Sanidad en Granada
La UCI registró en 2023 un repunte de ingresos por apuñalamientos en GranadaHubo doce pacientes atendidos en el Neurotraumatológico, referente provincial, la mayoría entre los meses de octubre y noviembre
Los ingresos por apuñalamientos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Neurotraumatología y Rehabilitación de Granada, referente provincial, crecieron en 2023, pasando ... de un solo encamado el año anterior a doce. La cifra de hospitalizados en esta área por heridas de bala fue menor, aunque hay que tener en cuenta que muchos de ellos no llegan al hospital, ya que fallecen debido a la gravedad de su estado.
Francisco Guerrero, jefe de sección, explica que al año ingresan unos 150 traumas graves en esta UCI. Los hospitalizados por arma blanca han pasado de ser menos del 2% del total de traumas al 8%, cuadriplicándose. Por ejemplificar el aumento, el año pasado hubo doce ingresos; el anterior, uno; y en los ocho años anteriores, veinte. Otoño de 2023 fue la época más negra, con ocho ingresos entre octubre y noviembre.
En cuanto a los heridos de bala, los de la última década se concentran sobre todo en los años más recientes. Sin embargo, el dato se mantiene estable -fueron cinco en 2022 y tres en 2023- y representan en torno al 2% de los traumas que necesitan hospitalización en la UCI. «Proporcionalmente han aumentado mucho más por arma blanca que por arma de fuego», explica.
En estos casos, es común que los profesionales tengan que guardar con especial cautela la ropa de los heridos, por ser una prueba que reclama la Policía Nacional o Guardia Civil. Así lo detalla Luisa Quesada, supervisora de Enfermería en dicha UCI. «A veces tenemos en la puerta a agentes custodiando a un herido, si por ejemplo necesita protección o es reclamado por la justicia», detalla. También ocurre que hay presos a los que les conceden permiso para salir y acompañar a familiares en sus últimos momentos de vida en la UCI.
Accidentes de tráfico
En términos globales, la mayoría de personas que ingresan en la UCI han sufrido un accidente de tráfico. Representan en torno al 38% del total, cifra que apenas varía año tras año. «El punto de inflexión fue la mejora de los coches, las autovías y los sistemas de protección, además de que se ha extendido el uso del cinturón y el casco», agrega Guerrero.
La segunda causa de ingreso son las caídas, que si bien no son de especial gravedad, tienen consecuencias al producirse en personas de avanzada edad con patología de base. Se registran más cuadros de hemorragias y lesiones con necesidad de cirugía, que desembocan en ingresos. De la mano de las caídas irían las precipitaciones desde cierta altura.
De forma general, con todos los pacientes se siguen unos pasos similares. Lo principal es asegurarse de que la persona respira; puede requerir intubación y conexión a un respirador que le proporcione oxígeno. Debe mantenerse una presión arterial correcta y, si ha perdido sangre, se necesitan transfusiones. «Los primeros momentos son cruciales», asegura Francisco Guerrero. Aquí entra en juego la solidaridad de la ciudadanía, que dona sangre altruistamente.
En muchos casos se precisa de un tratamiento quirúrgico y/o endovascular para arterias afectadas. No siempre da tiempo a realizarles un TAC o alguna prueba similar: a veces van directamente a quirófano. «Se abre y se controla el foco de sangrado», explica. En ocasiones, el radiólogo intervencionista, a través de un catéter, introduce un material para cortar el sangrado. El enfermo se estabiliza y continúa recibiendo el resto de tratamientos. Los sanitarios disponen de infinidad de técnicas que persiguen un mismo objetivo: sacar a los pacientes de la zona de peligro.
40 donantes de órganos el pasado año en este hospital, la mayoría en UCI
El Hospital de Neurotraumatología generó el pasado año un total de 40 donantes de órganos y tejidos, de los cuales la mayoría se encontraba en esta UCI. Los profesionales pelean por los pacientes «hasta la línea roja de la muerte» y, cuando cruzan esa línea, siguen luchando por salvar otras vidas. Así lo explica el jefe de servicio de UCI del Virgen de las Nieves, José Miguel Pérez Villares.
Los trabajadores se encargan del mantenimiento del donante -mediante máquinas y fármacos- para que los órganos estén en un estado óptimo mientras se avisa a los receptores y se preparan los quirófanos. En cuanto al perfil del donante, suelen ser pacientes que han sufrido una hemorragia cerebral. «Para las familias es un alivio saber que su ser querido se ha ido ayudando a otros», asegura Pérez Villares.
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