

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
JUAN LUIS TAPIA
Sábado, 8 de enero 2011, 03:33
Hace unos años el lorquista Christopher Maurer llamó a la viuda del realizador mexicano Emilio Amero, a quien Lorca entregó el guión de 'Viaje a la luna', y en una cochera de Oklahoma encontró el manuscrito. Beatriz vendió aquel manuscrito a la Biblioteca Nacional y la obra fue llevada a las pantallas por el artista Frederic Amat en el año del centenario lorquiano, allá por 1998. Ahora, Maurer, quien se encuentra preparando el libro 'Federico en Nueva York y La Habana: cartas y recuerdos', se topó durante una navegación por Internet con un autógrafo inédito del poema 'Oficina y denuncia', que se encontraba en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. La publicación del próximo libro del investigador, que realiza de manera conjunta con el especialista Andrew Anderson, coincidirá con la apertura del Centro García Lorca, cuya programación estará dedicada a una de las obras más internacionales del poeta de Fuente Vaqueros: 'Poeta en Nueva York'.
'El Cultural' de 'El Mundo' ha sido el medio elegido por Maurer para dar a conocer el autógrafo lorquiano, que aparece cuajado de correcciones y tachaduras realizadas por el puño y letra del mismísimo Federico García Lorca. 'Nueva York: Oficina y denuncia' es uno de los poemas más emblemáticos del libro neoyorquino del autor granadino, donde se exhibe su protesta ante un mundo consumista y deshumanizado, una especie de premonición sobre la sociedad de consumo y sus consecuencias.
El documento consta de tres páginas escritas a tinta y con correcciones a lápiz, que indican la supresión de algunos versos y el cambio por los ya aparecidos en las ediciones de este poema.
Mecanógrafo
La historia de cómo estas tres cuartillas llegaron a los fondos documentales de la sección musical de la Biblioteca del Congreso discurre paralela a su peculiar publicación. El poema, que aparece titulado en este autógrafo como 'Oficina y denuncia', se publicó en la 'Revista de Occidente' en 1931 con el título definitivo encabezado por Nueva York. Federico no pasaba a máquina sus originales para su publicación y siempre acudía a algún amigo para que ejerciera de mecanógrafo. En esta ocasión, según relata Christopher Maurer, el copista fue Miguel Benítez Inglott (1890-1965), abogado y crítico musical canario que pertenecía al entorno de amistades madrileñas del poeta. Benítez Inglott, al igual que el diplomático chileno Carlos Morla Lynch, compuso música para algunos de sus poemas y, según Maurer, pudo escuchar al poeta leer algunos de los versos neoyorquinos en casa de Lynch.
Christopher Maurer fue uno de los encargados de ordenar y editar la correspondencia del poeta, y entre las muchas cartas encontró aquella en la que Lorca le reclamaba a Benítez Inglott el poema 'Crucifixión', porque el granadino, como se demostró con el manuscrito de 'Poeta en Nueva York', era un tanto descuidado con sus textos y una vez publicados los poemas se desentendía de borradores y demás cuartillas, que regalaba a amigos y colaboradores. Inglott no encontró el poema reclamado por Lorca y tampoco 'Amantes asesinados por una perdiz', de ahí que este poema y 'Crucifixión' no aparecieran publicados en la primera edición de 'Poeta en Nueva York', aquella póstuma que hiciera José Bergamín en México en 1940, y que utilizó las pruebas de 'La Revista de Occidente' para editar algunos poemas, entre ellos 'Oficina y denuncia'.
Inglott tuvo el valor de publicar en 1950 en la revista tinerfeña 'Planas de poesía' el poema 'Crucifixión' y regaló a varios colaboradores de esta publicación sus manuscritos lorquianos, entre ellos 'Oficina y denuncia' que fue para un hermano del poeta canario Agustín Millares. En 1964 sale a subasta el autógrafo en la sala neoyorquina Hamilton y en 2005 aparece en el catálogo de la Biblioteca del Congreso, un documento depositado por el musicólogo Hans Moldenhauer, quien adquirió el poema por 230 dólares. El manuscrito lorquiano se encontraba en un fondo compuesto por más de 3.500 documentos de tipo musical, donde también aparecen autógrafos de algunos amigos y conocidos de Federico García Lorca como Manuel de Falla, Adolfo Salazar, Roberto Gerhard y Andrés Segovia.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.