El virus vuelve a colarse en las residencias de Granada, en las que ya hay más de 90 contagios

En tan solo un mes, las residencias de mayores de Granada han pasado de no tener apenas casos y sobre todo de ser aislados, a tenerlos casi a diario y en forma de brotes. Una tendencia que se está agravando en los últimos días y que ya mantiene a doce de estos equipamientos con algún caso activo en sus dependencias, ya sea entre trabajadores o usuarios, lo que es más peligroso por su vulnerabilidad.

De acuerdo a la información disponible, ayer había en Granada un total de 91 contagios asociados a este tipo de centros, que en su mayoría son asilos, pero también hay recursos para personas con discapacidad, pisos de menores tutelados o templos para congregaciones religiosas, entre otros. Estos nuevos casos se reparten, como se ha dicho, entre doce residencias de la provincia, de las que tres se ubican en Loja, dos en la capital y el resto, en Motril, Guadix, Gualchos-Castell de Ferro, Las Gabias, Peligros, Villa de Otura y la Zubia.

Pero no en todas se ha instalado la misma preocupación. Actualmente inquietan sobre todo tres brotes. El más grave se encuentra, tal y como publicó el jueves este diario, en el municipio de Gualchos-Castell de Ferro. Allí, en la residencia de mayores Virgen del Carmen, se ha descontrolado el virus. Ayer había activos ya, según las fuentes consultadas, 50 casos, de los que 48 son usuarios, algo que no pasaba en ninguna residencia desde antes de la llegada de las vacunas covid.

La única noticia esperanzadora es que todos los infectados se encuentran bien. Tan solo seis requirieron en su momento asistencia hospitalaria, pero solo tres siguen ingresados y parece que su estado de salud no reviste gravedad. El segundo gran foco de contagios activos ahora se conoció ayer. El coronavirus se ha hecho fuerte en el convento de las Mercedarias de la Zubia, donde se ha detectado la covid-19 en una veintena de monjas. El virus, como en casi todos estos casos, entró en estas dependencias por medio de los trabajadores, que son siempre quienes más contacto tienen con el exterior. Lo mismo ha sucedido en Aspace, en Granada capital, donde se ha originado el tercer brote que más preocupa a las autoridades sanitarias. Aún en un fase inicial, las primeras pruebas PCRhan dejado al descubierto de momento un total de tres positivos entre los usuarios, que son personas con discapacidad, uno de los perfiles de mayor riesgo en caso de contagio.

El resto de los casos fueron oficializados ayer vía BOJA por la Junta a través de su informe semanal de centros residenciales. Son 18 infectados más que salpican a un total de nueve centros residenciales de la provincia, en los que la mayoría de casos son aislados y corresponden a trabajadores. Como se ha dicho, todos los infectados se encuentran bien. En total, solo cinco personas han tenido que ser ingresadas y han requerido su hospitalización debido a sus patologías previas.

Desde Salud explican que estas cifras demuestran que la vacuna funciona, que si bien ahora no está frenando completamente la transmisión del virus por culpa de la nueva variante más contagiosa, sí que al menos está evitando que los cuadros entre los mayores sean tan graves como en las olas anteriores. Es por esto que en los planes de Salud no está previsto que se medicalice en Granada ninguno de estos centros, pues a pesar de que ya hay alguno con muchos contagios, pocos son los que están requiriendo asistencia sanitaria activa.

Lo que sí se han activado son los planes de contingencia en cada uno de estos centros con problemas. Es la Unidad de Residencias de Granada la que coordina y protocoliza la defensa con la que cuenta el sistema sanitario para combatir estos brotes. Según explican desde este recurso público, al virus se le persigue con pruebas diagnósticas y se le frena a través de la sectorización de las residencias una vez que aparece el primer caso. Tras él, se hace pruebas a todo el mundo para aislar a los positivos y controlar a los negativos, a quienes se les va repitiendo la PCR cada 72 horas.

Además se cortan las visitas de familiares en los grupos burbuja que tengan algún caso o incluso a la residencia entera si el virus se ha expandido por todas sus dependencias. Y como norma general, se actúa a diario como si nadie estuviera vacunado. Ya saben: mascarilla, distancia... etc.