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Montse y Ché, el matrimonio que regenta La Cantina de la Estación de Úbeda, en el vagón restaurante.
El vagón del sabor de Jaén

El vagón del sabor de Jaén

Un verano a la carta | Cantina la Estación | Úbeda (Jaén) ·

Mi bisabuela Alejandra Arrate decía que sus croquetas de merluza eran tan buenas porque les había echado mucho amor. Montse y Ché, la pareja que regenta la Cantina la Estación están enamorados. Y sus platos lo saben

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Jueves, 16 de julio 2020, 00:16

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La Cantina la Estación de Úbeda echó a andar el año 2005. Alos mandos de la cocina se situó Montse, y Antonio José, a quien todos llaman Ché, se quedó con el resto y hace desde entonces las labores de camarero, maitre y sumiller. Abrieron como un pequeño bar. Y fueron creciendo. «Poco a poco pudimos abrir un saloncito y metimos cuatro mesitas. El siguiente paso fue comprar la cochera que lindaba con el local y montamos lo que hoy en día es el restaurante». Lo que han recreado es un vagón del tren Al Ándalus. «Y así, ya llevamos casi una década con el restaurante». Un vagón de tren que contiene todo el sabor de Úbeda. Y todo el sabor de Jaén.

El restaurante

  • ¿Dónde está? Cuesta Rodadera, 1, 23400 Úbeda, Jaén

  • ¿Cuándo abre? De jueves a lunes. El bar alas 13h y el restaurante a las 13.30h.A las 20h el bar y a las 20.30h el restaurante

  • Sugerencias de la carta Brevas confitadas en aceite sobre crema de queso de Guarromán y polvo de mojama

Esta idea es la que convierte a La Cantina de la Estación en un restaurante único. El proyecto de Montse y de Ché para aunar en un local la gastronomía del Santo Reino en un festival sensorial sí, pero también histórico.

Ché habla claro para explicar la propuesta de su local. Yte convence. «Es algo diferente porque puedes comer bien, beber mucho mejor y es totalmente económico en su relación calidad y precio». Tienen más de mil referencias en bodega y, respecto a la carta, cambia y se mantiene viva. «Tenemos todo productos frescos que vienen dos días a la semana». Una garantía. Y luego está el ambiente:«La experiencia dentro del vagón del tren es irrepetible. Pero lo mejor es la simpatía y cómo te vamos a tratar para que te sientas en tu propia casa».

La propuesta que brindan es un menú degustación de 55 euros. Y luego hay opción de maridar por 30 euros más, cada plato con su vino. En palabras del propio Ché:«Un chollo».

Y ahora te descubren su propuesta, un paseo sensorial por Úbeda y por la provincia de Jaén que empieza en una barrita pequeña a la entrada donde te reciben con un cóctel y una degustación de Aceite de Oliva Virgen Extra y dos aperitivos, un falso ochío relleno de morcilla en caldera, un plato de toda la vida de aquí. «A todo le damos la vuelta. No es pan, es un buñuelo». El otro aperitivo es una aceituna de queso de cabra.

Montse prepara una degustación de sus platos.
Montse prepara una degustación de sus platos. Román

Liebre y anguila ahumada

«Una vez que te sientas, te damos una vuelta por los monumentos de Úbeda. Tenemos una especie de puzzle donde cada pieza es una figura de la ciudad y, sobre cada pieza, hay un aperitivo». Tomen nota. Un pequeño sandwich de liebre y anguila ahumada. Su versión del mejillón tigre. Pan de aceite al vapor con una lámina de panceta y camarones, con una sala picante. Y ya se puede empezar con el menú. Salpicón de marisco con quisquilla y una infusión de agua de tomate y manzanilla. Como es la temporada de la cereza, una gamba roja con cereza y salsa de cerveza (especial, que ha estado un año en barrica que haya contenido amontillado). Sepieta, solamente marcadas con un ajo blanco de tinta. Brevas confitadas en aceite sobre crema de queso de Guarromán y polvo de mojama. Un guiso de toda la vida, los andrajos de Úbeda. Mollejas, salteadas con tallarines de sepia y salsa de caracoles que ahora están en 'boom'. Corvina con una infusión de hoja de lechuga, lechuga aliñá y una salsa holandesa. Arroz con 'cocollete'. La sacan del horno en una bandejita: «Cortamos el pollo y lo servimos». Cordero segureño con puré de boniato y su propio jugo. Para los dulces, sorbete de azahar, lima y tomillo o tocino de cielo de calabaza con horchata. Queda un postre de café, turrón y chocolate.

Viajeros, al tren del sabor de Jaén.

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