Enrique Álvarez Vigil llega con prisa y cargado con un ligero rastro de cansancio bajo sus ojos a uno de los salones principales de la Subdelegación del Gobierno en Granada. «Son días complicados», dice con una tímida sonrisa. En sus manos, y en la del resto de personal de la administración, está la pesada carga de organizar y controlar el buen funcionamiento de las próximas elecciones. Hoy se cumplen 56 días de trabajo duro, de jornadas maratonianas, de creatividades varias para conseguir que cuando los colegios electorales abran, no falte una papeleta, una urna o un solo sobre. «Hay mucho trabajo detrás de unas elecciones y muchas horas de dedicación para que todo salga bien», explica.
Durante toda la semana, las puertas de la oficina de Correos del centro de la capital han protagonizado instantáneas para el recuerdo de cientos de personas haciendo cola para votar por correo. Lo que ninguno sabe es que las papeletas que decidirán el futuro del Gobierno de este país han estado custodiadas en el número 50 de Gran Vía, la sede de la Subdelegación.
-Aún habrá personas que piensen que la organización de unas elecciones se basa en imprimir cuatro papeletas y repartir cajitas, ¿qué se esconde realmente detrás de todo este proceso?
«A veces tenemos que ir a las mesas para sacar papeletas de un partido que otros han escondido»
-Estos días para nosotros son como una maratón, todos los trabajadores de la Subdelegación del Gobierno se vuelcan en que todo funcione a la perfección y en perfilar todos los posibles escenarios que se nos puedan presentar para que ningún contratiempo haga que una mesa no pueda abrir o la gente no pueda votar.
-¿Cómo es organizar una cita tan importante como esta?
-Prácticamente, toda la Subdelegación se vuelca en este proceso. Cada uno en función de sus competencias se encarga de una u otra cosa. Yo, por ejemplo, como normalmente trabajo en Protección Civil, me encargo de la logística. Desde Subdelegación recogemos todo el material necesario, como son las papeletas, las cabinas, los sobres y toda la documentación que se necesita para garantizar la legalidad de todo el proceso.
-Así que no se trata de unos cuantos papeles que repartir.
-Para nada. Son millones de papeletas cuya cifra depende del número de candidaturas. Ayer, por ejemplo, se publicó el número de candidatura para las Europeas -también estamos inmersos en su preparación en este momento- y la presentación se ha hecho con 39 candidaturas, que es un volumen importante y hay que multiplicar por el censo de cada provincia para tener las papeletas que tendremos que hacer.
-¿Es un proceso muy costoso?
-Imagina todo el personal que trabaja en el proceso electoral. Todo esto supone un coste, pero se intenta economizar para que, sin perder rigurosidad, se consiga aprovechar al máximo los recursos que tenemos con el menor coste posible.
-¿Cómo se consigue ese 'más por menos'?
-En las papeletas, por ejemplo, se imprime en menor cantidad las que son de candidaturas que a priori son minoritarias porque son nuevas o porque la experiencia te dice que tiene menos capacidad de generar votos. Otro ejemplo es que antes la recogida de información se hacía en cada provincia y nosotros no contábamos con un centro de recogida, así que amoldamos el salón de actos de la Subdelegación para, con lo que teníamos, convertirlo en uno. Fue un «háztelo tú mismo de manual.
-Esta es sólo una de mas muchas elecciones que ha ayudado a organizar, ¿recuerda algún susto o contratiempo que se haya vivido?
-Nos ha pasado de todo, pero siempre hemos podido solucionarlo con imaginación y recursos. Algo que ha pasado en varias ocasiones es que entregamos las cajas para la mesa electoral en cada colegio, cosa que se hace días antes, y se guarda con tanto celo que cuando hay que sacarlas no recuerdan dónde están guardas y dónde tienen todo el material.
-¿Se ven muchas trampas a la hora de depositar votos o incentivar que gane un partido determinado?
-Después de tanto tiempo, te acaba pasando de todo. Nosotros acabamos convertidos en una suerte de investigadores porque a veces te llaman para decirte que no hay papeletas de un partido y cuando vamos nos damos cuenta de que alguien las ha escondido debajo de otro partido para que no las vea la gente. Hay personas con mucha imaginación, pero por eso estamos nosotros, para velar por que funcione como debe.
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