio para el cliente dentro. Negocios señeros como Bodegas Castañeda, La Brujidera, La Tricotá o Gran Café Bib Rambla, por poner solo cuatro ejemplos, ya están con su persiana subida, como también lo estarán hoy, sin ir más lejos, Ávila Tapas II o Cunini, en una plaza de la Pescadería que poco a poco va recuperando ambiente. Bares como Provincias, Rossini, Los Diamantes de Plaza Nueva o La Mancha reabrirán al público a lo largo de la semana. Y lo harán con una ilusión «enorme», explicaba ayer a IDEAL Jorge, que regenta el citado bar Provincias, ubicado en la calle homónima.
Estos últimos días han aprovechado para cortar los últimos flecos: dentro, pero también fuera. En este bar de pescado frito y mogollón en la puerta, esperan que la clientela, a la que echan «mucho de menos», se adapte a unas nuevas normas que les han hecho poner marcas en el suelo para que todo el mundo sepa dónde tienen que ir situadas las mesas o los barriles que sirven fuera como veladores. Medidas de prevención con las que han abierto muchos establecimientos que, en la mayoría de los casos, echarán de menos la barra. Detrás de esta ausencia está por extensión la de la mayoría de bares de San Matías o Navas. Aunque ayer a la hora de comer mantenían unos ocho bares abiertos, aún eran muchos las persianas cerradas.
Lo mismo ocurre hoy por hoy con zonas como Bib Rambla o Plaza Nueva, que son todavía una sombra de lo que suelen ser. A pesar del alivio de la desescalada falta el turismo, lo que va a hacer que muchos establecimientos sufran mucho con esta 'nueva normalidad' en la que no se espera al turista foráneo o nacional hasta por lo menos julio. Que además suele ser un mes particularmente malo para el sector debido a las altas temperaturas. En la Cueva 1900, en la zona de Reyes Católicos, también se estrenaron este lunes. Su encargado, Francisco Javier, reconocía que el inicio había sido «flojo». Su clientela es en un «80%» turista, por lo que el futuro lo afronta con incertidumbre.
También le costará arrancar a esos bares cuyo granero de clientes se encuentra en otro colectivo que está desaparecido hoy. Son los universitarios. Entre Trinidad y la plaza de Derecho, ya hay varios establecimientos abiertos como por ejemplo: Tocateja, Botánico, El Bar de Eric o Trinidad, que ansían la vuelta de la actividad presencial en las facultades.
De poco sirvió el factor novedad que llenó los bares en las primeras horas de la fase 1. Ayer no hubo problemas para encontrar mesa de desayuno en el Centro a las nueve de la mañana. En el Gran Café de Bib Rambla, uno de los 'desprecintados' ayer, había sitio de sobra tanto dentro como fuera. Misma imagen en La Chicotá, muy frecuentado en la calle Navas por personal delAyuntamiento. Otras cafeterías, como el Fútbol, ya están acostumbradas a la 'nueva normalidad': lejos de los aluviones de los primeros días en fase uno, empiezan a recibir a una clientela constante, pero aún lejos del movimiento prepandemia.
En Dulcimena, pequeña tienda de café de especialidad en el Realejo, llevan días con un flujo estable de visitas de los vecinos. En la vecina cafetería Paco Cordones, también en la calle Molinos, el reencuentro con la gente del barrio fue tranquilo:«Aún no saben que hemos abierto», decían tras la barra. Están de vuelta los bares de las zonas más señeras de la capital.
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